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A partir de 1933 y hasta 1939, un nuevo grupo de judíos llega al país, huyendo de las persecuciones impuestas por el [[Tercer Reich|régimen nazi]] en [[Alemania]], [[Austria]] y [[Checoslovaquia]]. Al final de la [[Segunda Guerra Mundial]] llega otro grupo, no muy numeroso, de sobrevivientes de los [[campos de concentración]]. |
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La comunidad judía en [[Chile]] fluctúa entre diversas estimaciones. Según El Anuario Judío-Americano 2005 y el Congreso Judío Latinoamericano la población judía en Chile asciende a 21.000 miembros, siendo la tercera comunidad en Sudamérica (detrás de Argentina y Brasil).<ref>[http://www.ajcarchives.org/AJC_DATA/Files/2005_4_WJP.pdf ''American Jewish Year Book'', American Jewish Committee Archive,2005, pag.]</ref><ref>[http://www.congresojudio.org.ar/comunidades.asp?id=argentina ''Chile'', Congreso Judío Latinoamericano]</ref> Otras cifras estiman la comunidad judía en 75.000 mil miembros.<ref>[http://palabraisraelita.ven.nu/ población judía mundial 2008.]</ref> Entre ellos, destacan premios Nacionales, [[empresarios]], [[artistas]], [[políticos]], entre otros. Por ejemplo: [[Marcos Libedinsky]], [[Roberto Zahler]], [[Sebastián Rozental]], Daniel Schweitzer, [[José Weinstein]], [[Clarisa Hardy]], [[Eduardo Bitrán]], [[Karen Poniachik]], [[Mario Kreutzberger]], Patricia Politzer, Ricardo Israel, [[Bastian Bodenhofer]], [[Aline Kuppenheim]], [[Jorge Schaulsohn]], [[Lily Pérez]], Anita Klesky, [[Jael Unger]], Nissim Sharim, [[Schlomit Baytelman|Shlomit Baytelman]], [[Leonardo Farkas]], [[Julio Dittborn]] , Alex Zizis, [[Katty Kowaleczko |
La comunidad judía en [[Chile]] fluctúa entre diversas estimaciones. Según El Anuario Judío-Americano 2005 y el Congreso Judío Latinoamericano la población judía en Chile asciende a 21.000 miembros, siendo la tercera comunidad en Sudamérica (detrás de Argentina y Brasil).<ref>[http://www.ajcarchives.org/AJC_DATA/Files/2005_4_WJP.pdf ''American Jewish Year Book'', American Jewish Committee Archive,2005, pag.]</ref><ref>[http://www.congresojudio.org.ar/comunidades.asp?id=argentina ''Chile'', Congreso Judío Latinoamericano]</ref> Otras cifras estiman la comunidad judía en 75.000 mil miembros.<ref>[http://palabraisraelita.ven.nu/ población judía mundial 2008.]</ref> Entre ellos, destacan premios Nacionales, [[empresarios]], [[artistas]], [[políticos]], entre otros. Por ejemplo: [[Marcos Libedinsky]], [[Roberto Zahler]], [[Sebastián Rozental]], Daniel Schweitzer, [[José Weinstein]], [[Clarisa Hardy]], [[Eduardo Bitrán]], [[Karen Poniachik]], [[Mario Kreutzberger]], Patricia Politzer, Ricardo Israel, [[Bastian Bodenhofer]], [[Aline Kuppenheim]], [[Jorge Schaulsohn]], [[Lily Pérez]], Anita Klesky, [[Jael Unger]], Nissim Sharim, [[Schlomit Baytelman|Shlomit Baytelman]], [[Leonardo Farkas]], [[Julio Dittborn]] , Alex Zizis, [[Katty Kowaleczko]], etc. |
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== Inmigración del Medio Oriente == |
== Inmigración del Medio Oriente == |
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La inmigración en Chile corresponde al desplazamiento de diversas comunidades extranjeras al país. La población chilena recibió inmigrantes principalmente de Europa y Medio Oriente durante los siglos XIX y XX. En la actualidad, los inmigrantes son principalmente de origen americano (principalmente de Latinoamérica y Estados Unidos) y también la nueva inmigración proveniente de Asia y el Medio Oriente. Estos grupos de inmigrantes tienen orígenes y motivaciones diversas.
Según el último informe de la Organizacion Internacional para las migraciones se contabilizó en el año 2008 a 290.900 extranjeros registrados en el país, lo que representa el 1,8 % de la población nacional.
Historia
Durante el siglo XVI y el siglo XVII, llegaron principalmente españoles castellanos y extremeños. Junto con los conquistadores llegaron, desde un comienzo, cantidades pequeñas de esclavos de origen africano, los cuales constituían el 1,5% de la población nacional a comienzos del siglo XIX,[1] Posteriormente , sus descendientes, llamados "pardos" por los españoles, por una parte fueron "absorbidos" en su totalidad por la masa popular a través del mestizaje, y por otra parte, mucho abandonaron el país con rumbo al Perú con el Ejército Libertador prácticamente desapareciendo como etnía diferenciada. En el siglo XVIII, llegaron españoles de origen Vasco y gracias al contrabando de ropas y muebles se establecieron numerosas familias británicas y francesas. La independencia traerá soldados europeos y comerciantes que apoyarán la lucha y se establecerán, especialmente ingleses, italianos, irlandeses y franceses.
Durante el siglo XIX, se produjeron importantes inmigraciones colonizadoras de origen europeo patrocinadas por el gobierno local, especialmente alemanes, británicos, italianos, holandeses, croatas, suizos, franceses . De igual forma, el comercio marítimo en los puertos impulsó el establecimiento de ingleses, franceses e italianos. Durante principios del siglo XX será importante el número de colonos de origen palestino, que formaron la colonia más grande fuera del Medio Oriente y españoles que huían de la Guerra Civil Española.
Hoy en día, los principales grupos de inmigrantes corresponden a los provenientes de los países fronterizos debido a la interacción de sus relaciones con Chile. La colonia más numerosa es la argentina, seguida por la peruana. Uno de los principales factores que han producido esta inmigración ha sido el importante crecimiento de la economía chilena durante las últimas décadas. De igual forma, la inmigración desde otros países latinoamericanos también ha sido de gran importancia.
Las reacciones de los ciudadanos chilenos ante la inmigración que recibe el país son diversas y muy similares a las de otros países receptores de inmigración. Para ciertos grupos, el crecimiento en el número de inmigrantes representa una "invasión" que quita oportunidades en el campo laboral a los nacionales y critican la política "permisiva" del Gobierno de turno. Incluso, ciertos grupos xenófobos y racistas han atacado violentamente a algunos inmigrantes (principalmente peruanos, bolivianos y afrodescendientes). En cambio, existen otros grupos que consideran beneficiosa la inmigración como forma de diversificación del país, planteando, además, que la inmigración es un proceso demográfico natural del ser humano y que también los chilenos han emigrado por diversas razones a lo largo de la historia.
Algunos estudios estiman que el 68% de los inmigrantes totales provienen de Sudamérica, mientras que el 32% proviene de otras partes del mundo principalmente Europa, y que el 50% proviene de países fronterizos [cita requerida].
Inmigración americana
Si bien durante toda su historia, Chile ha recibido a grupos de inmigrantes de origen latinoamericano, la estabilidad política y económica de la última década ha sido uno de los factores determinantes en la entrada creciente de inmigrantes de dicho origen al país. Aunque el mayor número corresponde al de argentinos y peruanos por su cercanía con el país, también ha ingresado un buen número de bolivianos, brasileños, canadienses, centroamericanos, colombianos, cubanos, ecuatorianos, estadounidenses, mexicanos, uruguayos y venezolanos que han encontrado acogida en el país, desempeñándose en diversas ramas del quehacer económico chileno.
Inmigración argentina
Se trata de un fenómeno de larga data que se remonta a la Independencia de Chile y a la época del Ejército de los Andes. Los primeros argentinos llegaron cuando se puso en marcha, en 1823, la Organización de la República de Chile luego de la Independencia, como fueron los casos de Manuel Blanco Encalada y Bartolomé Mitre. La colonia argentina siempre tuvo gran importancia. A mediados de la década de 1990, cuando los primeros síntomas de la crisis económica y social de Argentina se hacían notar y, sobre todo, cuando esta crisis explotó a fines del 2001, se produjo un éxodo masivo de más de 100.000 trasandinos, de tal forma que a principios del 2005 lograron ser la primera colonia extranjera en el país.
