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Diferencia entre revisiones de «Pueblos del mar»

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Varias son las razones por las cuales aquella marea de destrucción se detuvo.
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Entre otras podemos citar el '''asentamiento en nuevas tierras''', parándose o mermando la migración. Entre los Pueblos del Mar más conocidos históricamente se encuentran los ya citados [[Peleset]], quienes finalmente se asentaron en la franja de [[Gaza]] y el emperador [[Adriano]], cuando aplastó la revuelta judía de [[Bar Kojba]] en el año 133, en venganza, usó su nombre para darle a la antigua Judea el nombre de [[Palestina]].<ref>Dothan, Trude. 1982. ''The Philistines and Their Material Culture''. Ed. Israel Exploration Society</ref>
Entre otras podemos citar el '''asentamiento en nuevas tierras''', parándose o mermando la migración. Entre los Pueblos del Mar más conocidos históricamente se encuentran los ya citados [[Peleset]], quienes finalmente se asentaron en la franja de [[Gaza]] y dieron el nombre a [[Palestina]].<ref>Dothan, Trude. 1982. ''The Philistines and Their Material Culture''. Ed. Israel Exploration Society</ref>


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* Aprovechar el terreno: los hombres del Faraón combatían en su tierra y contaban con mejores conocimientos del [[Nilo]] y la navegación por su delta. Conocimientos que utilizaron para sorprender y acorralar distintas partidas de estos pueblos. Al mismo tiempo sacaron buen provecho de su experiencia como marineros para maniobrar y combatir en esas aguas, mitad marinas, mitad fluviales.
* Aprovechar el terreno: los hombres del Faraón combatían en su tierra y contaban con mejores conocimientos del [[Nilo]] y la navegación por su delta. Conocimientos que utilizaron para sorprender y acorralar distintas partidas de estos pueblos. Al mismo tiempo sacaron buen provecho de su experiencia como marineros para maniobrar y combatir en esas aguas, mitad marinas, mitad fluviales.
* Asentar a los derrotados: tras la victoria, Ramsés III permitió a aquellos pueblos asentarse en sus territorios, reduciendo, si no eliminando, la marea humana y con ella su peligro.
* Asentar a los derrotados: tras la victoria, Ramsés III permitió a aquellos pueblos asentarse en sus territorios, reduciendo, si no eliminando, la marea humana y con ella su peligro.



== Pueblos citados ==
== Pueblos citados ==

Revisión del 18:01 11 jun 2009

Ramsés III derrotando a los Pueblos del Mar

Pueblos del Mar es el nombre dado por Emmanuel de Rougé a una serie de pueblos de la Edad del Bronce que migraron hacia Oriente Próximo, hacia el 1200 a. C., atacaron Egipto y a veces se les hace responsables del hundimiento de la Civilización micénica y del Imperio Hitita, a finales del siglo XIII a. C., dando origen al comienzo de la Edad Oscura.

Se trata de un conjunto amplio y variado de poblaciones que avanzaron por tierra, o se hicieron a la mar, buscando nuevas tierras (migraciones) o simplemente intentando sobrevivir mediante la piratería y el saqueo.

Etimología

El nombre "Pueblos del Mar" se debe a Emmanuel de Rougé,[1]​ que lo utilizó a mediados del siglo XIX para denominar a los diversos pueblos que aparecían en algunas inscripciones y textos egipcios de finales del Imperio Nuevo en Medinet Habu, que describió Jonh Baker Greene como «procedentes de las islas de en medio del mar».

Posteriormente, Gaston Maspero acuñó el término, apoyándose en la teoría expuesta por Rougé y Chabas, que sostenía: «Los Pueblos del Mar (Les Peuples de la Mer) fueron los componentes de la gran migración que recorrió desde el mar Egeo hacia el Mediterráneo oriental, emparejando los distintos pueblos invasores con los pueblos mencionados en la historia y la leyenda griegas»[2]

Esta denominación ha seguido siendo utilizada por todos los que escriben o investigan esta época de la Historia pero, últimamente (2005), ha sido puesta en duda, y se piensa que "los llamados Pueblos del Mar" no existieron y son una más de las "leyendas" acuñadas por los investigadores de los siglos XIX y XX.[3]

Hipótesis de su origen

Las razones por las que se hicieron a la mar deben buscarse en un proceso no demasiado largo que va desde el periodo donde se considera que se produjo la legendaria guerra de Troya a la destrucción de la cultura micénica.

