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Diferencia entre revisiones de «Puerto de Somosierra»

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El '''puerto de Somosierra''' es un paso de montaña que comunica la [[Comunidad de Madrid]] con la [[provincia de Segovia]] ([[Castilla y León]], [[España]]). Está situado en el extremo norte de la Comunidad de Madrid y en la zona este de la provincia segoviana. Tiene una altura de 1.444 m y es atravesado por la autovía nacional [[A-1]], aunque ésta evita el tramo más alto del puerto con un túnel. Este paso de montaña hace de límite entre la [[Sierra de Somosierra]], que queda al oeste, y el [[Macizo de Ayllón]], que queda al este. En el puerto se libró la famosa [[batalla de Somosierra]] entre el ejército español y el francés en [[1808]], durante la [[Guerra de la Independencia Española]].
El '''puerto de Somosierra''' es un paso de montaña que comunica la [[Comunidad de Madrid]] con la [[provincia de Segovia]] ([[Castilla y León]], [[España]]). Está situado en el extremo norte de la Comunidad de Madrid y en la zona este de la provincia segoviana. Tiene una altura de 1.444 m y es atravesado por la autovía nacional [[A-1]], aunque ésta evita el tramo más alto del puerto con un túnel. Este paso de montaña hace de límite entre la [[Sierra de Somosierra]], que queda al oeste, y el [[Macizo de Ayllón]], que queda al este. En el puerto se libró la famosa [[batalla de Somosierra]] entre el ejército español y el francés en [[1808]], durante la [[Guerra de la Independencia Española]].

== Enigma ==
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.

El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.

El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.

El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.

La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?

El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.

Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.

Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.


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Revisión del 13:41 14 feb 2010

Puerto de Somosierra, lado norte

El puerto de Somosierra es un paso de montaña que comunica la Comunidad de Madrid con la provincia de Segovia (Castilla y León, España). Está situado en el extremo norte de la Comunidad de Madrid y en la zona este de la provincia segoviana. Tiene una altura de 1.444 m y es atravesado por la autovía nacional A-1, aunque ésta evita el tramo más alto del puerto con un túnel. Este paso de montaña hace de límite entre la Sierra de Somosierra, que queda al oeste, y el Macizo de Ayllón, que queda al este. En el puerto se libró la famosa batalla de Somosierra entre el ejército español y el francés en 1808, durante la Guerra de la Independencia Española.

Enigma

Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.

El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.

El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.

El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.

La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?


El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.

Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.

Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.