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Conflicto árabe-israelí

Israel y Las naciones árabes.
Fecha Principios del siglo 20-presente
Lugar Oriente Medio
Resultado En curso
Beligerantes

Las naciones árabes

Israel

El conflicto árabe-israelí es aquel entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes, en particular los palestinos. Su definición, historia y posibles soluciones son materia de permanente debate, y los problemas que incluye varían con el tiempo. Al día de hoy, las principales cuestiones son la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas, el estatus de la parte oriental de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados palestinos, el reconocimiento de Israel y Palestina y de su derecho a existir y vivir en paz al abrigo de amenazas y actos de fuerza, así como la relación de Israel con Siria y el Líbano. Actualmente Israel tiene tratados de paz vigentes con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia pacífica.

Historia

Durante varios siglos; el pueblo judío vivió dividido en varios países del mundo, especialmente en Europa, en lo que se conoce por Diáspora. La convivencia de éstos con el resto de europeos no siempre fue fácil, las persecuciones y pogromos especialmente en la Europa del Este a finales del siglo XIX fueron determinantes para la aparición y auge del sionismo político, que reclamaba un Estado propio para todas las comunidades judías dispersas por el mundo. Los sionistas culturales subrayaban la importancia que tenía convertir a Palestina en un centro para el crecimiento espiritual y cultural del pueblo judío. En la época en la que se fundó el sionismo, Palestina formaba parte del Imperio otomano y estaba habitada por cristianos y musulmanes en su gran mayoría, y una pequeña comunidad de judíos religiosos que, aunque minoritaria, tenía una implantación significativa especialmente en Jerusalén y alrededores.

Mapa del territorio bajo el Mandato Británico de Palestina antes de la creación del reino de Transjordania.

En 1914 el Imperio otomano decidió entrar en la Primera Guerra Mundial y el gobierno británico empezó a ver al movimiento sionista como un posible aliado en una guerra que parecía desarrollarse mal para los aliados. Hacia 1917, David Lloyd George y Arthur Balfour, primer ministro y secretario de exteriores respectivamente, buscaban alianzas que pudieran mejorar el curso de la guerra. Se consideró entonces que los judíos podrían ser doblemente útiles, ayudando a sostener el frente oriental y estimulando el esfuerzo bélico estadounidense. Fue así como se produjo el 2 de noviembre de 1917 la Declaración de Balfour, por la que el Reino Unido se declaraba favorable a los planes sionistas de creación de un hogar nacional judío en Palestina. La victoria sobre los otomanos dejaría al gobierno británico con el control de Palestina en los siguientes treinta años, en forma de Mandato de la recientemente creada Sociedad de Naciones[1]

Durante los años 20 el número de judíos en Palestina se incrementó notoriamente: en 1922 su número era de 83.790 sobre una población total de 752.048; en 1929 había 156.481 en una población total de 992.559, duplicando su población en siete años. La inmigración judía se canalizaba a través de la Organización Sionista Mundial, cuya figura principal era Jaim Weizmann, y vinculada con la Agencia Judía para Palestina, que ejercía como un gobierno para los judíos de Palestina, comprando tierra y construyendo escuelas y hospitales. La principal figura de la organización hacia la mitad de los años treinta era David Ben Gurión.[2]​La filosofía de Ben Gurión y sus colegas era la de construir Sion, forjando una nación judía.[3]​ Los árabes no poseían instituciones similares a las que los judíos estaban desarrollando, debido al feudalismo que aún existía y que permitía a los clanes más poderosos dominar a la mayoría de la población, destacando los continuos enfrentamientos entre los Husseinis y Nashashibis.[4]

Palestina estuvo relativamente tranquila entre 1922 y 1928, momento en que se desató la violencia en Palestina en forma de enfrentamientos entre árabes y judíos y entre los propios árabes en la Barrera Oeste de Jerusalén. En agosto de 1929 estos enfrentamientos se saldaron con la Matanza de Hebrón, de Safed y de otras comunidades judías palestinas en 1929. El resultado de estos incidentes fue la muerte de 133 judíos y 116 árabes, y una reinterpretación a la baja de la Declaración Balfour y de las aspiraciones sionistas: dos comisiones británicas, bajo el mando de Walter Shaw y John Hope-Simpson, intentaron redefinir la política británica en Palestina, identificando el miedo de los árabes ante la inmigración y la compra de tierras por parte judía como principal causa de las dificultades entre ambas comunidades. La recomendación de Hope-Simpson de que las características del territorio sólo admitirían 20.000 inmigrantes judíos más, provocó el rechazo de los sionistas. Sin embargo, en febrero de 1931, el Primer Ministro británico Ramsay MacDonald escribió a Weizmann indicándole que su gobierno no tenía intención de prohibir la inmigración judía, debido principalmente a que la situación en Palestina parecía haberse calmado nuevamente. Sin embargo, esta calma relativa no duraría mucho tiempo: el desarrollo político europeo cambiaría por completo el conflicto árabe-israelí. El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler llegó al poder en Alemania y en marzo ya había asegurado su dictadura.[5]

Campo de concentración de Buchenwald.

El incremento del antisemitismo en Alemania y Rumanía hizo que un gran número de judíos se marchara de Europa, teniendo a Palestina como única opción debido a las restricciones inmigratorias de los Estados Unidos. En 1936, la población judía se había incrementado hasta los 370.483 sobre una población total de 1.336.518.[6]​ La reacción árabe contra lo que ellos consideraban una transformación desagradable del país fue la Revuelta Árabe, que empezó el 15 de abril de 1936 con el asesinato de un judío cerca de Nablús. La escala de la revuelta dio lugar a un despliegue importante de fuerzas británicas, así como a la simpatía oficial de éstas en la Haganá, la fuerza defensiva de la Agencia Judía.[7]

La Comisión Real Palestina, bajo mando de Lord Peel, fue encomendada con la labor de investigar las causas subyacentes de los disturbios y de recomendar una solución para lidiar con las quejas legítimas de árabes y judíos. Su máximo exponente, el profesor Reginald Coupland de la Universidad de Oxford, llegó a la conclusión de que existían en Palestina dos culturas claramente diferenciadas: una árabe de origen asiático y una judía de origen europeo. Considerando que dos culturas tan contrastadas no llegarían a convivir en un sólo Estado, Coupland propuso como única solución la partición en dos Estados distintos. Coupland consiguió convencer a sus colegas de la Comisión e incluso a Weizmann, quien se convirtió en un defensor de la partición. Aun así, no todos los sionistas estaban a favor de la partición y los árabes se oponían frontalmente a ella.[8]

