Diferencia entre revisiones de «Música folclórica de Chile»
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Orígenes
Clasificación
Dada su geografía y su no menos singular historia, Chile muestra en el folclor una rica diversidad musical que hace difícil y hasta controvertida su sistematización. Una posibilidad es considerar el punto de vista del enfrentamiento del fenómeno folclórico,[1] en cuyo caso se podrían distinguir la música aborigen,[2] la música criolla[3] y la música de investigación folclórica[4] Tradicionalmente, sin embargo, se ha propuesto un perspectiva geográfica que da mejor cuenta de la diversidad y que facilita el estudio y conocimiento a través de una clasificación natural. Así, podemos distinguir cuatro grandes grupos musicales que se corresponden bastante bien con las culturas que las sustentan: música nortina, música del Valle Central y música del sur de Chile.
Música nortina
principalmente podriamos hablar de la influencia altiplanica y la confluencia de peru y bolivia. esta historia es chilena desde la guerra del pacifico. recordemos que antes estas regiones, no pertenecian a nuestro pais.
Música del Valle Central
Tratándose de la zona más densamente poblada del país y la primera en experimentar los fenómenos del encuentro de las culturas europea y amerindia, del mestizaje y de la formación de una identidad de «nación», la música del Valle Central suele ser la más difundida fuera de las fronteras y la más relacionada con un sentido de unidad cultural: así es como la figura del huaso y la china resultan icónicas. Aunque la difusión a través de los medios de comunicación masiva, la industria discográfica y la falta de conocimientos folclóricos han llevado a una paulatina desdiferenciación por género en la música chilena, hasta mediados del siglo XX era posible distinguir bien dos grandes ramas en el folclor musical de esta zona, (Lenz, 1894) cada una con sus propias formas poéticas y musicales, sus propios temas, sus propios instrumentos y sus propios momentos de exhibición, división que mantendremos por motivos didácticos: la rama femenina y la rama masculina.
Rama femenina
La música femenina era interpretada por las cantoras, oficio que casi de regla se compartía con las labores de dueña de casa, a menudo con la desaprobación de los cónyuges quienes solían mirar con malos ojos esta actividad. Herederas de una rica tradición mestiza, las formas musicales suelen ser breves y variadas, destacándose danzas como la cueca, el vals, la polca y el corrido o correteado, también las cada vez más raras chapecao, pequén, sombrerito y costillar. La influencia española resulta especialmente obvia en bailes como la sajuriana y la jota. Notable es también la interpretación de temas que no tienen la intención de ser bailados y que se conocen en su conjunto como tonadas, composiciones que suelen tener ritmo similar al vals y la cueca y que se prestan para un mayor desarrollo de la lírica. Desde el punto de vista de la métrica se desarrolla el verso octosílabo, agrupado por lo general en no más de cuatro cuartetas (coplas), unidas entre sí por la temática, el estribillo o por el encadenamiento, como es el caso de la tonada de coleo.[5] Los temas más frecuentes son el amor y el desengaño, pero son llamativos también el cultivo del romance, el relato de acontecimientos y los temas con picardía. Así, es fácil entender que su arte fuera expresado sobre todo en ocasiones festivas en casa de quienes las invitaban, en quintas de recreo y en eventos como el rodeo. Los instrumentos propios de las cantoras son la guitarra, generalmente traspuesta,[6] el pandero y el arpa (diatónica). La armonía es más moderna que la practicada por los varones pero persiste la base modal y no se usan tonalidades menores.
Rama masculina
Los hombres cultivaban el Canto a lo Poeta. Se trata de música eminentemente modal,[7] desarrollada en tonos mayores, con canto por lo general salmódico, silábico, donde la música queda al servicio de la poesía y se plasma en un acerbo patrimonial de melodías que se repiten entre sus intérpretes por tradición oral y que se denominan entonaciones. La forma poética propia es la décima espinela, estrofas de 10 versos octosílabos con rima abbaaccddc, por lo general consonante. El tipo de tema desarrollado por el cantor permite distinguir dos grandes subdivisiones dentro del Canto a lo Poeta: el Canto a lo Divino[8] versa sobre temas católicos populares y se muestra en vigilias y festividades religiosas, Misas y, muy notablemente, en costumbres antiguas como el Velorio de Angelitos, habitualmente se canta en ruedas de cultores donde el repentismo es excepcional, destacándose cada cantor por la calidad de sus versos, su memoria, su modo de cantar y la ejecución de sus instrumentos; el Canto a lo Humano tiene en cambio como temas o fundados al amor, el arraigo a la tierra, el gusto por el vino, la picardía, el relato de sucesos históricos, la crítica social y se muestra sobre todo en encuentros de payadores donde la improvisación es la regla, siempre en décimas y, menos frecuentemente, en cuartetas octosílabas[9] Los instrumentos propios de esta rama son tradicionalmente el guitarrón chileno y el rabel, si bien en el último siglo dominó la escena musical la guitarra, que siempre se toca traspuesta.[6] El cantor aprende por tradición oral su oficio, el que, con honrosas excepciones, suele compartirse con los más diversos oficios.
Música del sur de Chile
Música pascuense
- Música antigua.[10] Se ha dicho del pueblo Rapa Nui que es una de las culturas más musicales del planeta, (Bello, 1995). Tratándose de la isla más aislada de otra tierra en el mundo, su música más antigua nos resulta sorprendente tanto por sus expresiones y modos de interpretación como por el hecho de que la tradición e historia de este pueblo se transmiten a través del canto. Completamente vigente, el canto de Rapa Nui se distingue por el uso de múltiples recursos vocales como quejidos, pausas y acentos , una rica polifonía e improvisación. Los cantos suelen ser de origen ritual y recrean historias tanto previas como posteriores al origen mítico con Hotu Matu'a. Por la escasez de recursos físicos, los instrumentos musicales se restringían a la percusión de conchas, piedras (maea), maderas (ua, parecido a un remo) y un tambor muy original (keho). Los bailes antiguos también son rituales y recrean sus leyendas al compás del canto o la percusión.