La colonia argentina se reparte entre la IV Región de Coquimbo y la IX Región de La Araucanía, y poseen gran influencia en la zona de la Patagonia debido a la cercanía de los diversos pueblos y la desaparición de la barrera geográfica de la Cordillera de los Andes. A diferencia de lo que ocurre con los otros inmigrantes de origen americano, los argentinos en general corresponden a profesionales especializados con un título ya obtenido, por lo que, en la mayoría de los casos, se desempeñan en empleos mejor remunerados que los demás inmigrantes latinoamericanos y de similar ingreso al de los chilenos, o han instalado locales principalmente gastronómicos que tienen gran aceptación por los nacionales.
Inmigración boliviana
La inmigración boliviana es mucho menor en comparación a las comunidades argentinas y peruanas en Chile, pero no deja de tener importancia con más de 20.000 inmigrantes al año 2008. Esto se debe principalmente a las tensas relaciones que han vivido ambos países principalmente desde la Guerra del Pacífico. Los continuos conflictos diplomáticos entre ambos países ha provocado la inexistencia de relaciones diplomáticas entre ambos estados desde mediados de los años 1970. A pesar de ello, miles de bolivianos entraron a Chile, asentándose principalmente en Arica y Calama, durante los años 1960 y desde fines de los años 1990, en busca de mejores situaciones económicas.
Por otro lado, es importante destacar la inmigración de parte de la élite boliviana principalmente con fines académicos. Algunos de los principales personajes de la política y economía de Bolivia han estudiado en Chile gran parte de su vida.
Inmigración ecuatoriana
En la actualidad, existen aproximadamente 15.000 ecuatorianos viviendo en el territorio chileno, cifra que ha aumentado explosivamente durante los años posteriores a 1990. Durante muchos años, Ecuador ha sido considerado como un país amigo de Chile.
Los inmigrantes ecuatorianos corresponden tanto a profesionales, principalmente en el rubro de salud, como a mano de obra no calificada que se desempeñan en diversos oficios.
Inmigración peruana
Aunque los inmigrantes del Perú han sido uno de los principales grupos de origen latinoamericano asentados en el país, su importancia ha aumentado durante los últimos años. Los lazos entre ambas regiones han sido fuertes desde la época colonial, El Reyno de Chile primero formó parte del Virreinato del Perú como una Gobernación y luego como una Capitanía General independiente desde 1798. Tras la Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile contra la alianza Bolivia-Perú entre 1879 y 1883, Chile incorporó los territorios peruanos del Departamento de Tarapacá, y las provincias de Arica, Tacna (hasta 1929) y Tarata (hasta 1925). En estas zonas del norte de Chile, que fueron chilenizadas desde 1910, se mantuvieron relaciones principalmente de carácter económico, cultural e incluso familiar.
A fines del siglo XX se comenzó a producir un rápido crecimiento de los inmigrantes peruanos en la zona central del país a causa de la prosperidad económica que tenía Chile. Aunque muchos inmigrantes peruanos también eran profesionales y ejercían cargos importantes en empresas, la mayoría de estos peruanos eran de origen socioeconómico bajo en busca de nuevas oportunidades para sus familias, por lo que comenzaron a desempeñarse en oficios de bajas remuneraciones, como obreros o asesoras del hogar, y estos pocos ingresos los enviaban a sus familias en su país de origen. Incluso, muchos de éstos ingresaban ilegalmente al país. Sin embargo, la crisis asiática que afectó a Chile desde 1998 provocó un alza en las cifras de desempleo, superando el 12%, mientras la inmigración peruana aumentaba. Estos hechos provocaron que la opinión pública comenzara a discutir sobre la situación de la colonia peruana en Chile, mientras muchas personas afirmaron que los inmigrantes estaban "quitando" los empleos de los chilenos.
En la actualidad, los inmigrantes peruanos forman una de las principales colonias extranjeras en Chile. Pequeña Lima le llaman en algunos grupos de peruanos a uno de los principales lugares de encuentro de la colonia peruana en las inmediaciones de la Plaza de Armas de Santiago de Chile, lo que ha motivado que algunos grupos cuestionen a las autoridades chilenas por permitir la utilización del centro histórico y símbolo de la ciudad por parte de los inmigrantes. Los peruanos en Chile se estiman en 85.000, residiendo principalmente en Santiago.
Otros inmigrantes americanos
Aunque no tienen la importancia de las colonias antes mencionadas, existe un importante número de inmigrantes provenientes de otros países del continente. Según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones en 2008, más de 10.000 personas provienen de los Estados Unidos,[2] los que han llegado al país principalmente para trabajar en empresas multinacionales por lo que poseen títulos profesionales y una buena situación económica.
En Chile se han asentado, según el mismo informe de la OIM, más de 9.000 colombianos, 8.900 brasileños, y 5.000 venezolanos.[3] Estas comunidades han llegado al país también en búsqueda de mejores oportunidades económicas o académicas, pero, en general, se han asimilado en la sociedad por lo que no sufren de xenofobia y son, en su mayoría, bien recibidos por los chilenos y se desempeñan en diversas actividades laborales o han establecido locales comerciales.
De igual forma, más de 3.000 cubanos se han establecido en Chile, la mayoría corresponde a personas con títulos profesionales. Durante los últimos años ha crecido el número de centros médicos atendidos por cubanos, los que han tenido gran éxito debido a sus bajos costos.
Inmigración europea
Un grupo étnico importante en la construcción de la sociedad chilena ha sido la inmigración proveniente de Europa.
Desde la independencia y a lo largo de los siglos XIX y XX, diversos grupos de inmigrantes europeos llegaron al país, principalmente: españoles, franceses, británicos, alemanes, italianos, croatas, holandeses, rusos, griegos, austríacos, belgas, judíos askenazí, suizos, armenios, polacos, húngaros, entre otros. Todos ellos tuvieron un importante impacto social, cultural y económico en el país. Las comunidades de inmigrantes se distribuyeron a lo largo del territorio. Así, los de origen germano tienen gran influencia en las regiones de la Araucanía, de los Los Ríos y de Los Lagos; los croatas en las ciudades de Antofagasta y Punta Arenas y los británicos en Santiago, Punta Arenas y Valparaíso, y en otras ciudades costeras debido a su estrecha relación con la Armada.
Aunque la mayoría de los inmigrantes de origen europeo provienen de la Europa Occidental, existen ciertas comunidades de menor envergadura provenientes de Europa del Este y el Cáucaso, que llegaron al país principalmente escapando de persecuciones en su contra durante la primera mitad del siglo XX. Los inmigrantes provenientes de Europa del Este principalmente eran judíos arribados a mediados del siglo XIX provenientes de la ex Unión Soviética, Polonia, Hungría, Rumania y la República Checa que llegaron al país escapando del nazismo y del comunismo entre las décadas de 1930 y 1950.
De igual forma, algunos inmigrantes caucásicos, principalmente de Armenia, se establecieron en Chile durante las primeras décadas del siglo XX, debido a las limpiezas étnicas realizadas por el Imperio Otomano en algunas zonas del oriente de la actual Turquía, Siria y el Líbano.
Inmigración alemana
El origen de la masiva inmigración de alemanes en Chile se encuentra en la denominada "Ley de inmigración selectiva" de 1845 que tenía por objetivo traer a personas de un nivel sociocultural medio y alto a colonizar zonas del sur de Chile, comprendidas entre Valdivia y Puerto Montt. Más de 6.000 familias llegaron a Chile solo durante este período.[4]
Los inmigrantes germanos lograron crear pujantes pueblos y comunidades en zonas casi vírgenes, cambiando por completo el panorama de las zonas sureñas. Gran muestra de este espíritu constructivo lo dejó en evidencia Carlos Anwandter, en donde proclamó a todos los colonizadores:
Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que más lo fuere, defenderemos a nuestro país adoptivo uniéndonos a las filas de nuestros nuevos compatriotas, contra toda opresión extranjera y con la decisión y firmeza del hombre que defiende a su patria, a su familia y a sus intereses. Nunca tendrá el país que nos adopta por hijos, motivos de arrepentirse de su proceder ilustrado, humano y generoso...