Hacia finales de 1937, los británicos empezaron a abandonar su apoyo a la idea del hogar judío y a la partición del Mandato puesto que buscaban asegurarse la simpatía árabe en la situación prébelica que preludiaba la Segunda Guerra Mundial. Una nueva declaración, conocido como Libro Blanco, fue patrocinado por Malcolm MacDonald, ministro británico de Colonias, que supuso un giro completo de la política británica en Palestina y el fin de su compromiso con los judíos iniciado dos décadas antes mediante la Declaración Balfour. El Libro Blanco fue publicado semanas antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y establecía que en el plazo de diez años Palestina se convertiría en un solo Estado independiente gobernada en común por árabes y judíos. Según el nuevo plan, la inmigración judía se limitaría a 75.000 personas en los siguientes cinco años y con el previo consentimiento árabe (lo que en la práctica suponía el cierre a la inmigración legal en vísperas del inicio de la guerra), de modo que los judíos mantuviesen siempre un estatus minoritario.[9]

A pesar de que muchos árabes se dieron cuenta de que la nueva declaración favorecía en gran medida sus aspiraciones, el gobierno egipcio y algunos de los principales líderes palestinos como el exiliado Amin al-Husayni la rechazaron por considerarla insuficiente. La alianza del líder palestino con el Tercer Reich, que incluyó el reclutamiento de una división de musulmanes bosnios para las SS, dañarían de manera incalculable la causa palestina, al asociarla con el régimen nazi.[10]

En el caso de los judíos, la nueva política del gobierno británico plasmada en el Libro Blanco, cuya vigencia se mantuvo durante la guerra, fue vista como un acto de relación, pese a lo cual mantuvieron su apoyo a Gran Bretaña en el inminente conflicto bélico. En noviembre de 1938, la Reichskristallnacht, en la que los nazis dieron rienda suelta al completo terror de Estado contra los judíos, reveló las verdaderas intenciones del III Reich y provocó la emigración judía.[11]

El impedimento por parte de las autoridades británicas de la inmigración judía hacia Palestina (como puso de relieve el caso del barco SS Struma[12]​) confirmó la creencia judía de que la protección podía ser alcanzada únicamente mediante la construcción de un Estado donde los judíos pudieran controlar su propio destino, motivo por el cual la Haganá empezó a comprar y a fabricar armas. Más problemáticas para los británicos fueron las actividades de otros dos grupos judíos clandestinos: el Irgun Zvai Leumi (Organización Militar Nacional) y el Leh'i (Luchadores por la Libertad de Israel), que representaban la tradición de extrema derecha del sionismo, en conflicto con la Agencía Judía y el movimiento oficial.[13]

En febrero de 1944, el Irgún, dirigido por un joven judío polaco, Menahem Begin, proclamó que los británicos habían traicionado al pueblo judío y declaró la guerra al Mandato.[14]​ El Lehi había sido creado por otro judío polaco, Abraham Stern, cuyo rencor hacia los británicos hizo que simpatizara con los propios alemanes. El 6 de noviembre de 1944, sus miembros asesinaron a Lord Moyne, el ministro británico en Medio Oriente. Este hecho provocó la antipatía de Winston Churchill, amigo cercano de Moyne, quien había planeado desarrollar el Estado judío justo después de la guerra.[15]

La partición de Palestina y la creación de Israel

En aquel momento, gran parte de Medio Oriente estaba bajo control británico, con intereses en el Golfo Pérsico y con bases aéreas en Iraq. De los estados limítrofes con Palestina, Líbano y Siria habían sido liberados del Mandato francés en 1943 y 1946 respectivamente. Egipto mantenía relaciones importantes con los británicos debido al tratado de 1936, cuyo elemento más importante era la zona del Canal de Suez. Transjordania se independizaría en 1946, pero estaba estrechamente vinculada a Gran Bretaña. En un momento que se iba a demostrar histórico para los árabes palestinos, éstos carecían de las necesarias estructuras políticas y de liderazgo, incapaces de copiar la bien organizada estructura política de los judíos con la Agencia Judía. En opinión de algunos autores, el mundo árabe en general, y el árabe palestino en particular, se encontraban en una condición de desventaja para resistir al desafío sionista que se avecinaba.[16][17][18]​ En opinión de otros historiadores, como Joan B. Culla,[19]​ el maximalismo de la posición árabe impidió aprovechar las oportunidades de que dispusieron en los distintos procesos negociadores, priorizando la expulsión de los judíos y los intereses propios de los nuevos estados árabes vecinos de la zona (incluso la posibilidad de anexionarse la parte árabe de Palestina[20]​), por encima de los intereses de la población árabe palestina y del derecho reconocido a estos para disponer de su propio estado.[21]

La escena internacional

El presidente estadounidense (1945-1953) Harry S. Truman.

El presidente estadounidense de turno, Harry S. Truman tenía cierta simpatía por la causa judía[22][23][24][25][26]​ pero, en la práctica, Truman solamente dirigió su atención hacia Palestina después de un intento fallido de persuadir al Congreso de permitir a un gran número de judíos establecerse en los Estados Unidos. El 31 de agosto de 1946 pidió formalmente al gobierno británico que emitiese 100.000 certificados de inmigración, señalando que "ningún otro problema es tan importante para quienes han conocido los horrores de los campos de concentración". La respuesta británica fue negativa, señalando que en los campos europeos había muchas víctimas de Hitler y que los judíos no debían ponerse a la cabeza de la lista. El tono de la contestación británica mostraba hasta qué punto la actitud británica se había alejado de la simpatía pro-sionista de 1944, y se abría así el camino para la lucha de los judíos contra los británicos en el mandato de Palestina en Palestina, cuyo atentado más famoso fue contra el cuartel general británico, alojado en el Hotel Rey David de Jerusalén, que causó 91 muertos, y que a la larga condujo a los británicos fuera de Palestina y allanó el camino para la creación del Estado judío.[27]

El 29 de noviembre de 1947, tras múltiples disputas diplomáticas, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Plan de Partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, ni compactos ni homogéneos, divididos en tres respectivas porciones apenas unidas. El proyecto atribuyó a los árabes el 46% del territorio (11.500 km²) y a los judíos el 54% (14.100 km², de los cuales 11.750 km² correspondían al desierto del Néguev). Jerusalén y su área circundante, incluida Belén, conformarían un corpus separatum de 700 km² bajo la administración del Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas. Además, este plan preveía la retirada del ejército británico del Mandato antes de agosto de 1948 y la fijación de las fronteras entre los dos Estados y en la propia Jerusalén.