- Música moderna. La influencia de los visitantes hizo que los pascuenses adoptaran y personalizaran otras formas musicales polinésicas, sobre todo danzas entre las que encontramos el Tamuré, el Sau-Sau (en la práctica el baile isleño oficial), el Ula-Ula, el Opa-Opa y el Tari-Tarita, todas ellas introducidas durante el siglo XX y provistas de la sensualidad de regiones como Samoa y Tahiti. La liturgia católica de la isla, por otro lado, se ha beneficiado del desarrollo de temas que aportan el rico aire antiguo. La música se enriqueció también con la adopción de instrumentos como el ukelele, la guitarra, diversos tipos de tambores, flautas (hio, hecha de bambú), la cacharaina (kauaha, quijada de equino) y el acordeón (upa-upa).
- Música contemporánea. El pop ha ido haciéndose espacio en la isla y es así como nos podemos encontrar con conjuntos isleños que hacen uso del funk, el jazz y el rock en interpretaciones que muestran de todos modos su raíz nativa, aunque con el peligro de perjudicar el folclor. Por supuesto, su cultivo ha significado la incorporación de teclados, bronces, batería e instrumentos electrónicos.
Notas
- ↑ Definición de folclor. Según algunos autores, para que una manifestación cultural se considere un hecho folclórico, debe cumplir con alguno o todos de los siguientes aspectos: transmitirse por vía oral o imitación; ser de autoría anónima; ser patrimonio colectivo de la comunidad representante del lugar en donde se manifiesta ese fenómeno; ser funcional, es decir, tener alguna utilidad pragmática o cumplir con fines rituales; ser duradero y perdurable por un tiempo considerablemente largo, como oposición a una moda efímera; tener variables múltiples, es decir que no exista una versión oficial del fenómeno sino que se reformule cada vez que emerja; que existan versiones tanto urbanas como rurales, sin ser necesariamente superior una por sobre la otra; ser aglutinante, es decir pertenecer o fundar una categoría, corriente, estilo, género o tipo; ser representativo de alguna comunidad, como consecuencia de ser aglutinante; ser empírico, posible de ser contemplado a través de la experiencia.
- ↑ Se denomina música autóctona o aborigen al folclore hecho y tocado por ciertas etnias culturales propias del país. En Chile, existe el ejemplo claro de los mapuches, para los que la música se usaba con propósitos religiosos o curativos (En rituales como el Machitún). La música aborigen es la única proveniente solamente desde las primeras culturas americanas; no es música originada en Europa como el resto, posterior al descubrimiento y conquista de América. Aún así, ha de recordarse que la influencia proveniente de España en este período determinó notablemente la mayoría de los instrumentos adoptados, como la guitarra, el acordeón, etc.
- ↑ La música criolla es un estilo del folclore chileno. La música criolla representa el ideal urbano respecto a los sectores rurales. La música allí escuchada es diferente a la de otras áreas. En este estilo destacan grupos como Los Huasos Quincheros o Los Cuatro Cuartos. Alguno de sus integrantes son músicos que no han vivido en el campo aunque si han tenido contacto con las raíces campesinas, por lo que su visión es algo distinta que la de la gente que sólo vive en zonas rurales.
- ↑ Esta categoría intenta abarcar a todos aquellos compositores que adquirieron conocimientos de las dos otras áreas folclóricas, y las adoptaron para su propio estilo, realizando mezclas con otras estructuras musicales populares, como el rock (Los Jaivas), etc. En esta área se pueden ver todos los compositores chilenos, que aparte de hacer música chilena, mezclan ésta con sus propias formas musicales. Algunos de sus exponentes son: Raúl de Ramón, Luis Aguirre Pinto, Violeta Parra, Margot Loyola, Clara Solovera, Víctor Jara, Illapu, Los Jaivas, Quilapayún, Inti Illimani.
- ↑ En la tonada de coleo el último verso de una cuarteta es el primer verso de la siguiente.
- ↑ a b La guitarra traspuesta es la afinación de la guitarra española común por afinaciones distintas a la habitual, llamadas finares y que corresponden a una de las más de cincuenta scordaturas conocidas en esta área de Chile (Sauvalle, 1999).
- ↑ Aunque son muy difundidos temas más armónicos que sin duda ponen en evidencia la influencia de la música femenina en esta rama, razón por la cual suele hablarse de ellos como entonaciones atonadadas.
- ↑ El Canto a lo Divino se considera parte esencial de la Piedad Popular católica en Chile.
- ↑ También se conocen la sextina y el ovillejo pero aparecen raramente en nuestros días.
- ↑ La distinción de música antigua, moderna y contemporánea es una propuesta de uno de los autores del artículo para poder sistematizar las distintas manifestaciones musicales.
Bibliografía
- Lenz, Rodolfo (1894). Sobre la poesía popular impresa de Santiago de Chile. Memorias Científicas i Literarias.
- Lizana, Desiderio (1912). Cómo se canta la poesía popular. Revista de folklore chileno, tomo IV.
- Sauvalle, Sergio (1999). Afinaciones.
- Bello, Joakin (1995). «Chants from Rapa Nui». WAYRA (BMI).