Posteriormente, se produjo una nueva gran oleada de inmigrantes alemanes que se estableció a lo largo de todo el país, especialmente en Temuco, Santiago y las principales zonas comerciales del país. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos judeoalemanes se establecieron en Chile huyendo del Holocausto. Tras la guerra muchos dirigentes y colaboradores de la Alemania Nazi intentaron refugiarse en la zona sur del país huyendo de los juicios en su contra. Paul Schäfer incluso fundó Colonia Dignidad, enclave alemán en la VII Región y en el que se produjeron violaciones a los derechos humanos.
Entre algunos destacados descendientes de alemanes en Chile se cuentan el Comandante Fernando Matthei Aubel, el Arquitecto Mathias Klotz, los tenistas Gabriel Silberstein, Hans Gildemeister, los atletas Sebastián Keitel, Marlene Ahrens Ostertag, los músicos Patricio Manns, Guillermo Frick, el ex Comandante en Jefe del Ejército René Schneider, el General de División Emilio Körner, los economistas Ernesto Schiefelbein, los políticos Miguel Kast, Evelyn Matthei, los empresarios Jürgen Paulmann, Carlos Heller, los pintores Uwe Grumann, Rossy Ölckers, presentadores de televisión como Karen Doggenweiler, Margot Kahl, el escritor César Müller, los actores Gloria Münchmeyer, Antonia Zegers, Aline Kuppenheim, Bastian Bodenhofer, etc, entre muchos otros.
Resulta difícil contabilizar la cantidad de descendientes de alemanes en Chile al día de hoy por la gran cantidad de tiempo transcurrido y porque se han ido mezclando con la población chilena desde hace más de 150 años. Debido a que muchas zonas del sur chileno estaban escasamente pobladas, las huellas de esa inmigración alemana son bastante notorias. Actualmente los descendientes de esos primeros inmigrantes viven en su mayoría en las grandes ciudades. De acuerdo al censo de 2002, residen en Chile cerca de 6.000 inmigrantes alemanes.
Inmigración austríaca
Los primeros austríacos que llegaron a Chile fueron refugiados tiroleses en la silesia prusiana, quienes se acogieron a los ofrecimientos de inmigración realizada a población alemana, por parte del Estado chileno de acuerdo a la "Ley de inmigración selectiva" de 1845. Estos inmigrantes se establecieron, casi en su totalidad, a orillas del lago Llanquihue. En 1875, colonos austríacos procedentes de Bohemia fundaron la localidad de Nueva Braunau cerca de Puerto Varas, en honor a su ciudad de procedencia, actual Brumov en la República Checa.
Luego de la disolución del Imperio Austrohúngaro en 1918, la inmigración austríaca continuó durante todo el periodo de entre guerras. Al partir de 1938 Chile se convirtió en destino de muchos emigrantes austríacos de origen judíos abandonaron el país luego de la anexión de Austria por parte de la Alemania Nazi. En 1940 en Santiago emigrantes austríacos fundaron la asociación Austria Libre como, que pronto contó con 2000 miembros y estuvo en contacto con otros grupos austríacos en el exilio de América. En 1943 Austria Libre se incorporó al Comité Central Austríaco de América Latina con sede en Montevideo.
Se estima entre 4.000 y 5.000 el número de austríacos que se habrían radicado en Chile en el transcurso del siglo XX.[5] Actualmente, de acuerdo al censo de 2002, residen en Chile 576 inmigrantes austríacos.
Inmigración británica e irlandesa
Apenas el puerto de Valparaíso abrió sus costas al libre comercio en 1811, los ingleses comenzaron a atracar en Valparaíso. Los primeros en llegar traían consigo herramientas, artículos de loza, lana y algodón, con instrucción de devolverse con cáñamo y cobre. Fue el primer intercambio de lo que sería una arraigada relación comercial entre Gran Bretaña y Chile.
En Valparaíso instalaron su colonia más numerosa e importante, levantando barrios de aspecto británico, colegios, clubes sociales y deportivos, organizaciones empresariales y periódicos. Aún hoy en día se aprecia su influencia en áreas tan distintas como la banca y la marina nacional, así como en algunas actividades sociales como el fútbol, la hípica o el consumo de té.
Los ingleses, galeses, escoceses e irlandeses llegaron a ser más de 32.000 en el apogeo del puerto de Valparaíso.[6] Principalmente durante la bonanza del salitre a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. La influencia de la colonia británica es decisiva para entender el auge y la decadencia del puerto de Valparaíso.
La colonia inglesa, además, tuvo gran importancia en la zona norte del país durante el auge salitrero, en los puertos de Iquique y Pisagua. John Thomas North, el rey del salitre, fue el principal empresario de la minería de los nitratos. Los británicos dejaron su legado plasmado en las calles del centro histórico de la ciudad de Iquique, fundando diversas instituciones, por ejemplo, un Club Hípico. Sin embargo, dicha presencia llegó a su fin, con la crisis salitrera, durante los años 1930.
En la actual región de Magallanes, también llegó un importante continengente de inmigrantes británicos, principalmente galeses. Del mismo modo, se instalaron familias británicas en otras zonas del país, tales como Santiago, Coquimbo, la Araucanía y Chiloé, entre otras zonas.
Actualmente los descendientes de británicos e irlandeses se encuentran disgregados por todo el territorio nacional. Personajes como Patricio Aylwin Azócar, Gustavo Leigh Guzmán, Alberto Blest Gana, Joaquín Edwards Bello, Carlos Condell de la Haza, Juan Williams Rebolledo, Patricio Lynch Solo de Zaldívar, Jorge O'Ryan, Benjamín Vicuña Mackenna, Bernardo Leighton, Enrique Mac Iver Rodríguez y Bernardo O'Higgins Riquelme destacan como algunos de los principales descendientes de las colonias británica e irlandesa en el país.
Los descendientes de británicos en Chile, según ciertas estimaciones, serían entre 350.000 y 420.000 mil personas.[7] Por su parte, de acuerdo al censo de 2002, residen en Chile 1.815 inmigrantes del Reino Unido y 140 irlandeses.
Inmigración croata
Una de las inmigraciones europeas más importantes en Chile, es la inmigración croata, cuyo número de descendientes en la actualidad se estima en 380.000 mil personas, lo cual equivale al 2,4% de la población del país.[8][9] Otros autores afirman, en cambio, que cerca del 4,6% de la población chilena tendría algún origen croata.[10] Siendo el segundo país del mundo con mayor número de descendientes de croatas luego de Bosnia.
Los primeros inmigrantes, provenientes desde la región de Dalmacia, llegaron a mediados del siglo XIX escapando de las guerras desatadas en esa zona o simplemente por pestes ocurridas en las islas del Mar Adriático. Las mayores concentraciones de croatas se encuentran en Santiago, Antofagasta y Punta Arenas, pero también existe una gran concentración en Viña del Mar, Porvenir y La Serena. Muchos descendientes de inmigrantes croatas del sur y norte de Chile se trasladaron posteriormente a la capital.
Arturo Givovich, es considerado el primer croata en Chile, habría llegado en el siglo XVII en un buque pirata inglés de sir Francis Drake, abandonado la nave y quedándose en tierra por amor. A mediados del siglo XIX tres marineros oriundos del litoral dálmata-croata, Antonio Letic, Antonio Zupicic y Esteban Costa (Kosta), son contratados por la Armada de Chile, y son destinados a la dotación del estrecho de Magallanes, arribando con él a las aguas en misión de abastecimiento y relevo del Fuerte Búlnes, erigido hacía escasos meses, en octubre de 1843.
Sin embargo, el grueso de los inmigrantes croatas llegaron a Chile en el período comprendido entre fines del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, contabilizando alrededor de 58.000.[11] En consecuencia, la colonia croata en Chile oficialmente era considera austro-húngara.