Los judíos aceptaron el Plan, a pesar de no estar de acuerdo con los términos de un reparto que hacían indefendible y poco viable el territorio asignado, pero los árabes lo rechazaron de plano. El Alto Comité Árabe (el organismo de la dirigencia árabe-palestina) calificó de "absurdos, impracticables e injustos"[28]​ tanto el reparto como la propuesta federal y, viendo perdido el terreno diplomático, amenazaron con la guerra para defender la Palestina árabe.

El 14 de mayo de 1948 expiró el Mandato Británico de Palestina. Un día antes, los judíos proclamaron la independencia del Estado de Israel en su parte del territorio otorgada por el Plan de Partición de la ONU, debido a la festividad del sabbat. Esta declaración provocó como reacción inmediata la invasión de los ejércitos de la alianza árabe, dando así inicio a la guerra árabe-israelí de 1948.

Ben Gurion, que inauguró el cargo de primer ministro del flamante Estado de Israel, aceptó la partición de Palestina en territorios israelíes y territorios palestinos que la ONU estableció en 1947. Pero tenía un viejo pensamiento de fondo: en carta a su mujer confió que

un Estado judío "parcial" –un proyecto de 1937 del ocupante británico que nunca se llevó a cabo– era sólo un comienzo y que planeaba organizar un ejército de primera y utilizar la coerción o la fuerza para absorber toda la extensión del país.[29]

Esto se cumplió con la ocupación militar israelí de los territorios palestinos desde 1967 a la fecha.[30]

La guerra de 1948

Ataques 15 de mayo10 de junio de 1948.

Al día siguiente de la Declaración de independencia del Estado de Israel en el territorio asignado por el Plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947, los cinco estados árabes vecinos (Líbano, Siria, Jordania, Iraq y Egipto), disconformes con dicho Plan, le declararon la guerra al naciente Estado de Israel e intentaron invadirlo.

En la guerra intermitente que tuvo lugar durante los siguientes 15 meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel conquistó un 26% adicional del antiguo mandato británico, mientras que Transjordania y Egipto ocuparon la parte restante destinada por la ONU al Estado árabe-palestino: Egipto ocupó Gaza y Transjordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este, refundando el país con el nombre de Jordania.

La guerra provocó miles de desplazados en ambos sentidos: árabes de la zona israelí fueron obligados a desplazarse a las vecinas Gaza y Cisjordania, y también a otros países árabes más alejados, dando origen al problema de los refugiados palestinos, que todavía hoy perdura. En la zona israelí quedaron 100.000 árabes, que adquirieron la nacionalidad israelí y que, en general, gozaron de los derechos plenos de ciudadanía a partir de 1950, incluyendo su incorporación al ejército en el caso de los drusos. Según la historiografía tradicional israelí, la salida de los árabes de su tierra se debió a que la dirigencia árabe instigó a la población árabe en Palestina a abandonar sus hogares para garantizar a las tropas árabes mayor libertad de movimiento. Sin embargo, las fuentes propalestinas, pero también algunos de los nuevos historiadores israelíes, han cuestionado este aspecto que, en cualquier caso, continúa siendo un tema controvertido.

En forma paralela, la población judía que habitaba en países árabes (muchos desde antes que esas tierras fuesen arabizadas e islamizadas), se vio obligada a emigrar en los años siguientes. Solo durante la década de 1950, 600.000 judíos orientales, una cifra equivalente a la de refugiados palestinos, huyeron o fueron expulsados de territorios árabes y se refugiaron en Israel. El fenómeno tuvo intensidad diferente según los países, desde la confiscación de bienes y tierras a la persecución directa. El resultado en cualquier caso fue la liquidación casi total de las comunidades hebreas en países árabes. En ese tiempo, Israel acogió a casi un millón de refugiados judíos provenientes de los países árabes.

En 1948, la ONU reconoció el derecho al retorno de los refugiados palestinos y creó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) con la esperanza de un retorno inmediato, algo que sin embargo no sucedió. Al prolongarse indefinidamente su condición de "refugiados", y quedar su suerte en manos de la ONU, nunca obtuvieron la nacionalidad de los países árabes que los acogieron y permanecieron en condiciones de desarraigo y precarización. Por su parte, los refugiados judíos, que no recibieron reconocimiento ni ayuda alguna por parte de la ONU, fueron integrados rápidamente en Israel.

La Guerra de Suez

Avances de Israel en el Sinaí.

La guerra de 1948 aunque supuso la independencia de Israel, no significó el final de las hostilidades entre este país y sus vecinos árabes. Durante toda la década de 1950 se sucedieron continuos ataques por parte de grupos apoyados principalmente por Egipto, lo que llevó en 1956 a Israel, tras el bloqueo egipcio del estrecho de Tirán, a firmar una alianza para un ataque conjunto a Egipto con el Reino Unido y Francia, a su vez molestos con Gamal Abdel Nasser, entonces presidente de Egipto, por la nacionalización del Canal de Suez.

Aunque militarmente los aliados alcanzaron todos sus objetivos, la presión diplomática conjunta de la Unión Soviética y EE. UU. forzó a éstos a retirarse, en lo que los países árabes consideraron una victoria política. Como consecuencia de esta guerra, la ONU desplegó una fuerza de cascos azules entre Egipto e Israel.

En este contexto, los árabes comenzaron a organizarse en diferentes asociaciones para resistir. La más importante fue la OLP (Organización para la liberación de Palestina), fundada en mayo de 1964 en Jerusalén con el apoyo de la Liga Árabe y a instancias del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, como organización palestina unificada.

En 1967 el líder egipcio Nasser pidió a las Naciones Unidas que retirara a los Cascos Azules de Gaza, el Sinaí, y de las islas de Tirán y Sanafir (a la entrada del Golfo de Eilat-Aqaba), solicitud que la ONU, en ese entonces presididas por U Thant, aceptó, pese a que eso significaba renunciar a su papel de interposición. Egipto movilizó 80.000 soldados en el Sinaí y ocupó las islas del golfo de Aqaba el 22 de mayo. Esto volvió a poner en peligro la salida de los barcos israelíes al Mar Rojo, y fue considerado un casus belli por parte del gobierno israelí. En ese mismo mes, Egipto, Siria e Iraq firmaron un pacto de defensa mutua. El 5 de junio de 1967, ante la negativa egipcia de desbloquear el Golfo de Aqaba, y ante la nueva realidad estratégica, Israel bombardeó la aviación egipcia situada en la península del Sinaí, dando comienzo de esta forma a la Guerra de los Seis Días.

En los 6 días que duró la guerra, Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán (Siria).

La oleada palestina de refugiados fue de unas 300.000 personas, de los que casi un tercio eran refugiados por segunda vez. La mayoría se exilió en Líbano, Jordania, Siria y los Estados del Golfo Pérsico.