Algunos historiadores creen que la oleada de destrucción y retroceso que causaron los Pueblos del Mar fue provocada por el efecto bola de nieve. Es decir, unos pueblos son atacados por otros y pierden sus posesiones, sus casas, sus cosechas... Ante esto, los pueblos saqueados no tienen más remedio que emigrar a otros lugares en busca de sustento, el cual sólo pueden conseguirlo arrebatándoselo a otras poblaciones. De esta forma, los pueblos saqueados se convierten en saqueadores. Además, la política de tierra quemada (las evidencias arqueológicas indican masivas y generalizadas destrucciones de ciudades por el fuego), no permite a los que comenzaron las acciones quedarse en las tierras recién ocupadas, ya que tardarían demasiado tiempo en volver a dar cosechas suficientes para todos, por lo que continúan atacando nuevas poblaciones. De este modo, el primer grupo se une al segundo, a estos el tercero y el cuarto, así sucesivamente, convirtiéndose finalmente en una oleada humana muy difícil de detener.

No obstante, no todas las razones de sus éxitos se debieron únicamente al peso del número; otras posibles causas de esta pavorosa expansión y destrucción pueden ser:

  • Empleo de nuevos metales: algunos pueblos, como los Peleset o filisteos, dominaban la fundición del hierro, el cual les permitía forjar espadas y lanzas capaces de partir las armas y perforar las corazas de bronce enemigas con relativa facilidad.
  • Nuevas técnicas metalúrgicas: otro u otros pueblos de procedencia no bien conocida disponían de una técnica para fabricar espadas largas y esbeltas, reforzadas en la empuñadura. Esta nueva arma, hecha de bronce, resultaba una de las más eficaces de su época, por ser apta para propinar golpes de punta y de filo sin romperse, lo que proporcionaba una ventaja clara en el combate, ventaja que quedaría demostrada con la progresiva incorporación a los ejércitos posteriores, ya forjada en hierro en lugar de bronce.

Historiadores como R. Drews sostienen que este nuevo tipo de espada fue la causa de los cambios en las estrategias militares que terminaron con los imperios hitita y egipcio. Afirmación ésta que se considera exagerada por otros historiadores, como Fernando Quesada Sanz.[4]

No se sabe dónde comenzó el primer grupo a actuar, ni siquiera si fue uno o varios al tiempo. La razón es que las técnicas de datación actuales tienen un margen de error de unos 80 años, tiempo más que suficiente para desarrollarse toda la oleada. Una hipótesis parte del enfrentamiento que se identifica con la Guerra de Troya.[5]​ Según esta hipótesis los aqueos ganaron la guerra contra su rival económico, pero su fuerza quedó mermada y, mientras las poblaciones de la esfera de influencia troyana de la Anatolia occidental y la Paflagonia empezaron a migrar, ellos sucumbieron a nuevas oleadas migratorias provenientes del norte.

La mayor desolación de la Historia

No es infrecuente encontrar autores[5]​ que califican a este periodo como «uno de los más desoladores que se tiene noticia, o el que más, por la cantidad de pueblos y culturas que destruyó». Otros autores se encuentran en una posición intermedia: efectivamente, fue un período destructivo que se agrava con la inestabilidad de todo el Mediterráneo en general. Empero, de estas invasiones surgirán modelos culturales nuevos, los que sucumbieron florecerán algún tiempo después con más fuerza si cabe –caso de Grecia– y, a los que hundió definitivamente, no puede considerarse que fuera el detonante de su colapso, como es el caso del Imperio de Hatti (hititas) que ya atravesaban una grave crisis en todos sus ámbitos.