Los inmigrantes croatas se dedicaban especialmente al comercio. En Punta Arenas se dedicaron a las estancias, o a la explotación de oro, que se encontraba en el Cañón Baquedano principalmente. En el norte de Chile se dedicaron a la explotación del salitre. Diversas instituciones creadas por la colonia croata han persistido, como clubes, colegios, estadios, gimnasios, instituciones de beneficencia, entre otras. Las ciudades de Punta Arenas y Antofagasta son ciudades hermanas de la ciudad de Split, en Dalmacia.[12]
Inmigración española
Claramente, la inmigración española fue la más importante durante el período de la Colonia. Siendo Chile ya una República independiente, la inmigración hispana se estima en unas 40.000 personas que se radicaron entre 1880 y 1940. Con motivo de la Guerra Civil Española se produjo, a causa de la huida de españoles, la llegada a Chile de unas 3.000 personas, mayormente catalanes y vascos a fines de los años 1930. La mayor parte de ellos se embarcó hacia Chile gracias a Pablo Neruda, delegado chileno enviado a Francia a efectuar las gestiones pertinentes, en el barco Winnipeg. También llegaron casi 11.000 españoles a la Araucanía durante 1883 y 1901, luego de la ocupación.[13] A estos colonos se les adjudicaron tierras en la Depresión Intermedia y sus descendientes están radicados principalmente en Temuco, Concepción y Ercilla.
En la actualidad, la colonia hispana sigue siendo la principal del país teniendo su propio club de fútbol, Unión Española y más de 80 instituciones de diverso carácter a lo largo de Chile (benéficas, bomberiles, deportivas, filantrópicas, sociales, etc.). Se estima que unos 400.000 mil chilenos serían descendientes de españoles inmigrados a Chile durante el siglo XX, más 100.000 descendientes de españoles llegados a la Araucanía aproximadamente. De acuerdo al censo de 2002, en Chile habitan 9.531 inmigrantes españoles.
La inmigración vascaes una más de las corrientes emigratorias regionales españolas en Chile y al igual que las otras es amplia, notoria y continua a través del tiempo, pudiéndose dividir en períodos históricos: el descubrimiento, fundación y período colonial, la oleada de inmigración del siglo XVIII y las inmigraciones recientes (siglos XIX y XX). La diferencias con otras regiones de origen proviene del grupo que llegó entre 1750 y 1800 que iniciándose como comerciantes prosperaron y casaron con las hijas de los antiguos encomenderos de origen del sur de España y se hicieron dueños del podr económic, social y político. Este aspecto les ha dado una cierta preeminencia.
La presencia vasca en Chile comienza en el período de la conquista, pues en las huestes de los primeros colonizadores venía un contingente de naturales de las Provincias Vascongadas y de Navarra. En el siglo XVI, de las 157 familias de la Península que se establecieron en Chile, 39 de ellas tenían apellidos vascos. Dicho número a lo largo de la colonia fue aumentando progresivamente, destacando los numerosos gobernadores de origen vasco.
Durante el siglo XVIII, el país experimentó una masiva inmigración proveniente de las provincias vascongadas y de Navarra, llegando a constituir a finales del siglo XVIII un 27% de la población chilena.[14] Alzándose como el grupo regional más importante de la población, desplazando a los naturales y descendientes de nacidos en las regiones de Castilla la Nueva, Castilla la Vieja y Andalucía. Estas familias inmigrantes se dedicaron inicialmente de forma preferente al comercio, y en los años sucesivos se produjeron numerosos enlaces con familias de origen castellano poseedoras de tierras y títulos, dando origen a un nuevo grupo social conocido en la historia de Chile como "aristocracia castellano-vasca".
En la segunda mitad del siglo XIX tuvo lugar una nueva oleada de emigración vasca, esta vez tanto de las regiones española como francesa. Este flujo migratorio se extiende, con diversa intensidad, al menos hasta el fin de la Guerra Civil Española.
Para describir la relación vasco-chilena, se cita a Miguel de Unamuno quien decía para corroborarlo:
"Hay al menos dos cosas que claramente se le pueden atribuir al ingenio vasco: la Compañía de Jesús y la República de Chile".
Se estima en 1.600.000 (10%) y 3.200.000 (20%) los chilenos que ostentan algún apellido vasco.[15] [16] [17] [18]
Inmigración francesa
La inmigración proveniente de Francia ha tenido gran relevancia en el desarrollo histórico del país desde el siglo XVIII en adelante, particularmente en algunas zonas específicas como la Araucanía y el Bío-Bío. Entre los primeros inmigrantes franceses en Chile se cuenta a Claudio Gay y un hermano de Maximilien Robespierre.
La inmigración francesa comenzó en el siglo XVIII con la llegada de comerciantes en la época cuando se reunieron las coronas de España y Francia, quienes comenzaron a establecerse cada vez por mayor tiempo. Dicha presencia fue particualrmente importante la zona de Concepción y Talcahuano, se dice que hubo en un momento frente a Concepción más de 15 navíos franceses con 300 tripulantes y pasajeros a bordo.[19]
Entre 1810 y 1825, la inmigración francesa no es muy numerosa y se compone principalmente de exiliados políticos, antiguos militares y ciéntificos.[20] Hasta la 1860 la inmigración es espontánea, sin embargo hacia fines del siglo XIX se enmarca en las políticas de fomento a la inmigración europea para poblar los territorios del sur del país. Entre los años 1840 y 1940 se estima en 25.000 la entrada de franceses a Chile.[21] Otras informaciones señalan que entre mediados del siglo XIX y y comienzos del siglo XX el número total de franceses en Chile pasa de 1.654 personas en 1854 a alrededor de 10.000 en 1912.[20]
Los inmigrantes franceses han participado en el desarrollo de diversas actividades comerciales y profesionales en diversas ciudades del país, y en especial en la industria vitivinícola del Valle Central. Cuya presencia se fue consolidando con el paso del tiempo principalmente con el establecimiento de recintos educacionales (Alianza Francesa en distintas ciudades de Chile), y deportivos, como el Stade Française y el Sport Française, ambos en la capital. Son numerosos los apellidos de origen francés en Chile, entre los que se encuentran Morandais (Morandé), D´Harpe (Jarpa), L'Hôtelier (Letelier), y Lafourcade, entre otros.
Cifras estimativas hablan que cerca del 5% de la población chilena tiene algún ancestro francés [1] Del mismo modo, diversas personalidades del país ostentan apellidos de origen francés como por ejemplo: Benjamín Subercaseaux, Jorge Beauchef, Michelle Bachelet, Marta Brunet,Orlando Letelier, Enrique Lafourcade, Bartolomé Blanche, Emilio Duhart, Augusto d'Halmar, Alberto Fouillioux, Augusto Pinochet, Jacques Chonchol, Jaime Ravinet entre otros.
En la actualidad, de acuerdo al censo de 2002, residen en Chile 3.418 inmigrantes franceses.
Inmigración gitana
Los Gitanos romá chilenos provienen en su mayoría de ciertas regiones de la ex Yugoslavia principalmente Serbia y Rumania, y minoritariamente de otros países europeos.
Los Gitanos en Chile pueden dividirse en dos grandes grupos: el grupo "Rom" quien preside el señor Nicolich y el grupo "ludár", a cargo del señor Aristich dentro del grupo Rom se pueden distinguir algunos subgrupos, los cuales se caracterizan por algunos rasgos en común, pero se encuentran tan vinculados por costumbres y cultura que es difícil establecer límites entre ellos. Algunos de estos subgrupos son los "káwicis", los "koriánura",los "invasórure", los "cikaréstis", los "badunícura", los "khañárias", etc.
LLaman a su lengua Romané xoraxané. Los cuales hablan esta lengua en todas las labores tradicionales e incluso cuando está un "gajó" ('persona no gitana') presente. Existe entre los gitanos de Chile un incipiente proceso de alfabetización en castellano, el cual se manifiesta en que muchos de ellos ya saben leer y escribir en esta lengua, el Romané se opone al "(ga) jikané" (lengua de los "gajé" ('personas no gitanas') y al"ludár" --o "boiás"-- (dialecto rumano arcaico que hablan algunos gitanos que viven en Santiago de Chile). De acuerdo algunas investigaciones los fonemas del Romané hablado en Chile son alrededor de treinta.