Resoluciones clave de la ONU en el conflicto árabe-israelí

Las Resoluciones más importantes en el conflicto árabe-israelí son:[31]

  • Resolución 181 del 29 de noviembre de 1947 de la Asamblea General. Establece la partición de Palestina, bajo protectorado británico, en dos Estados, uno judío y otro árabe, y deja Jerusalén bajo control internacional.
  • Resolución 242 del 22 de noviembre de 1967 por el Consejo de Seguridad. Ordena la retirada israelí de los territorios recién ocupados de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días, y proclama el derecho a la soberanía, a fronteras seguras y a vivir en paz de los Estados ya constituidos en la región.
  • Resolución 338 del 22 de octubre de 1973 por el Consejo de Seguridad. Llama al alto el fuego inmediato en la guerra árabe-israelí de Yom Kippur, en la que Egipto y Siria lanzaron un ataque sobre las posiciones israelíes en el canal de Suez y los Altos del Golán. También exige la aplicación inmediata de la resolución 242 y el inicio de conversaciones de paz.
  • Resolución 1397 del 12 de marzo de 2002 por el Consejo de Seguridad. Año y medio después del comienzo de la segunda Intifada, apoya por primera vez la creación de un Estado palestino, que viva al lado del israelí "con fronteras reconocidas y seguras". Exige el cese de la violencia y la vuelta a las negociaciones de paz.

Resolución 242

En noviembre de 1967 Naciones Unidas adoptó la resolución 242 por la que urgía a Israel a retirar su ejército de los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días y a los países árabes a respetar y reconocer el derecho de Israel a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas internacionalmente. La OLP rechazó categóricamente la Resolución por considerar que "pisotea los derechos de dos millones de palestinos", y exigían que Israel cumpliese su parte y se retirase de los territorios conquistados, cosa que no hizo y que marcaría el conflicto hasta la actualidad. En los años siguientes a la guerra de 1967 se pasó a una guerra soterrada conocida como guerra de Desgaste. Israel anexionó el municipio de Jerusalén e incentivó los asentamientos de judíos en los territorios ocupados. Egipto multiplicó su hostigamiento militar contra Israel, que culminaría en la guerra de Yom Kipur, e intensificó su apoyo a los grupos armados palestinos que, a partir de 1968 (y con el apoyo de Siria al FPLP), iniciaron una escalada terrorista internacional sin precedentes (secuestros, ataque y explosión de aviones comerciales, atentados contra embajadas y diplomáticos de Israel, ataques a intereses de la comunidad judía en todo el mundo, atentados contra instalaciones de gas y petroleras, etc. Esta escalada culminaría finalmente en la masacre de Múnich).

El texto de la resolución 242 es ambiguo en cuanto a si exige a Israel una retirada de todos los territorios ocupados en la guerra (según el texto de la versión francesa: Retrait des forces armées israéliennes des territoires occupés lors du récent conflit) o de parte de los territorios (según la versión inglesa: Withdrawal of Israeli armed forces from territories occupied in the recent conflict).

La resolución también llama al mutuo reconocimiento de los Estados judío y árabe y al respeto del derecho a existir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, lo que fue reconocido formalmente por la OLP en 1988, pero no por Hamás (fuerza electoralmente mayoritaria en la actualidad, pero no en 1988) ni por otras organizaciones palestinas, y en cualquier caso no ha sido respetado en la práctica pese a los diferentes acuerdos. Israel, por su parte, solo ha completado la retirada de la Franja de Gaza, manteniéndose aún en Cisjordania.

La resolución también declara la necesidad de garantizar la libre navegación sobre aguas internacionales en la zona y la justa resolución del problema de los refugiados, sin especificar el significado del término justa resolución y sin limitar su extensión a los refugiados palestinos solamente, aunque los refugiados judíos nunca han sido tenidos en cuenta como tales por la ONU.

La Guerra de Yom Kipur, Guerra del Ramadán o Guerra de Octubre, fue un conflicto armado entre Israel y los países árabes de Egipto y Siria, que tuvo lugar durante octubre de 1973. Egipto y Siria iniciaron el conflicto para recuperar los territorios que Israel ocupaba desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Ambas partes sufrieron graves pérdidas, aunque Israel mantuvo los territorios conquistados.

El 6 de octubre de 1973, día de la festividad judía del Yom Kipur, Egipto y Siria lanzaron su ataque contra Israel. La fecha había sido escogida con cuidado ya que la mayoría de la población israelí estaba en sus casas o de festejos. El ejército egipcio cruzó rápidamente el canal de Suez superando rápidamente las defensas israelíes. Al mismo tiempo, las fuerzas sirias avanzaron en los Altos del Golán.Una vez recuperada la península del Sinaí, Anwar el Sadat, presidente de Egipto, decidió parar el frente egipcio dando por buena la recuperación de su antiguo territorio. Esto permitió a Israel concentrar todas sus fuerzas en el frente norte y recuperar la iniciativa en una guerra en la que por primera vez vio como fue superado por sus enemigos árabes. Esta decisión tomada por el presidente egipcio se consideró una traición en el mundo árabe y motivaría, años mas tarde, su asesinato en una parada militar.

Superado el impacto del golpe militar y el alto número de bajas, a mediados de octubre Israel había movilizado a sus tropas y había lanzado una serie de contraataques en ambos frentes. Desplazó a los sirios de los Altos del Golán, invadió el propio país y amenazó la capital, Damasco, con la artillería, situando un grueso de tropas a 100 km; al mismo tiempo, avanzaba en la contraofensiva del Sinaí, haciendo retroceder a los egipcios más allá de sus fronteras y cruzando el Canal de Suez, situando unidades blindadas a 40 km de El Cairo.

Los países árabes, ante esta realidad, decidieron llevar adelante una guerra económica y embargaron el petróleo de los países que ayudaron a Israel, al mismo tiempo que reducían las ventas con el propósito de lograr un aumento de los precios. Su efecto fue una desestabilización de la economía internacional, que presionó a los EEUU y la URSS a alcanzar un acuerdo a través de la ONU. Tras la resolución de la ONU de 22 de octubre, se llegó a un alto el fuego el 25. Egipto comenzó por alejarse de las tesis soviéticas y acercarse a los Estados Unidos. Siria mantuvo sus posiciones de vinculación con la URSS. Ambas partes se consideraron vencedoras. A partir de este momento, Israel no confiará más en una seguridad estática, pero la aproximación de Egipto al mundo occidental favorecerá los acuerdos de Camp David tiempo después.

