=== Causas del desarrollo del sistema de escritura ===
=== Causas del desarrollo del sistema de escritura ===
Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue utilizado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso, por su clara falta de idoneidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el [[Imperio Antiguo]], como eran la contabilidad de insumos, alimentos (por ejemplo: en la dotación de los súbditos empleados en la construcción de templos y pirámides), demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidputoedodfeofkdofgeaprendana escribir en jeroglificocococococ sifidsputasfías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas, (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.
Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue utilizado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso, por su clara falta de idoneidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el [[Imperio Antiguo]], como eran la contabilidad de insumos, alimentos (por ejemplo: en la dotación de los súbditos empleados en la construcción de templos y pirámides), demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidad, los signos jeroglíficos van derivando en otras grafías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas, (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.
Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el [[papiro Rhind]], donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "[[Libro de los Muertos]]" emplean esta forma de escritura.
Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el [[papiro Rhind]], donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "[[Libro de los Muertos]]" emplean esta forma de escritura.
Los jeroglíficos fueron un sistema de escritura inventado y utilizado por los antiguos egipcios para comunicarse desde la época predinástica hasta el siglo IV. El sistema de escritura egipcio comprende tres tipos básicos: jeroglífica, hierática y demótica, esta última corresponde al periodo tardío de Egipto.
Es un sistema complejo, una escritura al mismo tiempo figurativa, simbólica y fonética, en un mismo texto, una misma frase, casi diría en una misma palabra.
Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al descifrado de los textos contenidos en la Piedra de Rosetta, que fue encontrada en 1799, en la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y griega uncial. Conseguir descifrar este documento se lo debemos a los estudios realizados por Thomas Young y, fundamentalmente, a Jean-François Champollion quien logró descifrar el método de su lectura en 1822, 23 años después de ser descubierta la piedra.
Etimología
La palabra jeroglífico proviene de las raíces griegas ιερος (sagrado) y γλυφειν (grabar).
La frase egipcia para jeroglífico se translitera mdu nṯr, transcrita como medu necher, significa palabras divinas:
Jeroglíficos unilíteros (de un sonido)
Signo
Trans.
Pron.
Descripción
3
a
Oclusiva-glotal-sorda "A" española, aleph semítica Buitre egipcio
ˁ
a
Fricativa-farinjal-sonora "A" corta, ayin semítica Brazo
ỉ
i
Constrictiva-palatal-sonora "I" española, yod semítica. Un junco
o
y
y
Constrictiva-palatal-sonora "Y" española de "yo", yod doble Pareja de juncos o trazos
o
w
u
Constrictiva-bilabial-velar-sonora "U" española Codorniz joven o su abreviatura hierática
b
b
Oclusiva-labial-sonora "B" española Parte inferior de la pierna
p
p
Oclusiva-labial-sorda "P" española Estera de juncos o taburete
f
f
Fricativa-labiodental-sorda "F" española Víbora cornuda
m
m
Oclusiva-sonora-labial-nasal "M" española Lechuza
n
r
Oclusiva-sonora-dental-nasal "N" española Ondulaciones de agua
r
r
Líquida-vibrante-dental "R" simple española Boca
h
h
Aspirada-laringal-sorda "J" sorda Cabaña de juncos
Fricativa-mediopalatal-sorda Más suave que "J" española Estómago y cola animal
ḫ
j
Fricativa-velar-sorda "J" española. خárabe Placenta o un ovillo
o
s
s
Fricativa-sibilante-dental-sonora "S" española Tela doblada o cerrojo de una puerta
š
sh
Sibilante-prepalatal-sorda "Ch" andaluza Alberca de jardín
ḳ
q
Uvular-oclusiva-sorda "Q" semítica Ladera de una colina
k
k
Oclusiva-velar-sorda-aspirada "k" de kilo Canasta con asa
g
g
Oclusiva-dorso-palatal-débil "G" española de gato Jarra
t
t
Oclusiva-dental-sorda "T" española aspirada Panecillo
ṯ
ch
Oclusiva-dental-sorda "Ch" española Cuerda anudada
d
d
Oclusiva-dental-débil "D" sorda Mano
ḏ
dy
Africada-prepalatal-débil Sonido próximo a "DY" Serpiente
Historia y evolución
Se estima que la escritura jeroglífica se comenzó a utilizar hacia 3300 a. C., aproximadamente en la misma época en la que surgió la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3600 años, pues la última inscripción conocida se graba el día 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File.