En Chile existen más de 20.000 mil gitanos contabilizados oficialmente,[22]aunque se estima que pueden existir más Gitanos a lo largo del país.
Inmigración griega
Los primeros inmigrantes griegos llegaron durante el siglo XVI, provenientes de Creta, por lo que se apellidaron "Candia" en honor a la capital de la isla, actual Heraklion. El apellido, aunque persiste en la actualidad, se encuentra muy desvinculado de sus orígenes remotos.
La mayoría de los inmigrantes helenos llegaron a Chile a comienzos del siglo XX, escapando de la Primera Guerra Mundial y de la catástrofe de Esmirna, en Turquía. Las crónicas de la época señalan que la mayoría llegó atraída por la fama que había adquirido el norte chileno por la explotación del salitre y la riqueza que había en el país.
De acuerdo con El Mercurio de Antofagasta, entre los años 1920 y 1935, existían alrededor de 400 griegos en la ciudad nortina y alguna treintena en las oficinas salitreras. Desde entonces a la fecha se han sucedido alrededor de cuatro o cinco generaciones de descendientes de griegos. Algunos se han trasladado al sur y se agrupan mayoritariamente en Santiago, otros en Valparaíso, así como también en Talcahuano y Puerto Montt.
Entre algunos destacados chilenos de origen griego podemos mencionar los empresarios Constantino Kochifas, Andrés Varnavas, Jacobos Farandatos, Jorge Stamatiu, Demetrio Marinakis, Manolis Hadjikonstantis, Alejandro Caloguera, Juan Marinakis, los profesores Alejandro Zorbas, Irma Moscopulos, Fotios Malleros, Jorge Escopelito, el locutor Jorge Karamanos, Gabriel Mustakis, los periodistas Arístides Progulakis, Juan Constantinidis, Héctor Orfanoz, los actores Héctor Cucumides, Alexandros Jusakos, etc, entre muchos otros.
Hoy en día los inmigrantes griegos y sus descendientes se ubican especialmente en Santiago, Valparaíso y Antofagasta. El impacto demografico de esta inmigración se puede ver reflejada por ejemplo en que Chile es el país latinoamericano con más apellidos de origen griego.[23] Según datos de la la embajada de Grecia hay entre 90.000 y 120.000 mil descendientes, siendo Chile uno de los 5 países del mundo con más descendientes de griegos.[24]
Inmigración holandesa
La primera emigración desde Holanda hacia Chile se produjo en 1895, cuando una docena de familias holandesas se estableció entre 1895 y 1897 en Chiloé, particularmente en Mechaico, Huillinco y Chacao. En el mismo período arribaron otras familias las cercanías de Puerto Montt y a Villarrica.[25]
A principios del siglo XX, luego de la Guerra de los Boers llegaba a Chile un grupo bastante numeroso de holandeses provenientes de Sudáfrica, donde se habían establecido para trabajar en la construcción del ferrocarril. Luego de una larga permanencia en Campos de concentración ingleses, algunos de estos emigrantes decidieron regresar a su país de origen. Poco después de su regreso a Holanda, se les presentó la posibilidad de emigrar hacia Chile con ayuda del gobierno chileno.
El 4 de mayo de 1903, un grupo superior a los 200 emigrantes holandeses zarparon en el barco a vapor “Oropesa” desde la Rochelle (La Pallice) en Francia. En su mayoría, los emigrantes habían nacido en Holanda: 35% era originario de Holanda Septentrional y Holanda Meridional; 13% de Brabante del Norte, 9% de Zelandia e igual número de Güeldres. Sólo un decena de niños había nacido en Sudáfrica.
Un mes más tarde arribaron en tren a su destino final, la ciudad de Pitrufquén, instalándose definitivamente en el caserío Donguil. Otro grupo de holandeses llegó poco después a Talcahuano. La colonia holandesa en Donguil fue bautizada como Colonia Nueva Transvaal. Allí se establecieron más de 500 familias con el propósito de comenzar una nueva vida. Más tarde les seguirían otras veinte. Entre el 7 de febrero de 1907 y el 18 de febrero de 1909 arriba el último grupo de familias bóers.
Algunos destacados descendientes de holandeses en Chile son el deportistas Felipe Van De Wynwaard, el astronauta Alex Von Storch, el músico Peter Mociulski Von Remenjik, los políticos Jacqueline Van Rysselberghe y Rodrigo Van Weezel, los empresarios Carlos Honzik Hubka, Bernard Van Meer, entre otros.
En la actualidad se calcula en aproximadamente en 50.000 mil los descendientes de holandeses la mayoría ubicados en Malleco, Gorbea, Pitrufquén, Faja Maisan y alrededores de Temuco.[26] De acuerdo al censo de 2002, residen en Chile 707 inmigrantes holandeses.
Inmigración italiana
La inmigración italiana se produjo de manera espontánea y no correspondió a un período determinado. Durante la segunda mitad del siglo XIX, se concentró fundamentalmente en la ciudad de Valparaíso.
Hacia fines del siglo XIX la mayor parte de los inmigrantes italianos en Valparaíso, era originario de la Liguria, quienes fundaron la 6ª Compañía de Bomberos de Valparaíso (Cristoforo Colombo) y la Scuola Italiana, cuyo edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.[27]
Luego de la Guerra del Pacífico durante la auge de la Industria del salitre numerosos inmigrantes italianos, entre quienes se contaban comerciantes y empresarios, llegaron al norte del país, en primer lugar a Iquique y luego a Arica.
Paralelamente se instalaron familias italianas en La Serena, Isla de Maipo, en algunos barrios de Santiago, Concepción y Punta Arenas.
La Araucanía recibió un buen número de inmigrantes pocos años después de su ocupación militar por parte del ejército chileno, pues entre 1883 y 1901 llegaron más de 7.700 italianos[28] a colonizar la zona y posteriormente llegaron unos 700, en dos migraciones sucesivas, a fundar Capitán Pastene, y a asentarse en Lumaco y Purén.
Si bien la colonia italiana destaca por su particiación en el sector comercio, donde destacan compañías como Carozzi, Lucchetti, Falabella o Caffarena, también tuvo una importante participción en otras actividades (como en la industria de la construcción).
Una de las actividades a la que se dedicaron frecuentemente los italianos fue el deporte, principalmente el ciclismo y el fútbol, fundando en 1910 el Audax Club Ciclista Italiano, que derivaría en el actual Audax Italiano.
Según datos de la embajada el número de descendientes de Italianos en Chile es algo mayor a los 200.000, aunque un cierto porcentaje de estos son descendientes de italo-argentinos. De acuerdo al censo de 2002, actualmente residen en Chile 6.577 inmigrantes italianos.
Inmigración rusa
Los primeros testimonios que existen de la visita de rusos al territorio chileno datan de principios del siglo XIX, cuando ocurrieron diversas expediciones rusas de circunnavegación del globo. Así, se menciona a Chile en las memorias que los diversos marinos rusos hicieron de sus viajes, entre los que destacan Otto von Kotzebue y Fiodor Litke.[29]
En 1854 aparecen por primera vez en los registros censales, inmigrantes rusos residiendo en Chile. Estos primeros inmigrantes eran principalmente marinos, aventureros o comerciantes. Aunque también hubo profesionales como el médico Alexei Sherbakov, futuro cirujano de campaña de la Armada chilena en la Guerra del Pacífico.[29]
El periodo más activo de esta inmigración fue a fines del siglo XIX y principios del XX. En su mayor parte, arribaron a Chile procedentes desde Argentina. A comienzos del siglo XX,la mayoría de los inmigrantes procedentes del Imperio Ruso, pertencían a las minorías más discriminadas, particularmente judíos.[29]
Los inmigrantes rusos se asentaron originalmente en la zona de la Araucanía, en el periodo de la primera colonización de esta zona (1883-1901), donde llegaron algo más de 250 familias. Por su parte, a Chiloé llegaron otras 100 familias. Posteriormente, llegaron más inmigrantes escapando de los bolcheviques durante la Guerra Civil Rusa.
