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Diferencia entre revisiones de «Mantis religiosa»

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Archivo:Mantis egg 2005 Spring 001.jpg|Huevos de mantis
Archivo:Mantis egg 2005 Spring 001.jpg|Huevos de mantis
Archivo:Subir.jpg|Mantis religiosa de color pardo
Archivo:S
Archivo:Mantis religiosa pg.jpg‎|Esta Mantis religiosa pronto pondrá huevos''
Archivo:Mantis religiosa al acecho al trasluz IMGP7336.JPG|Mantis religiosa al acecho vista al trasluz.
Archivo:Mantisargentina.JPG|''Mantis religiosa'' dentro de un hogar. Buenos Aires, Argentina.
Archivo:Mantis devouring.jpg|Mantis religiosa devorando un ''[[Tenebrio molitor]]''
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== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 13:41 2 ago 2010

Mantis religiosa
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Mantodea
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especie: M. religiosa
Linnaeus, 1758

La mantis religiosa o santateresa (Mantis religiosa) es una especie de insecto mantodeo de la familia Mantidae originaria de sur de Europa; fue introducida en Norteamérica en 1899 en un barco con plantines y a pesar de ser una especie introducida, es el insecto oficial de Connecticut.[1]

Descripción

Insectos de tamaño mediano, con un tórax largo y unas antenas delgadas. Tiene dos grandes ojos compuestos y tres ojos sencillos entre ellos. La cabeza puede girar hasta 180º. Sus patas delanteras, que mantiene recogidas ante la cabeza están provistas de fuertes espinas para sujetar a sus presas.

Son animales solitarios excepto en la época de reproducción, cuando macho y hembra se buscan para aparearse. Cuando hay más de un macho cerca de una hembra, éstos se pelean y sólo uno se reproduce. Las hembras son mayores que los machos. Durante y tras el apareamiento la hembra se come al macho.

Puede ser de color verde o pardo con distintos matices. El color del adulto lo determina el del medio en el que habita durante su última muda (por ejemplo amarillo si se trata de paja seca o verde si es hierba fresca).

Es el único animal conocido que cuenta con un único oído[2]​ y lo tiene localizado en el tórax.

Comportamiento

Alcanzan un año de vida durante el cual mudan seis veces antes de convertirse en adulto. Para mudar se suspenden de una rama, se desprenden de la vieja muda y salen por la parte anterior de la última cutícula .

Este insecto no es venenoso. Utiliza sus fuertes patas delanteras para atrapar a sus presas y devorarlas vivas.

Alimentación

Caza al acecho, permanece inmóvil con las patas delanteras juntas (por lo que parece que está rezando) a la espera de que una presa se acerque, cuando otro insecto se posa junto a ella, lo observará girando la cabeza (Las mantis gozan de muy buena vista) y lanzándose al ataque de inmediato. Hay un tipo de arte marcial inspirado en su forma de atacar.[3]​ Sus patas delanteras sujetan a la víctima y la mantis comienza a alimentarse de ella inmediatamente, incluso si su presa sigue luchando para escapar. Las presas pueden ser devoradas en parte o en su totalidad, dejando únicamente como restos del festín patas, alas o éitros, que la mantis escrupulosamente deja caer al suelo.

Si bien tienen preferencias por animales vivos para su alimentación, en cautiverio también pueden llegar a alimentarse de insectos muertos siempre que alguien se los acerque a sus patas raptoras o boca, aunque su actividad predadora se ve disminuida.[cita requerida]

Reproducción

En la época de apareamiento la hembra secreta feromonas, atrayendo al macho, siendo el único momento en la que los machos y hembras se reúnen. Durante este periodo las hembras se vuelven muy agresivas y, en ocasiones, acaban por comerse a su compañero durante o después del apareamiento empezando por la cabeza. Este comportamiento está bastante mitificado, ya que, si bien se da con frecuencia en cautiverio, es raro en libertad. La cópula dura unas dos horas.

En el apareamiento, en primer lugar el macho rodea a la hembra hasta saltar a su dorso y poner en contacto sus antenas con las de la hembra. A continuación, el macho pone en contacto sus estructuras genitales con las de la hembra y deposita el espermatóforo en el interior de la hembra.

La puesta de los huevos se hace en otoño y los huevos eclosionan en primavera. Pone sus huevos en montoncitos espumosos (ootecas) que ata a las ramitas. La espuma se endurece pronto y protege los huevos hasta que se abren. Cada saco puede albergar entre 200 y 300 huevos pero sólo unos pocos sobreviven.

La mantis religiosa y el ser humano

La relación de la mantis religiosa con el ser humano ha sido un tanto contradictoria ya que por un lado ha despertado la curiosidad y la admiración y por otro suscita la desconfianza y el miedo. En general en España la cultura popular equivocadamente presenta a la mantis religiosa como un animal peligroso y venenoso a pesar de ser totalmente inofensivo y beneficioso para el ser humano, pues devora gran cantidad de otros insectos. En algunos municipios la mantis religiosa recibe nombres vernáculos como "muerte" o "caballito del diablo" que revelan esa concepción negativa. Contrastan estas denominaciones con las de "religiosa" del nombre científico y común y la de "santateresa" que hacen alusión a esa posición en la que parece que se encuentra rezando cuando acecha a sus presas.

El hecho de ser un gran predador de otros invertebrados como saltamontes hace que se la considere como especie muy beneficiosa. Igualmente, su belleza y su agresividad parecen generar una especial atracción en muchas personas.

Encontrar sus puestas es considerado como un buen augurio en algunas zonas.

Además de Mantis religiosa, pueden criarse en cautividad otros géneros de la familia de los mántidos como Sphodromantis viridis o gran mantis africana.

Santateresa, tatadiós, campamocha, madre víbora, mamboretá, cerbatana, usamico, maríapalito (Ocaña, Colombia), comepiojos, matapiojos, armacaballo (Santander, Colombia), muerte (Arroba de los Montes, Ciudad Real) o caballito del diablo (Villarrubia de los Ojos y Fuente el Fresno, Ciudad Real).[cita requerida]

Galería de imágenes

Referencias

  1. State of Connecticut, Sites º Seals º Symbols; Connecticut State Register & Manual; visto el 4 de enero de 2007
  2. The Praying Mantis
  3. McGavin, George C. (2001). «Órdenes de los insectos: Los insectos alados: Mantodea». Entomología esencial. José Luis Viejo Montesinos (trad.) (1ª edición). Ariel. p. 130. ISBN 84-344-8046-8. 
    La velocidad y elegancia de sus movimientos hace de los mántidos unas mascotas populares, e incluso han inspirado un estilo de karate.
  • IGLESIAS LÓPEZ, Aniceto (1998) "Un insecto de leyenda en León: Mantis religiosa". Universidad de León, León, 148 pp.

Enlaces externos