Desde la época del Imperio Antiguo los jeroglíficos egipcios fueron un sistema de escritura en el que se mezclaban ideogramas, signos consonánticos (simples, dobles, triples e incluso de cuatro o más consonantes) y determinantes (signos mudos que indicaban a qué familia conceptual pertenece una palabra). A partir de la dinastía XVIII, los escribas comenzaron a utilizar cierto número de signos consonánticos dobles silábicos (sȝ, bȝ, kȝ etc.) para transcribir los nombres semíticos o de dicho origen, pero este tipo de escritura quedó exclusivamente restringida a tal ámbito.
Los símbolos eran también figurativos: representaban algo tangible, a menudo fácil de reconocer, incluso para alguien que no conociese el significado del mismo. Y es que, para diseñar la escritura jeroglífica los egipcios se inspiraron en su entorno: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo, etc. Durante el Antiguo, Medio y Nuevo Imperio se calcula que existían alrededor de 700 símbolos jeroglíficos, mientras que en la época greco-latina, su número aumentó a más de 6.000.
Los jeroglíficos se grababan en piedra y madera, o bien, en el caso de la escritura hierática y demótica, con cálamo y tinta sobre papiros, ostraca, o soportes menos perdurables.
El uso de los jeroglíficos grabados se limitaba a los dominios en los que la estética o el valor mágico de las palabras adquirían relevancia: fórmulas de ofrendas, frescos funerarios, textos religiosos, inscripciones oficiales, etc.
La escritura hierática, era de grafía más sencilla, reservada a documentos administrativos o privados y generalmente utilizada sobre papiro, ostracon (fragmentos cerámicos), e incluso tablillas de madera. Los egiptólogos las distinguen de los llamados jeroglíficos lineales, que se pintaban sobre los sarcófagos de madera y en los textos del "Libro de los Muertos". Los jeroglíficos lineales conservan el aspecto figurativo de los jeroglíficos grabados, pero los trazos son mucho menos precisos que estos últimos.
A partir de la época saíta (dinastía XXVI), la escritura hierática fue parcialmente reemplazada por una nueva escritura básica: la demótica. Se trataba de una simplificación extrema de la hierática reservada a las actas administrativas y a los documentos de la vida cotidiana, de ahí su nombre de escritura "popular". La escritura hierática será utilizada preferentemente para transcribir textos religiosos o sacerdotales, conjuntamente con la escritura jeroglífica, de ahí su nombre de escritura "sacerdotal". En la época ptolemaica, el griego se irá imponiendo progresivamente como lengua administrativa: del año 146 a. C. en adelante, los contratos escritos exclusivamente en demótico pierden todo el valor legal.
El copto es el último estado de la lengua y escritura egipcias. Aún se emplea en nuestros días, pero sólo como lengua litúrgica. Se escribe utilizando el alfabeto griego junto con siete caracteres demóticos para transcribir fonemas no existentes en griego. A parte de esto, la escritura egipcia no ha sido empleada nunca más para transcribir ninguna lengua moderna.
Por otra parte, es preciso señalar que, según ciertos investigadores, la escritura jeroglífica sería, junto con la influencia del proto-sinaítico, el origen del alfabeto fenicio, el cual a su vez derivaría en el alfabeto hebreo, arameo y griego, de los cuales provienen los alfabetos latino y cirílico.
Causas del desarrollo del sistema de escritura
Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue utilizado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso, por su clara falta de idoneidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el Imperio Antiguo, como eran la contabilidad de insumos, alimentos (por ejemplo: en la dotación de los súbditos empleados en la construcción de templos y pirámides), demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidad, los signos jeroglíficos van derivando en otras grafías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas, (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.
Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el papiro Rhind, donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "Libro de los Muertos" emplean esta forma de escritura.
La escritura jeroglífica quedó reservada para los monumentos reales, templos, palacios, tumbas, joyas, muebles de la corte, amuletos, etc., por cuestiones no solo estéticas sino también por su carácter simbólico y mágico, pues grabar el nombre de una persona en jeroglífico implicaba que cometer un error al escribirlo o el hecho de dañarlo podría influir en la persona a quien hacia referencia dicho jeroglífico.
El hierático, también surge en un periodo donde el lenguaje se ve transformado, ya que de los ideogramas que representaban los primeros jeroglíficos, se pasa a un proceso de conceptualización, para finalmente sintetizar cada símbolo un sonido. Es muy interesante ver la relación y similitud entre el sistema jeroglífico, el hierático, el hebreo antiguo y el fenicio; de este último es muy simple la relación con el griego.
Los escribas
Es un error afirmar que la escritura estaba circunscrita solamente a las castas sacerdotales, olvidándose de una institución fundamental en todo el Antiguo Egipto: los escribas.