En este período se instala la primera capilla ortodoxa rusa del país, a cargo del padre Eleodoro Antipov. Hoy en día existen muchas instituciones ortodoxas, además de una iglesia ortodoxa rusa de estilo tradicional y varias capillas en Santiago de Chile, Valdivia y Concepción. En la comuna de Puente Alto a 30 minutos al sur de Santiago existe el Cementerio Ruso ortodoxo, propiedad de la colectividad rusa.
Entre algunas destacadas personalidades Chilenas de origen ruso podemos mencionar a los escritores Volodia Teitelboim, Daniel Emilfork, Alejandro Jodorowsky, al ex-Presidente de la Corte Suprema Marcos Libedinsky, a los académicos Sergio Melnick, Andrei Tchernitchin, Mario Grenoville, Andrés Zauschquevich, Dinko Pavlov, Leonardo Balabanoff, entre otras personalidades.
De acuerdo al censo de 2002, residen en Chile 638 inmigrantes rusos.
Inmigración suiza
La inmigración suiza en Chile tuvo lugar principalmente a fines del siglo XIX, entre 1883 y 1900, sobre todo a la zona de la Araucanía, particularmene en Victoria y Traiguén. Se estima que más de 8.000 suizos recibieron concesiones de tierras, donde muchos rehicieron una vida más próspera de la que llevaban en Suiza.[30] Sin embargo, debido a sus características idiomáticas y culturales, este grupo es confundido comúnmente con alemanes, franceses, e italianos.
A mediados del siglo XIX, la crisis económica en que se encontraba Europa, movilizó a los sectores más empobrecidos de la sociedad suiza a emigrar principalmente a Australia, América del Norte y Sudamérica. Al tratarse de inmigraciones económicas, el Estado asumió un papel regulador otorgando o denegando las solicitudes para abandonar el país. El interés migratorio hacia Chile, se inicia en forma oficial en el año 1853, fecha en que se conocen en Berna los primeros informes diplomáticos acerca de la experiencia alemana en el sur chileno.
A través de informes oficiales del consulado suizo de Valparaíso se describía a la población del país como gente amable y acogedora pero poco laboriosa, el clima como uno de los mejores de Sudamérica, pero propenso a sufrir los embates de la naturaleza. La relativa inestabilidad, la ausencia de industrialización y la escasez de profesionales y obreros calificados eran los aspectos negativos de los informes que desaconsejaban la eventual venida de profesionales suizos. Pero la fertilidad de la tierra, como asimismo los elevados salarios y el valor del peso chileno (un peso en esa época valía 5 Francos Suizos) eran presentados como los mejores alicientes para emigrar a Chile. Los informes consulares de 1854 y 1856 confirman esta situación, destacando en particular los esfuerzos del gobierno chileno por colonizar el sur de Chile, específicamente la Araucanía.
Sólo en 1881 el Consejo Federal autorizó a las agencias de inmigración operar en Suiza para reclutar emigrantes. El Consejo Federal después de años de examinar las ventajas y desventajas que traería autorizar la salida de emigrantes, plantea como premisa la condición de que las autoridades chilenas se empeñen en pacificar la Araucanía. El primer contingente de inmigrantes suizos partió en noviembre de 1883.
El primer grupo fue compuesto por 1.311 familias que llegarón a Chile el 19 de diciembre de 1883. Entre 1883 y 1886 se embarcaron hacia territorio de la Araucanía otras 12.602 personas. Las operaciones continuaron desarrollándose hasta 1890, año en que se registran 22.708 suizos repartidos en las 31 colonias fundadas en pleno corazón de la Araucanía.
Anteriormente ya habían llegado al país otras familias suizas, pero de modo espontáneo a colonizar el extremo sur del país. Entre abril de 1876 y mayo de 1877 llegó al sector de Magallanes (Punta Arenas y Agua Fresca) un contingente de inmigrantes suizos compuesto por 119 familias, en su gran mayoría campesinos provenientes del cantón de Friburgo.[31]
Estos agricultores recibieron del gobierno chileno algunas hectáreas de terrenos despoblados que procedieron a desmalezar y transformar –tras años de laboriosa constancia- en campos aptos para la siembra de forrajeras y hortalizas y para la crianza de ganado lechero.
Entre los principales personalidades con ascendencia suiza se encuentran los ex-presidentes Eduardo Frei Montalva y su hijo Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el académico José Joaquín Brunner y el ex-ministro de hacienda Hernán Büchi, etc.
Se calcula en 90.000 mil los descendientes de inmigrantes suizos, de los cuales 60.000 mil descienden de las colonizaciones patrocinadas por el Estado de Chile hace más de un siglo y los 30.000 restantes de emigrados durante la I y II guerras mundiales.[32]Siendo Chile uno de los países en Latinoamérica con más descendientes de Helvéticos.[33] De acuerdo al censo de 2002, actualmente residen en Chile 1.116 inmigrantes suizos.
Otras inmigraciones europeas
Inmigración armenia
La comunidad Armenia de Chile está compuesta por Armenios inmigrantes y sus descendientes. La mayoría llegó a Chile producto del genocidio producido por los turcos otomanos durante la Primera Guerra Mundial. Muchos de los armenios que llegaron a comienzos del siglo XX abandonaron Siria y el Líbano, entonces provincias del Imperio Otomano.
La colectividad Armenia de Chile es unas de las más importantes de Latinoamérica. Chile es uno de los países latinoaméricanos con mayor cantidad de descencientes de armenios. Siendo el 5 país del mundo receptor de los emigrados del genocidio Armenio luego de Rusia, Argentina, Estados Unidos, y Francia.[34] No obstante en la actualidad, de acuerdo al censo de 2002, residen en Chile tan solo 11 inmigrantes armenios.
Inmigración belga
La presencia belga en Chile se inicia oficialmente con la apertura, en 1832 de un consulado belga en Valparaíso, manteniendose importantes vínculos comerciales con el puerto de Amberes, durante todo el siglo XIX y comienzos del XX. A fines del siglo XIX comezaron a llegar algunos inmigrantes belgas, entre los que destacan algunos empresarios que instalaron fábricas textiles, asserraderos y fundiciones en el país. A su vez, en años posteriores, durante el siglo XX se instalaron en Chile algunos sacerdotes jesuitas belgas, entre los que destaca Gustavo Le Paige, fundador y director del museo arqueológico de San Pedro de Atacama que lleva su nombre. [35] Luego de la Segunda Guerra Mundial, entre 1947 y 1949 un grupo de familias belgas se instala en Chile Chico, en la Patagonia chilena. Muchos de sus descendientes viven hoy en diversas ciudades del país, fundamentalmente en Santiago.[36] De acuerdo al censo de 2002, residen en Chile 912 inmigrantes belgas.
Inmigración polaca
Si bien el origen de la presencia polaca en Chile data de mediados del siglo XIX, con el arribo del científico Ignacio Domeyko, quien llegaría ser rector de la Universidad de Chile. La inmigración polaca está compuesta principalmente por personas de origen judío y otras que huyendo de la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, no podían regresar a su patria bajo el régimen comunista. La mayor parte de los polacos en Chile llegaron a través de Argentina.
Entre algunas destacadas personalidades chilenas descendientes de polacos podemos mencionar al arquitecto Luciano Kulczewki, las actrices Katty Kowaleczko y Anita Klesky, los deportistas Rodrigo Goldberg y Hans Podlipnik, el ex-Presidente de la Corte Suprema Marcos Libedinsky, la ex-ministra Karen Poniachik, etc.
Judíos en Chile
Los primeros judíos llegaron a Chile con los conquistadores españoles. En la época de la Inquisición, debían ocultar en vida su ascendencia. Diego García de Cáceres, amigo y albacea testamentario del fundador de Santiago, Pedro de Valdivia, fue uno de ellos. En la época colonial, el más destacado personaje de origen judío de Chile fue el médico cirujano Francisco Maldonado de Silva, quien murió en la hoguera, quemado por la inquisición en 1639.
A partir de 1840 comienzan a instalarse los primeros judíos en Valparaíso, en especial franceses y alemanes. De allí en adelante, la presencia de los descendientes de Israel se expande por Santiago, Valdivia, Puerto Montt, Temuco, La Unión, e incluso en la Provincia de Atacama, adonde llegan atraídos por el negocio minero.