La comunidad científica está de acuerdo con que el período fue desolador pero, cada vez con más frecuencia, muchos comienzan a opinar que este colapso de los pueblos del Mediterráneo no sólo estaría vinculado con la intervención de los denominados "Pueblos del Mar", sino que se desarrollarían otros factores que actuarían en cadena, dando como resultado un cúmulo de circunstancias que propiciaría la caída de éstos.

Uno de los principales casos de destrucción la vivió Grecia, tanto en su civilización como de su cultura. Los pueblos helenos fueron asolados y, entre las principales acrópolis, sólo la de Atenas no fue destruida. La cultura micénica de los ricos palacios se perdió casi por completo, la escritura se olvidó mayoritariamente, los ajuares funerarios de la época inmediatamente posterior sorprenden por su simplicidad y escasez, lo mismo que las decoraciones cerámicas o la propia arquitectura.

Otras hipótesis

Esta es una de las hipótesis que se han barajado para el colapso de Grecia y su paso hacia la denominada "Edad Oscura", pero no está claro que haya sido así y, actualmente, se comienza a desechar, dado que en las islas, los espacios más vulnerables para la actuación de piratería, no se ha encontrado ninguna evidencia arqueológica que pueda constatar la acción de estos pueblos. De otro lado, la máxima destrucción se comprueba en la Grecia Central, y resulta extraño que los "Pueblos del Mar" pasasen de largo a las islas griegas y se dirigieran únicamente al centro continental. De ser así, los pueblos griegos de la época hubiesen estado alarmados y preparados para ofrecer resistencia, ya que el viaje de la costa al interior es largo y esas noticias hubiesen llegado a través de mensajeros a los centros aliados.

Para explicar el colapso griego existen diversas teorías, desde las que afirman que fue producto de la acción de la naturaleza: desencadenamiento de huracanes, movimientos sísmicos, etc., hasta las que indican que se debió a permanentes revueltas en toda Grecia. Este tema sigue siendo hoy día muy debatido, y las últimas tendencias apuntan a que, posiblemente, fuera una cadena de factores que propiciarían la caída de la Grecia micénica. De todos modos, siglos después, Grecia se desarrolla hasta sus más altas cotas, convirtiéndose en una de las culturas occidentales más brillantes de la antigüedad.

Al mismo tiempo, toda Asia Menor fue arrasada: Ugarit, Tarso, Hattusa. Todas sucumbieron a los recién llegados. Como se ha indicado, las excavaciones arqueológicas han encontrado un estrato de cenizas en todas esas ciudades datadas en la misma época, indicando que fueron destruidas por fuego.

Los hititas, que se encontraban en la cúspide de su poder, movilizaron gran cantidad de tropas para contener una oleada, dejando otras zonas desguarnecidas, que fueron atacadas y arrasadas, provocando la destrucción total de este imperio –el mismo que puso en jaque y, posiblemente, incluso derrotó a los poderosos egipcios en la Batalla de Kadesh.[6]Egipto debió abandonar todas sus posesiones en Asia para poderse defender, posesiones que no volvió a recuperar. Además, Ramsés III tuvo que movilizar a todos los hombres disponibles.

Existen escasos documentos sobre quiénes eran los Pueblos del Mar, dónde y cómo actuaron. Por otro lado, los antiguos textos suelen narrar la historia parcialmente. La arqueología ayuda a comprender situaciones que pueden contradecir a los textos, pero los datos de las excavaciones son escasos en este sentido.

Fuentes egipcias

Las principales fuentes que describen la actuación de los Pueblos del Mar son los relieves esculpidos en el templo de Medinet Habu.