Tras el Septiembre Negro de 1970, miles de guerrilleros palestinos son expulsados de Jordania y la OLP decide establecer sus bases en el Líbano, desde donde comenzaron a realizar incursiones en territorio israelí para provocar atentados, manteniendo enfrentamientos directos con las fuerzas israelíes a lo largo de la frontera sur del Líbano. En marzo de 1978, después de que un comando palestino causase la muerte de 35 civiles israelíes a bordo de un autobús, el gobierno de Menahem Begin ordena a tres brigadas del Tsahal que invadiesen unos 1000 kilómetros cuadrados del sur del Líbano, hasta el río Litani, con el objetivo de acabar con las bases de los fedayín. Antes de retirarse, tres meses después, Israel establece una "zona de seguridad" de 10 kilómetros de ancho y población cristiano-maronita y la deja en manos de la milicia aliada Ejército del Líbano Libre (después Ejército del Sur del Líbano). A su vez, la ONU despliega una fuerza de interposición (UNIFIL) entre la "zona de seguridad" y el río Litani con la misión de velar por la desmilitarización del área. Entre 1979 y 1981, la comunidad cristiana, a través de las Falanges libanesas, establece una alianza estratégica con Israel, una vez rota la que mantenían con Siria hasta entonces.

En junio de 1982 junto al recrudecimiento de los incidentes armados en la frontera o dentro de Israel, se produce un atentado del grupo palestino de Abu Nidal contra el embajador israelí en Londres. Eso proporciona el pretexto que esperaba Israel para invadir el Líbano, en una operación de grandes proporciones que denominará "Operación Paz para Galilea". Tres días después del atentado, el 6 de junio, un impresionante despliegue del Tsahal formado por casi 100.000 soldados (equivalente a ocho divisiones) y 1.500 tanques, apoyados por la aviación y la marina, supera la "zona de seguridad" y las fuerzas de la UNIFIL y profundizan en territorio libanés. Aunque la idea declarada por el entonces ministro de Defensa, Ariel Sharón, era no superar 40 kilómetros, las fuerzas del Tsahal llegan hasta la periferia de Beirut y la carretera que la une con Damasco. Los palestinos ofrecen una resistencia muy desigual, y Siria, que en un primer momento trata de esquivar el ataque, ante la progresión israelí se ve obligada a presentar batalla frontal, con 30.000 soldados y 400 tanques de refuerzo. Israel destruye el sistema de misiles antiaéreos sirio desplegado en la Bekaa libanesa y derriba 29 de los 100 aviones caza que Siria envía para protegerlos. El 11 de junio entra en vigor el alto el fuego impuesto por EE.UU., exigido también por la URSS y que Siria firma sin dudar y sin consultarlo siquiera con Arafat. Con la mediación estadounidense, comienza la evacuación de casi 15.000 combatientes y burócratas de la OLP y también de los soldados sirios. Portan su armamento ligero, en señal de capitulación honrosa: los sirios regresan a su país por vía terrestre, y los palestinos son transportados a Chipre, desde donde son dispersados a varios países (Argelia, Yemen, Iraq, Jordania, Sudán). La cúpula de la OLP, con Arafat a la cabeza, establece su nuevo cuartel general en Túnez.

Unos días después, el Parlamento libanés, ante la nueva correlación de fuerzas, elige al cristiano-maronita Bashir Gemayel, sustituyendo a Elias Sarkis, que ha agotado su mandato. Sin embargo, antes de tomar posesión, Gemayel es asesinado por un agente sirio, junto con otras 29 personas que se encontraban en ese momento en el cuartel general de las Falanges Libanesas en Beirut. En venganza por el asesinato, las Falanges Libanesas entraron en los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, provocando una masacre civil en la que murieron cientos de personas. Una comisión judicial israelí del más alto nivel –la Comisión Kahan– investigó lo sucedido. Señaló a los cristianos falangistas como autores materiales de las muertes, pero imputaba a Israel una «responsabilidad indirecta» por no haberla evitado al haberse producido los hechos bajo el control militar israelí de la ciudad, veredicto que provocó un hondo impacto en la opinión internacional y en la propia Israel, que destituyó al entonces ministro de Defensa, Ariel Sharon. Sin embargo, a pesar de la enorme repercusión internacional que tuvo este episodio, debe situarse en un contexto donde las matanzas de civiles fueron moneda habitual, antes y después de la presencia israelí, por parte de todos los contendientes en la guerra civil, aunque no gozaron en ningún caso de la misma atención mediática.

En mayo de 1983, Israel y Líbano alcanzaron un acuerdo para la retirada de las tropas israelíes. Sin embargo, el tratado de paz no llegó a ser ratificado y, en marzo de 1984, bajo presión siria, Líbano canceló el acuerdo. Ante el goteo de bajas israelíes y los constantes atentados chiíes (un promedio de 100 al mes), Israel inició su repliegue unilateral y progresivo en 1985, dejando de nuevo la llamada "zona de seguridad" (unos 850 kilómetros cuadrados) en manos del cristiano-libanés (y pro-israelí) Ejército del Sur del Líbano, con una presencia menor de tropas del Tsahal.

Finalmente, en mayo de 2000, Ehud Barak, primer ministro israelí, cumple su promesa electoral de retirar todas sus tropas del sur del Líbano, en cumplimiento de la resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU. La ONU verificó in situ la retirada israelí al sur de la frontera internacional. Las granjas de Shebaa, un pequeño terreno de 20 kilómetros cuadrados en la falda del monte Hermón que el Tsahal tomó a los sirios en 1967, y que ahora Beirut reclama como propio, le sirvió a Hezbollah (la milicia chií proiraní) como pretexto para mantener su hostigamiento armado contra Israel y para no aceptar la resolución 1559 de la ONU, que la obligaba a desarmarse y dejar el control de la frontera en manos del ejército libanés.

El estatus de Jerusalén sigue siendo uno de los puntos de disputa claves del conflicto árabe-israelí. Israel siempre ha reclamado Jerusalén como capital religiosa y civil del pueblo judío. Los árabes, que la controlaron durante 700 años, o los turco-musulmanes, que la gobernaron durante otros 400, o los jordanos-palestinos, durante 19 años más (1948-1967), nunca le procuraron ningún estatus especial de capitalidad hasta tiempos muy recientes. La ONU pretendió darle un estatus internacional, administrada por Naciones Unidas (resolución 303). Sin embargo, la ciudad quedó divida en dos partes tras la guerra árabe-israelí de 1948. La parte occidental de Jerusalén fue proclamada capital de Israel en 1950. El llamado Jerusalén Este, que incluía la Ciudad Vieja, quedó bajo control jordano. Durante la Guerra de los Seis Días, Israel alcanzó el Muro Occidental de la Ciudad Vieja, junto a todo el este de la ciudad, que estaba bajo control jordano desde 1949, y unifica administrativamente el municipio.