Ser escriba era la aspiración de cualquier egipcio de ascendencia humilde, teniendo más importancia que la carrera militar, de hecho, no había posibilidad de acceso a una posición elevada en el gobierno para aquella persona que no hubiera sido escriba.
La vida del Antiguo Egipto discurría alrededor del escriba, éste era quien anotaba el nivel de las crecidas del Nilo (esencial para la seguridad alimenticia de la población), quien consignaban el estado de los canales y diques (fundamentales para conservar y encauzar el agua después de la época de inundación), el acopio de los graneros, etc.
Egipto como cuna de la escritura
Los más antiguos documentos de escritura conocidos los descubrió el equipo del Instituto de Arqueología Alemán, dirigido por Günther Dreyer. Son un conjunto de 300 vasijas y tablillas de arcilla, encontradas en el enterramiento del soberano predinástico Horus Escorpión I, el año 1997 en Umm el-Qaab, Abidos, datadas mediante carbono-14 de 3400 a 3200 a. C.
Están inscritas con caracteres jeroglíficos, incisos o dibujados con tinta, desvelando una verdadera escritura compuesta de signos fonéticos, que informan de los impuestos pagados en especie al rey. Mencionan: aceite, lino... y la correspondiente ciudad, no siendo ya la tradicional escritura ideográfica utilizada durante este periodo.
Últimos vestigios de la escritura jeroglífica
La última inscripción jeroglífica de la que se tiene evidencias fue grabada en los muros de la puerta erigida en la época del emperador Adriano, situada en el recinto del templo del Isis, en File; se grabó el día 24 de agosto de 394; era una invocación al dios kushitaMandulis.[1]
Se denominan biconsonánticos (o bilíteros) aquellos jeroglíficos cuya transliteración contiene dos consonantes. Estos son los más comunes ordenados alfabéticamente:
ˁ3 (aa)
b3 (ba)
ḏ3 (dya)
ḏd (dyed)
ḏw (dyu)
ḥr (hor)
ḫˁ (ja)
ib (ib)
ir (ir)
k3 (ka)
m3 (ma)
mn (men)
mr (mer)
nb (neb)
nw (nu)
p3 (pa)
pr (per)
rˁ (ra)
s3 (sa)
sn (sen)
sw (su)
šw (shu)
t3 (ta)
ti. (ti)
tp (tep)
w3 (ua)
wn (un)
wp (up)
Normalmente, a cada jeroglífico se le asigna un valor fonético, aunque algunos tienen más de uno. Además, algunos sonidos se pueden representar con diversos jeroglíficos; así, podían ser representados algunos sonidos de las siguientes maneras:
b3 (ba)
s3 (sa)
mr (mer)
etc.
Jeroglíficos triconsonánticos
Se denominan triconsonánticos (o trilíteros) a los jeroglíficos cuya transliteración contiene tres sonidos (consonantes). Estos son los jeroglíficos más comunes:
Estos son los jeroglíficos más comunes cuya transliteración contiene más de tres sonidos consonantes:
m3ˁ t (maat)
špsy (shepesy)
ḏḥty (dyehuty)
pḥty (pehty)
inpw (anpu)
bity (bity)
imnt (ament)
rnpt (renepet)
ḳbḥw (qebehu)
mrḥt (merhet)
šnwt (senut)
ẖkrt (jekeret)
sp3t (sepat)
3sir (asir)
wnwt (unut)
wast (uaset)
ḥnḳt (heneqet)
ḫtmty (jetmety)
Los jeroglíficos modernos
Actualmente también se utiliza el nombre jeroglífico para un pasatiempo, o juego de ingenio, que consiste en un conjunto de signos y figuras de los cuales hay que deducir una palabra o una frase, generalmente, contestando a una pregunta.
Referencias y notas
↑ Devauchelle, Didier: Bulletin de la société française d'égyptologie, 131 (1994), p. 16-18.
Bibliografía
Collier, Mark; Manley, Bill. Versión de Pérez Accino, José R. (2003). Introducción a los jeroglíficos egipcios. Alianza Editorial. 8420629375.
Cleator, P. E. (1986). Los lenguajes perdidos. Ediciones Orbis.
El capítulo II [1] del libro de Cleator trata sobre el desarrollo de la historia del descifrado de los jeroglíficos. Entre otros hechos se narra el olvido, los infructuosos pero imaginativos y absurdos comienzos, los paulatinos avances, y se explica cómo Thomas Young, (famoso por su tesis sobre la teoría ondulatoria de la luz) fue quien comenzó el verdadero y fructífero descifrado científico de los jeroglíficos egipcios (en vez del modo imaginativo y erróneo que se llevaba hasta entonces), sus decisivos métodos y descubrimientos.