En ellos se explica que hubo cuatro campañas realizadas por Ramsés III contra diversos pueblos:[7]

  • En el año 5, contra tribus libias, que quizá estuviesen apoyadas por los pueblos del mar.
  • En el año 8, se enfrentó dos veces contra los Pueblos del Mar: en la desembocadura del Nilo y en tierra en Canaán.
  • En el año 9 luchó de nuevo contra los libios.
  • La última campaña se desarrolló en el Levante mediterráneo, contra una alianza de los Pueblos del Mar peleset, thekel, sherden y teresh con dos pueblos sirios, los amoritas y shashu, y con los hititas.[8]

El llamado papiro Harris también describe parte de los acontecimientos narrados en Medinet Habu, aunque cambia el nombre de uno de los pueblos mencionados en el ataque del año 8.[9]

Con anterioridad, en época del faraón Merneptah, también hay documentado un ataque sobre Egipto realizado por una coalición de pueblos que también son llamados Pueblos del Mar, a pesar de que varios de los pueblos nombrados son distintos de los mencionados en Medinet Habu. Este ataque está documentado en la Columna de El Cairo, la Estela de Atribis, el Himno de la Victoria y la Gran Inscripcion de Karnak.[10]

El fin de la oleada

Varias son las razones por las cuales aquella marea de destrucción se detuvo.

Entre otras podemos citar el asentamiento en nuevas tierras, parándose o mermando la migración. Entre los Pueblos del Mar más conocidos históricamente se encuentran los ya citados Peleset, quienes finalmente se asentaron en la franja de Gaza y dieron el nombre a Palestina.[11]

Aunque los asentamientos fueron una causa, se suele considerar al faraón Ramsés III como uno de los principales responsables de su detención, pese a llevarla a cabo con un gran costo. Tres fueron las actuaciones que lo condujeron a la victoria:

  • Realizar una retirada estratégica: replegando sus fuerzas de las posesiones estratégicas que habían ido conquistando en Asia Menor para disponer del mayor número de soldados posibles. Sin embargo, esta retirada pasó de provisional a permanente, pues el imperio de los faraones ya no recuperaría su antiguo poderío.
  • Ordenar lo que hoy llamaríamos movilización general: todos los egipcios capaces de empuñar un arma debían alistarse para partir hacia el delta del Nilo y zonas aledañas. En el Delta se reunirían con las fuerzas que allí estaban y las que pudieran llegar desde las antiguas posesiones asiáticas.
  • Aprovechar el terreno: los hombres del Faraón combatían en su tierra y contaban con mejores conocimientos del Nilo y la navegación por su delta. Conocimientos que utilizaron para sorprender y acorralar distintas partidas de estos pueblos. Al mismo tiempo sacaron buen provecho de su experiencia como marineros para maniobrar y combatir en esas aguas, mitad marinas, mitad fluviales.
  • Asentar a los derrotados: tras la victoria, Ramsés III permitió a aquellos pueblos asentarse en sus territorios, reduciendo, si no eliminando, la marea humana y con ella su peligro.


Pueblos citados

Según Dothan, eran los siguientes:[12]

Arawanna, Dannuna o Danuna, Denyen, Derden, Ekwesh, Karkisha, Lukka, Pelesets, Pitasha, Shardana, Shekelesh, Sherden, Shiqalaya, Teresh, Tjeker o Tjekker, y Weshesh.

Los Pueblos del Mar citados, y sus hipotéticos orígenes, podrían resumirse así:

  • Los shardana o sherden, cuyo nombre puede relacionarse con el de Cerdeña (Sardinia, Sardegna), y algunos autores leen en el texto fenicio de una estela de Nora la locución be-shardan. En la cultura sarda de los nuraga megalíticos, las figurillas broncíneas que representan a guerreros se asemejan notablemente a los grabados de Medinet Habu y a otros restos chipriotas. También se ha propuesto para ellos un origen de Siria del norte.
  • Los lukka, que aparecen en textos amarnienses. Vivían de sus potentes flotas, costeando Chipre y el sur de Anatolia y realizando acciones de piratería. Parece que los hititas los consideraron como un verdadero Estado litoral. Suele proponerse que este pueblo fuera procedente de Licia.
  • Los ekwesh o akawasha podrían ser los ahhiyawa de los hititas y es verosímil que se trate de los aqueos micénicos, griegos, acaso ya establecidos en el occidente anatolio (la Mileto griega podría ser la Millawanda/Millawata de los textos hititas) y que es la teoría más aceptada. Sin embargo, las principales dudas sobre su origen proceden del dato de que los ekwesh estaban circuncidados.
  • Los teresh o tursha, a los que se ha puesto en relación con el topónimo mencionado por los hititas de Taruisha y también con los tirrenos o etruscos. Algún autor, en cambio, pone su nombre en relación con el hebreo Tarshish y con el hispánico Tartessos, pero esta hipótesis goza de poca aceptación.
  • Los shekelesh se han relacionado con Sicilia y los sículos. Este pueblo habría llegado a la isla tras ser rechazado en Egipto por Ramsés III.
  • Los peleset son -con casi total seguridad- los filisteos. Aunque no aparecen en la documentación de Hatti, la Biblia les sitúa procedentes de Kaftor, que podría ser Creta. Presentan rasgos micénicos, aunque otros autores prefieren situar su origen en la Siria septentrional o en el Cáucaso.
  • Los tjeker o thekel recuerdan el nombre de Teucro, legendario fundador de Salamina en Chipre, epónimo de los teucros (en la Tróade). Los relieves les atribuyen una indumentaria similar a la de los peleset. Quizá procedían de Anatolia, incluso pudieran ser los propios troyanos. Fueron mencionados por los hititas. Una hipótesis propone que fueron la rama marinera de un grupo en el que los peleset serían de tierra adentro.
  • Los denyen podrían ser los anatolios danuna mencionados en El-Amarna. La semejanza con el nombre dánaos los relaciona con los aqueos, ya que es otro nombre de los griegos micénicos. Es posible que se aliaran con los peleset y los tjeker, compartiendo con ellos tierras y asentamientos. Probablemente se fundieron con los hebreos y en este caso serían los componentes de la tribu de Dan, que vivía del mar.
  • Los weshesh podrían estar vinculados a Wilusa (Ilión-Troya en hitita), por lo que se ha sugerido que sean los restos de los pueblos troyanos.[13]

Referencias

  1. Conservador del Louvre y sucesor de Champollion en la cátedra de Arqueología egipcia del Collège de France. Vázquez Hoys, Ana María: Historia del Mundo Antiguo I, Próximo Oriente y Egipto, vol. II, Ed. Sanz y Torres, Madrid, 2003, p. 504.
  2. Dothan, T. Dothan, M.: Los Pueblos del Mar. Tras las huellas de los filisteos, Bellaterra Arqueología, Barcelona, 2002.
  3. Vázquez Hoys, Ana Mª: uned.es/geo-1-historia-antigua-universal.
  4. Quesada, Fernando, La espada de Agamenón, nº 37 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, noviembre de 2001, ISSN 1579-427X
  5. a b Lago, José, La guerra de Troya, http://www.historialago.com/leg_troya.htm, última vista 8/7/2007
  6. Quesada, Fernando, La victoria de Ramsés II en Kadesh, sólo leyenda, nº 50 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, diciembre de 2002, ISSN 1579-427X
  7. Breasted, J. H. 1988. Ancient Records of Egypt: Historical Documents from the Earliest Times to the Persian Conquest. Ed. Histories and Mysteries of Man.
  8. Carlos J.Moreu: Los pueblos del Mar.
  9. Javier Alvar. Los Pueblos del Mar y otros movimientos de pueblos a fines del II milenio, pág 27. Colección Historia del mundo antiguo. Madrid, Akal, 1989. ISBN 84-7600-369-2.
  10. Carlos Moreu. La guerra de Troya , pág 126. Madrid, Oberón, 2005. ISBN 84-96052-91-5.
  11. Dothan, Trude. 1982. The Philistines and Their Material Culture. Ed. Israel Exploration Society
  12. Dothan, T. Dothan, M.: Los Pueblos del Mar. Tras las huellas de los filisteos, Bellaterra Arqueología, Barcelona, 2002.
  13. N. K. Sandars. Los Pueblos del Mar pág-111-121; 163-180. Madrid, Oberon, 2005. ISBN 84-96052-89-3; Javier Alvar. Los Pueblos del Mar y otros movimientos de pueblos a fines del segundo milenio, pág 38-46. Colección historia del mundo antiguo, tomo 7. Madrid, Akal, 1989. ISBN 84-7600-369-2.

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