En 1980, Israel promulga una ley que declara que todo Jerusalén, incluida la parte oriental y una amplia zona periférica, como «capital eterna e indivisible» del Estado de Israel. La ONU replicó con la resolución 478, que invalida dicha declaración de capitalidad y aconseja a sus miembros a que sitúen las embajadas en Tel Aviv. Solo Costa Rica y El Salvador mantuvieron, hasta agosto del 2006, su embajada en Jerusalén.

Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina reclama Jerusalén Este (Al-Quds) como la capital del futuro Estado palestino a partir de 1967, tras la conquista israelí de los barrios orientales. Antes, durante las dos décadas que permaneció bajo administración jordana, la OLP no planteó la cuestión de la capitalidad. En 2002, fue ratificado por ley firmada por Arafat.[1]. La ONU sigue manteniendo que el estatus de Jerusalén es el de una ciudad internacional cuya soberanía debe ser resuelta en futuras negociaciones palestino-israelíes, por lo que considera una «ocupación ilegal» el control israelí sobre Jerusalén Este. En el año 2000, Yaser Arafat rechazó una propuesta de paz del primer ministro Ehud Barak que, entre otros muchos puntos, incluía dejar bajo soberanía palestina los barrios árabes de la ciudad conquistados en dicha guerra.

Los palestinos que habitan Jerusalén poseen un documento israelí que les permite moverse por Israel pero no tienen derecho al voto, salvo que opten por la nacionalidad israelí.

En los últimos tiempos el Estado israelí está comprando terrenos y creando nuevos asentamientos judíos en Jerusalén Este, con la intención de consolidar su presencia en todo el municipio.

El 9 de diciembre de 1987, un vehículo israelí se vio involucrado en un accidente en Gaza, en el que murieron cuatro palestinos. Después de 20 años de ocupación militar israelí, los palestinos comenzaron a desafiar con piedras a las tropas israelíes que poseían armamento pesado.

Las imágenes de los jóvenes palestinos tirando piedras a los tanques y tropas israelíes y la respuesta de éstos, aumentó la conciencia internacional sobre el conflicto palestino-israelí.

La Intifada organizó la agrupación de todos los sectores palestinos bajo un liderazgo central, politizando a toda la sociedad palestina, que se preparaba para defenderse a sí misma, ya que no podía esperar ninguna ayuda del exterior.

Los tratados de Oslo

En 1991 se realizó la Conferencia de la Paz en Madrid, con la participación de Líbano, Siria, Israel, Egipto y una delegación palestino-jordana. En esta conferencia se logró acordar la realización de negociaciones.

En septiembre de 1993 los palestinos reconocieron el Estado de Israel y los israelíes reconocieron la Autoridad Nacional Palestina firmando los tratados de Oslo que preveían un repliegue de Israel y el establecimiento de un Estado Palestino.

Los tratados de Oslo preveían devolver a los palestinos la mayor parte del territorio ocupado en 1967, en la Guerra de los Seis Días. Sin embargo, mantenía la soberanía israelí sobre un gran número de asentamientos judíos dispersados por este territorio y habitados en su mayoría por sionistas. Según el pacto, las carreteras que unen estos núcleos permanecían bajo control israelí. Esto hizo que el futuro palestino estuviera muy mal comunicado.

Por otro lado, los conflictos por la soberanía de Jerusalén (que ambos reclamaban como capital de sus estados) seguía sin ser resuelta.

A pesar de todo, la Autoridad Palestina aceptó el tratado y se establecieron 8 áreas autónomas alrededor de las ciudades palestinas más importantes. Pero la incomunicación entre estas ciudades, hizo de Palestina un estado inviable económica, política y socialmente.

Además de esto, Israel no se retiró como había pactado, sino que continuó el establecimiento ilegal de colonos judíos en los territorios que deberían haber sido devueltos, apoyados y protegidos militarmente por Israel.

A pesar de lo establecido en los acuerdos, las distintas organizaciones terroristas palestinas continuaron con sus ataques terroristas contra la población civil israelí.

La Segunda Intifada

El entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharón, visitó la zona exterior del recinto de la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa, en septiembre de 2000, en pleno debate sobre el futuro de Jerusalén pero con el permiso del jefe de la seguridad palestina en Cisjordania, lo que provocó algunos incidentes y choques con palestinos, pues fue visto por la población palestina como una gravísima provocación, aunque ninguno de ellos de gravedad. Al día siguiente, en la plegaria del viernes, con la tensión entre ambas poblaciones en aumento, cientos de jóvenes musulmanes desde la Explanada de la Mezquita apedrearon a los fieles judíos congregados ante el Muro. La policía israelí disparó usando fuego real, matando a siete palestinos, extendiéndose los incidentes en todo el Jerusalén árabe. Se ha venido sosteniendo que la Segunda Intifada se inició a raíz de estos hechos, aunque una comisión al efecto, la llamada Comisión Mitchell descartó esta posibilidad, asegurando que la violencia palestina hubiese estallado de cualquier forma como producto de la negativa de Arafat de aceptar las propuestas israelíes de Camp David en las que Ehud Barak, entonces primer ministro de Israel, hizo una serie de concesiones que no fueron aceptadas por el "raíz" palestino.

Como respuesta a este ataque, y al cada vez más deteriorado y empantanado proceso de paz, Israel ocupa de nuevo algunos de los territorios que había liberado durante horas o semanas. En esta intifada, se comienza a generalizar el uso de las bombas suicidas. Los blancos de estos ataques suicidas fueron lugares frecuentados por los civiles israelíes como centros comerciales, restaurantes y las redes de transporte publico.

En respuesta a los ataques suicidas de las organizaciones armadas palestinas, las autoridades israelíes pusieron en práctica los asesinatos extrajudiciales contra dirigentes palestinos vinculados a actividades terroristas, familiares de los mismos y civiles próximos. Estas muertes son conocidas por los israelíes como asesinatos selectivos, un eufemismo popularizado por algunos medios de comunicación, y que, en opinión de sus críticos, constituyen una violación de la Convención de Ginebra, que señala en su punto 1d que este tipo de crímenes "están y se mantendrán prohibidos en cualquier tiempo y lugar las ejecuciones, sin previo juicio de una corte oficialmente constituida y asumiendo todas las garantías judiciales reconocidas como indispensables en los países civilizados". Este artículo se aplica a toda persona que "no tome parte activa en las hostilidades, incluyendo miembros de fuerzas armadas que hayan abandonado sus armas" y aquellas personas "fuera de combate por enfermedad, heridas, detención o cualquier otra causa". Sin embargo, Israel arguye que los objetivos seleccionados y abatidos son parte activa en las hostilidades, ya que son los planificadores o instigadores de actividades terroristas dentro del territorio israelí.