A fines del siglo XIX, llegan al país judíos que huyen de las políticas antisemitas de la Rusia zarista, instalándose en Santiago y en el sur del país. Un grupo de familias judías llegaron junto a otro grupo de alemanes y suizo-alemanes a fundar y colonizar la localidad de Contulmo.
A comienzos del siglo XX, comenzaron a llegar judíos sefarditas procedentes de Macedonia, en los balcanes. El censo de 1907 indica que habían 14 familias judías en Temuco, ya en 1920 habían 300 familias sefarditas. Además de los sefarditas se contabilizaban en Temuco 900 judíos de origen Polaco, ruso y ucraniano. También fue la primera ciudad chilena en tener una sinagoga y un Club Israelí.
A partir de 1933 y hasta 1939, un nuevo grupo de judíos llega al país, huyendo de las persecuciones impuestas por el régimen nazi en Alemania, Austria y Checoslovaquia. Al final de la Segunda Guerra Mundial llega otro grupo, no muy numeroso, de sobrevivientes de los campos de concentración.
La comunidad judía en Chile fluctúa entre diversas estimaciones. Según El Anuario Judío-Americano 2005 y el Congreso Judío Latinoamericano la población judía en Chile asciende a 21.000 miembros, siendo la tercera comunidad en Sudamérica (detrás de Argentina y Brasil).[37][38] Otras cifras estiman la comunidad judía en 75.000 mil miembros.[39] Entre ellos, destacan premios Nacionales, empresarios, artistas, políticos, entre otros. Por ejemplo: Marcos Libedinsky, Roberto Zahler, Sebastián Rozental, Daniel Schweitzer, José Weinstein, Clarisa Hardy, Eduardo Bitrán, Karen Poniachik, Mario Kreutzberger, Patricia Politzer, Ricardo Israel, Bastian Bodenhofer, Aline Kuppenheim, Jorge Schaulsohn, Lily Pérez, Anita Klesky, Jael Unger, Nissim Sharim, Shlomit Baytelman, Leonardo Farkas, Julio Dittborn , Alex Zizis, Katty Kowaleczko, etc.
Inmigración del Medio Oriente
Inmigración árabe
Se estima que cerca del 4% - 5% de la población chilena es descendiente de inmigrantes de origen Árabe, principalmente palestinos, sirios y libaneses. Una de las principales colectividades en el país con más de 800.000 mil descendientes.[40] principalmente palestinos los cuales llegaron a principios del siglo XX escapando del Imperio Otomano debido principalmente a que profesaban la religión cristiana, la dominación opresiva y posteriormente la situación económica y el estallido de la primera guerra mundial. Cabe señalar que la opresión turca otomana (sunitas) no sólo se vio reflejada en la minoría cristiana de Siria, Palestina y Líbano, sino que en contra de los musulmanes chiitas que arribaron a toda la costa atlántica siendo mayoría en la región y que algunos pasaron vía Argentina a Chile a comienzos del 1900 localizándose a lo largo del país aportando con su cultura y trabajo al desarrollo de Chile. A su llegada los árabes, se dedicaron a trabajar principalmente en el sector comercial. La colectividad palestina, a pesar de sus diferencias culturales con la sociedad chilena, logró compenetrarse y formar parte importante de la clase media del país, aunque algunos de sus miembros ostentan algunas de las riquezas más grandes del país. Aunque el Barrio Patronato, en Santiago y la ciudad de La Calera fueron sus principales centros de residencia, reunión y comercio por muchos años, en el último tiempo se han desplazado a lo largo de la ciudad de Chile y comunas de Santiago como, Las Condes, Providencia, Ñuñoa y Recoleta.
En Beit Yala, tanto como en Bet Sahur o en Belén, se sabe más de Chile de lo que cualquier santiaguino común sabe de Medio Oriente. Porque todos allí tienen familia acá, a 20 mil kilómetros de distancia. Primos lejanos, tíos en quinto grado, sobrinos y sobrinas de ultramar que cada vez que se dejan caer convulsionan la vida de sus parientes, más acostumbrados a los disparos y a los uniformes militares que a las visitas sorpresa. Todos forman una gran familia extendida que incluye a los palestinos-chilenos, aquéllos descendientes de los miles de Aziz, Jalil y Hannah que cambiaron las túnicas por el traje "a la europea" y se embarcaron rumbo a América desde 1860.
En la misma época en que 50 millones de almas escapaban de Europa al nuevo continente, y los países de este lado del Atlántico instalaban sus agencias de inmigración en Alemania y Francia, los palestinos se sumaban al gran desplazamiento humano. Se venían por las suyas. Nadie los invitaba, nadie los recibía. Hoy en Chile los descendientes de esa generación suman alrededor de 500 mil. No existe una cifra exacta, pero sí un récord que todos repiten: es la comunidad palestina más grande fuera del mundo árabe. A eso se debe que los obituarios del último tiempo de "El Mercurio" se repleten de nombres orientales. Son las víctimas de la incursión israelí a Beit Yala, Bet Sahur y Belén, con tantos deudos allá como en La Calera, Santiago o Curicó. La repercusión más triste de una inmigración que se encontró con dificultades que pocos quieren recordar, y que en menos de tres décadas pasó de los conventillos, la venta ambulante y la discriminación a la plena integración, y en más de algún caso, a las grandes fortunas.
El gran flujo migratorio árabe parte en 1860 y se extiende hasta 1900. Se calcula que los árabes que vinieron a América alcanzaron el millón de personas
Hasta 1918 los palestinos migraron con pasaporte turco. Los puertos de salida eran Beirut, Haifa y Alejandría; y el trayecto se hacía vía Génova y Marsella.
Hasta fines del siglo XIX, la población de Palestina bordeaba los 600 mil habitantes. En aquel entonces el número de judíos era de 35 mil. En 1931 había 1 millón de habitantes: 73 por ciento de musulmanes, 17 por ciento de judíos y 9 por ciento de cristianos.
Las grandes concentraciones de emigrantes sirios, palestinos, libaneses y sus descendientes están en Brasil, Argentina y Chile. Se estima que en América Latina sumarían 25 millones.
En 1940 la Guía Árabe de Chile estimaba en 13.466 el número de árabes en Chile.
El 61% de los árabes llegados a nuestro país lo hizo entre 1900 y 1930. Más del 60% de árabes que llegaban tenían entre 10 y 30 años.[2]
En 1912 aparece Al Muerched, el primer periódico chileno escrito en árabe. Se calcula que existieron como mínimo 12 publicaciones del tipo durante los 40 años de inmigración
Actualmente la inmigración árabe, especialmente palestina sigue siendo importante, aparte de la llegada de ellos por sus propios medios a nuestro país, en abril del año 2008 llegaron a suelo chileno más de 120 refugiados palestinos. Luego de una inmigración constante con el paso de los años, la colectividad palestina en Chile pasó a ser la más grande del mundo fuera del Medio Oriente, con alrededor de 500.000 mil miembros.[3][4] Además de la fuerte influencia y variada diversidad en ámbitos del quehacer nacional, un hecho que demuestra su gran presencia es la convocatoria de al menos 7 futbolistas chileno-palestinos (como Roberto Bishara) en la selección de fútbol de Palestina durante las clasificatorias asiáticas de la Copa Mundial de Fútbol de 2006. También se ve reflejada la influencia de esta comunidad en el deporte es en el Estadio Palestino y en el club de fútbol de Primera División Palestino.
De igual manera, existen en el país comunidades de oringen Sirio y el Líbanes aunque en una menor proporción respecto de los palestinos. Estas comunidades del Medio Oriente profesan principalmente el Catolicismo y en menor grado existen ciertos miembros de la Iglesia ortodoxa, el judaísmo y el Islam aunque este claramente presenta un incremento en su difusión a nivel académico y comunicacional y en la conversión de chilenos nativos a la fe y cultura árabe musulmana. Destaca en la difusión su página web www.islamchile.com
Producto de esta inmigración se publicaron varios periódicos En lengua árabe en Chile:
-Al Murched -Al Watan -Al Munir -Aschabibat -Al Hadi
En español:
-La Reforma -Mundo Árabe -Jeque
Inmigración de Oriente y Asia meridional
En los últimos años ha aumentado considerablemente las colonias de países del Lejano Oriente (chinos, japoneses, surcoreanos y taiwaneses) y del Asia meridional (indios, pakistaníes y afganos).