En 2006, la situación es ambivalente: por un lado se ha completado el Plan de retirada unilateral israelí de la Franja de Gaza, lo cual, lejos de calmar la situación, ha agravado los ataques terroristas desde la Franja de Gaza con cohetes Qassam contra las poblaciones fronterizas israelíes como Sederot. Por otro lado, Israel mantiene el control fronterizo, lo que dificulta los viajes al exterior de los palestinos, y vigila de forma estricta el movimiento entre las ciudades palestinas (hay desplegados más de 90 puntos de control en las carreteras). Los palestinos no residentes en Jerusalén tampoco pueden ingresar en la ciudad. Por su parte, Israel no sólo mantiene, sino que amplía constantemente los asentamientos de colonos israelíes en Cisjordania, lo cual sigue siendo fuente de conflictos.

Conflicto en la Franja de Gaza de 2008-2009

A finales de diciembre de 2008 finalizó la tregua entre Hamás y el ejército israelí en la Franja de Gaza. Israel lanzó su primer ataque en la Franja de Gaza el 27 de diciembre de 2008, como represalia contra Hamas por el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia Israel. El alto al fuego se decretó el 18 de enero del 2009, cuando Israel y Hamas declararon un cese de las operaciones militares. A pesar de esto, proyectiles y cohetes continuaron siendo disparados desde Gaza hacia los centros de población civil israelí, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel continuaron con sus ataques sobre la Franja de Gaza.

La intervención de las Naciones Unidas y del mundo

El Plan de Partición de 1947

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en Nueva York, aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región de Palestina, que se encontraba en esos momentos bajo administración británica. El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. La incapacidad del gobierno británico para llevar a cabo este plan, junto con la negativa de los países árabes de la región a aceptarlo, tuvo como consecuencia la guerra árabe-israelí de 1948.

Hoja de ruta para la paz 2003

El 30 de abril de 2003 se presenta al Gobierno de Israel y a la Autoridad Palestina, una hoja de ruta elaborada por el Cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas) para lograr la paz entre Israel y Palestina teniendo como plazo máximo 2005. Texto completo

En la Fase I de esta Hoja de Ruta, se establecen las bases necesarias para la iniciación de un proceso paulatino de paz efectiva entre Israel y Palestina: el fin al terror y la violencia, normalización de la vida de los palestinos y creación de instituciones palestinas.

En la Fase II se establecen las bases para la retirada paulatina de las fuerzas israelíes de los territorios ocupados desde 2000, la congelación de la política de asentamientos israelíes, la continuación del desmantelamiento de las organizaciones terroristas y la consolidación de instituciones palestinas.

En la Fase III se sientan las bases para un estatuto permanente y el fin definitivo del conflicto israelí-palestino.

El 19 de noviembre, al ver la carencia de apoyo de la Hoja de Ruta entre las dos partes afectadas, las Naciones Unidas sacan la resolución 1515 en la que hacen suya la Hoja de Ruta e instan a las partes a la colaboración en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto israelí-palestino.

Cronología

Los sucesos políticos o de importancia histórica

  • 1984: Arafat consolida su autoridad como máximo líder del movimiento nacional palestino.
  • 1985: Se provoca una ruptura del acuerdo palestino con Jordania sobre la soberanía compartida en Cisjordania. Israel inicia una gran ofensiva en el Líbano y lanza un ataque aéreo sobre la sede de la O.L.P en Túnez.
  • 1987: En abril, durante la sesión del Consejo Nacional Palestino, en Argel, Arafat logra la reunificación de la O.L.P. bajo su mando. En diciembre Arafat lanza la campaña de movilización civil de los palestinos en Cisjordania y Gaza (Intifada).
  • 1988: En agosto, el rey Hussein de Jordania cede a los palestinos sus derechos sobre Cisjordania. En noviembre el consejo nacional palestino proclama en Argel el estado de Palestina y acepta la resolución 242 de la ONU. Se produce una alta inmigración de judíos procedentes de la URSS.
  • 1989: En abril Arafat es nombrado primer presidente por el comité central de la O.L.P. En la conferencia de Casablanca la Liga árabe asume las resoluciones de la ONU y da su apoyo a la Intifada. Egipto es readmitido en la Liga árabe y la sede central vuelve a El Cairo. En diciembre la ONU aprueba la denominación de Palestina en sus textos.
  • 1990: En marzo los laboristas israelíes rompen la coalición con el Likud por su intransigencia. El Likud gobierna en coalición con grupos nacionalistas y religiosos integristas. Se produce la matanza de Jerusalén que dio lugar a una resolución condenatoria del Consejo de Seguridad de la ONU contra Israel. La O.L.P. se alinea en contra de la alianza liderada por los EEUU durante la crisis del Golfo. La Liga árabe protesta por la masiva emigración de judíos soviéticos a Israel.
  • 1991: En febrero misiles iraquíes caen en Israel, que no responde al ataque. Iraq es derrotado en la Guerra del Golfo. La derrota de Iraq debilita la posición de Arafat en el movimiento de liberación palestino. Tras el conflicto del Golfo el plan Baker fracasa al negarse Israel a que la O.L.P. representase a los palestinos y a cambiar paz por territorios. En septiembre Arafat es reelegido por el consejo nacional palestino como presidente del comité ejecutivo. En octubre tiene lugar en Madrid la conferencia de paz sobre Oriente medio.
  • 1996: Tras nuevos atentados suicidas de Hamás que causan 32 muertos, Arafat declara el estado de emergencia y detiene a tres de los dirigentes de Hamás. La cumbre antiterrorista de Sharm el Sheij (Egipto) condena la oleada de atentados contra Israel. En agosto el gobierno Israelí autoriza construir 900 nuevas viviendas para colonos en Cisjordania. Esto es calificado por Arafat como declaración de guerra tras lo que convoca media jornada de huelga general. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE se pronuncia contra la ocupación israelí de Jerusalén Este. En octubre las negociaciones que tienen lugar en la Casa Blanca fracasan.
  • 1997: En enero se alcanza un acuerdo para la retirada de las fuerzas israelíes desplegadas en Hebrón. En marzo Arafat declara durante la reunión de la Liga Árabe en El Cairo que si Israel persevera en su propósito de destruir el proceso de paz como demuestra el mantenimiento de su política de asentamientos judíos en Jerusalén oriental, la ANP podría declarar unilateralmente un Estado palestino independiente en Gaza y Cisjordania. En junio se produce un rebrote de la intifada que comienza en Hebrón y causa más de un centenar de heridos en los cuatro primeros días. En julio una comisión de investigación del parlamento palestino recomienda la destitución de todos los ministros para atajar la grave corrupción y la malversación de fondos. Dos suicidas de Hamás matan a 14 personas y hieren a 150 en el mercado de Majané Yejuda. Se suspenden las negociaciones de paz. Arafat ordena una redada contra Hamás y la Yihad Islámica. Israel ordena la detención del jefe de la policía palestina.
  • 1998: En febrero la población israelí hace acopio de máscaras de gas y alimentos, sombra de la Guerra del Golfo. En octubre se relanza el proceso de paz establecido en Oslo y bloqueado desde hace un año y medio por la política israelí de asentamientos ilegales.
  • 2000: Israel acuerda repliegues sucesivos en Cisjordania. Barak, primer ministro israelí, enfrenta críticas por las concesiones a la ANP. Arafat anuncia que declarará un estado palestino independiente por su cuenta. Israel propone una cierta autonomía palestina de los barrios del este de Jerusalén en las negociaciones de Camp David que es rechazada por Arafat. Comienza la Segunda Intifada. Clinton intenta un reacercamiento de Barak y Arafat en la Cumbre del Milenio. Desacuerdo por Jerusalén. Choques entre palestinos y la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas. Hamas convoca al "Día de la Ira" en protesta por la represión israelí. Israel cierra las fronteras de Cisjordania y Gaza. El "Día de la Ira" provoca 11 muertos. Ultimátum de Barak a Arafat. Intentos de Clinton y Kofi Anann de reunir a los dos líderes de Israel y Palestina. Se llega a un acuerdo y mientras Barak repliega los tanques, Arafat pide un cese al fuego. Los palestinos continúan con los ataques pese al llamado de Arafat. Barak amenaza con la creación de un muro separatista si continúa la violencia. Barak se reúne con la oposición de su país para conformar un gobierno de unidad. Continúa la escalada de violencia. Arafat pide el despliegue de una fuerza de paz. Nuevo intento fracasado de paz por parte de Clinton.
  • 2001: Sharon gana las elecciones israelíes y se convierte en el nuevo primer ministro. Para el traspaso de poder, Barak retira todas sus propuestas. Sharon niega a la ONU cooperación para una investigación. Israel bombardea posiciones palestinas. Arafat dice que la Intifada continuará hasta que Jerusalén sea la capital palestina. Intentos de negociación fracasados por distintos conflictos violentos entre las partes. Israel toma la Casa de Oriente, emblema palestino. Enfrentamientos violentos y diplomáticos entre árabes e israelíes. La ONU pide el despliegue de observadores internacionales. El líder palestino intenta un diálogo con Israel. Apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña a la creación de un estado palestino. Más hechos violentos por ambas partes interrumpen todo diálogo.

Filmografía

En Paradise Now (Hany Abu-Assad, 2005) se realiza una crítica del modus operandi de los palestinos contra los ataques de Israel.[cita requerida]. Ficha técnica en IMDB.

Referencias

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  2. Anon.(Chatham House Research Staff), Great Britain and Palestine 1915-1939. Londres, 1939. Citado en Fraser (2005) p. 9.
  3. Sachar, H. (1976):A History of Israel. Oxford., citado en Fraser (2005), p.10
  4. Fraser (2005), p.10.
  5. Fraser (2005), p.10-11.
  6. Anon (1939)
  7. Fraser, T.(2004), p.11.
  8. Fraser, T. (1984): Partition in Ireland, India and Palestine: Theory and Practice. Londres. Citado en Fraser (2004), p.12.
  9. Bethell, N. (1979): The Palestine Triangle. Londres. Citado por Fraser (2004), p.13.
  10. Rogan, E. y Shlaim, A. (2001): The War for Palestine. Rewriting the History of 1948. Cambridge. Citado en Fraser (2004), p.13
  11. Fraser (2004), p.13
  12. En diciembre de 1941, el SS Struma llegó a Estambul con 769 refugiados judíos. Debido a la negativa del gobierno turco de permitirle la entrada y a la prohibición británica de seguir hacia Palestina, el barco tuvo que abandonar el puerto y se hundió en el mar con todos sus pasajeros.
  13. Fraser (2004), p.16-17
  14. Silver, E. (1984): Begin. Londres. Citado por Fraser (2004), p.17.
  15. Fraser (2004), p.17.
  16. Kirk, G. (1954):The Middle East 1945-1950. Oxford. Citado por Fraser (2004), p. 24.
  17. Mattar, P. (1988): The Mufti of Jerusalem. Nueva York. Citado por Fraser (2004), p. 24.
  18. Rogan and Shlaim (2001). Citado por Fraser (2004), p. 24.
  19. El historiador catalán Joan B. Culla se refiere en diversas ocasiones a la "tenaz falta de realismo", p. 126, y al "maximalismo" de la dirigencia árabe en todas las negociaciones sobre el futuro de Palestina. Véase en particular, los capítulos 3 y 4 de La tierra más disputada, op. cit., que a su vez recoge opiniones de otros historiadores.
  20. El rey Abdullah de Jordania negociaba en secreto con la Agencia Judía y "mostraba su buena disposición hacia un reparto de Palestina... siempre que la parte árabe del país pase a engrosar su escuálido reino". Culla, p. 156.
  21. Tras la guerra de 1948, Egipto y Jordania se anexionaron Gaza y Cisjordania, en lugar de favorecer que se crease un estado árabe palestino en dichos territorios.
  22. Snetsinger (1974). Citado en la p. 26 de Fraser (2004).
  23. Ganin (1979). Citado en la p.26 de Fraser (2004).
  24. Cohen (1982). Citado en la p. 26 de Fraser (2004).
  25. Louis (1984). Citado en la p. 26 de Fraser (2004).
  26. Fraser (1989)
  27. Louis (1984), citado en la p. 27 de Fraser (2004).
  28. Expresiones de rechazo recogidas por diversos historiadores como I. Pappé, A. Gresh y D. Vidal, y citadas por Culla, p. 158.
  29. Letters to Paula and the Children, David Ben Gurion, University of Pittsburg Press, 1971, carta de fecha 5-12-37, págs. 153-57.
  30. Einstein, Israel, Gaza, Página/12, Nota del 2 del 1 de 2009 por Juan Gelman
  31. Artículo en El País, Resoluciones clave de la ONU sobre Oriente Próximo del 16.09.03.

Bibliografía

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Véase también

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