Inmigración coreana
Durante los últimos años, también ha crecido la comunidad proveniente de Corea (principalmente, Corea del Sur) con cerca de 3.000 miembros. Es probablemente una de las colonias más cerradas ya que casi no ha logrado homologarse con el resto de la comunidad y la mayoría está concentrada en el Barrio Patronato donde poseen fábricas textiles y comercios del rubro.
Inmigración china y taiwanesa
Entre los primeros chinos en Chile se encuentran los llamados culíes (o coolies en inglés), que en el siglo XIX trabajaban en condiciones de semi-esclavitud en Perú, y que se quedaron en Chile luego de que los territorios del norte fuesen anexados al país con la Guerra del Pacífico.
El grueso de la comunidad china en Chile es de reciente data y tiene cerca de 10.000 miembros, pero ha explotado durante los últimos años. La mayoría de los inmigrantes provienen de la República Popular China, país con el que Chile ha establecido importantes nexos comerciales (en la actualidad, China es el principal destino de las exportaciones nacionales) por lo que la mayoría corresponden a comerciantes de productos importados. Aunque la mayoría vive en Santiago, existe una gran cantidad de residentes en Arica e Iquique. También muchos inmigrantes de Taiwán llegaron a Chile desde la década de los años 1950s en adelante e instalaron pequeños barrios chinos en Iquique, Antofagasta, y Santiago. Actualmente la comunidad taiwanesa residente en Chile consta de 9.050 miembros.
Inmigración japonesa
La comunidad japonesa en Chile consta de cerca de 3.800 miembros, según cifras de la embajada nipona. A diferencia de la china, esta colonia data de mucho tiempo atrás pero nunca llegó tal número de miembros como para crear una comunidad de importancia. Esto ha producido que la mayoría de los nisei-chilenos estén completamente homologados al resto de la sociedad nacional.
Inmigración india, pakistaní y afgana
Las comunidades provenientes de India y Pakistán son pequeñas pero han crecido rápidamente en la última década, de forma similar a la colonia china. En Iquique se han instalado muchos comerciantes por la ZOFRI, logrando incluso la construcción de la Mezquita Bilal en dicha ciudad para su comunidad musulmana, aunque ambos se concentran principalmente en la zona poniente de la capital. Ambos grupos migratorios, a pesar de su corta existencia, tienen un alto número de residentes que alcanzan cerca de 5.000 miembros. De igual forma, algunos inmigrantes de Afganistán, principalmente de etnia pashtún, se establecieron en Chile como refugiados durante la década de los años 1980s, debido a la invasión soviética de Afganistán, y también en la década de los años 1990s, debido a los conflictos internos que sufrió el país asiático, en una cantidad marginal en cualquier caso.
Cifras de inmigración
Año | Población total | Población inmigrante | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Total | % | Europeos | Americanos | Otros | ||
1865 | 1.819.223 | 21.982 | 1,21% | 53,7% | 41,4% | 4,9% |
1875 | 2.075.971 | 25.199 | 1,21% | 62,3% | 33,0% | 4,7% |
1885 | 2.057.005 | 87.077 | 4,23% | 30,1% | 67,2% | 2,7% |
1907 | 3.249.279 | 134.524 | 4,14% | 53,3% | 42,7% | 4,0% |
1920 | 3.731.593 | 114.114 | 3,06% | 60,0% | 31,2% | 8,9% |
1930 | 4.287.445 | 105.463 | 2,46% | 60,0% | 24,6% | 15,4% |
1940 | 5.023.539 | 107.273 | 2,13% | 67,2% | 21,7% | 11,1% |
1952 | 5.932.995 | 103.878 | 1,75% | 55,9% | 23,4% | 20,7% |
1960 | 7.374.115 | 104.853 | 1,42% | 60,9% | 26,1% | 13,0% |
1970 | 8.884.768 | 90.441 | 1,02% | 53,3% | 34,4% | 12,3% |
1982 | 11.275.440 | 84.345 | 0,75% | 31,8% | 54,5% | 13,7% |
1992 | 13.348.401 | 114.597 | 0,86% | 20,1% | 65,1% | 14,8% |
2002 | 15.116.435 | 184.464 | 1,22% | 17,2% | 71,8% | 11,0% |
La tabla anterior muestra que el porcentaje de inmigrantes sobre la población total de Chile nunca ha sobrepasado el 5%. El predominio europeo de los inmigrantes llegó a sobrepasar el 67% de los mismos; el caso del censo de 1885 es de especial interés pues el porcentaje de latinoamericanos es ostensiblemente mayor que los del Viejo Continente debido a que a los habitantes de los recién incorporados al mapa nacional territorios ganados en la Guerra del Pacífico se les censó como extranjero debido a que lógicamente habían nacido en Perú y Bolivia, naciones que antes ostentaban aquellas zonas. Luego los inmigrantes europeos nuevamente toman la delantera con las oleadas provenientes de la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española. Mas a partir del censo de 1982 se nota un claro predominio de los nuevos inmigrantes latinoamericanos, que comienzan a acaparar cerca del 75% de la cuota de inmigrantes en el país, sobre todo provenientes desde Perú y Argentina.
- Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda, 2002, INE.
Notas
- ↑ [Rolando Mellafe (1959): "La introducción de la esclavitud negra en Chile. Tráfico y rutas", Universidad de Chile (Departamento Historia Instituto Pedagógico). Santiago]
- ↑ Caracterización de la Migración y Política Migratoria en Chile.
- ↑ Caracterización de la Migración y Política Migratoria en Chile.
- ↑ Discurso del presidente alemán Johannes Rau con ocasión de la concesión del doctorado honoris causa en la Universidad Austral de Chile, 25 de noviembre de 2003.
- ↑ Embajada de Austria en Chile.
- ↑ Inmigración británica en Valparaíso.
- ↑ .Inmigración británica en Chile.
- ↑ Diaspora Croata..
- ↑ hrvatski.
- ↑ Libro «Ludi Keko i Luka Milić, kirurg» de Nicolás y Domingo Mihovilović.
- ↑ Croacia y Chile.
- ↑ Dalmacia.
- ↑ Etapa de la emigración alemana en Chile.
- ↑ Vascos en Chile.
- ↑ Diariovasco.
- ↑ vascos Ainara Madariaga: Autora del estudio "Imaginarios vascos desde Chile La construcción de imaginarios vascos en Chile durante el siglo XX".
- ↑ Basques au Chili.
- ↑ Contacto Interlingüístico e intercultural en el mundo hispano.instituto valenciano de lenguas y culturas.Universitat de València Cita: " Un 20% de la población chilena tiene su origen en el País Vasco".
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- ↑ a b La emigración francesa en Chile, 1875-1914: entre integración social y mantenimiento de la especificidad
- ↑ cl.htm La emigración francesa en Chile 1840-1940
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- ↑ Griegos de Chile.
- ↑ viajerosgriegos
- ↑ Egbert Hageman http://members.tripod.com/jans_chile.cl/holandeses1.htm Holandeses. Los pirmeros antecedentes
- ↑ Tripod jans in Chile
- ↑ La Inmigración italiana
- ↑ Etapas de la inmigración alemana en Chile
- ↑ a b c Embajada de la Federación de Rusia en la República de Chile. Los primeros rusos en Chile.
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|primero=
ignorado (se sugiere|nombre=
) (ayuda); Parámetro desconocido|último=
ignorado (se sugiere|apellido=
) (ayuda) - ↑ Swissinfo.
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- ↑ Belgas.
- ↑ Belgas en Chile.
- ↑ American Jewish Year Book, American Jewish Committee Archive,2005, pag.
- ↑ Chile, Congreso Judío Latinoamericano
- ↑ población judía mundial 2008.
- ↑ descendientes de árabes en porcentajes.