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Diferencia entre revisiones de «Gastronomía de Chile»

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La cocina del norte ha sido formada del aporte de los productos de las culturas indígenas del [[altiplano andino]], los [[aimara]]s y [[atacameños]], quienes desarrollaron una intensa agricultura en base a la producción de maíz, papa, locoto, zapallo, oca, y en algunos sectores quinoa y papa; en ganadería se utilizó mucho la carne de llama y alpaca. También se encuentra la tradición mariscadora de los [[changos]] de la costa, que se mantiene hasta la actualidad con el consumo de bastantes platos en base a pescado y marisco. También fue importante la influencia de los [[diaguitas]] quienes ya desde tiempos precolombinos producían fermentaciones de [[algarrobo]] y otras semillas. En el norte chico, destacan los valles de la [[Región de Atacama]] que produce uno de los aceites de [[oliva]] más afamados del país, y junto a la región de [[Coquimbo]], mantienen la producción de uno de los [[licor]]es más problemáticos por su origen, el [[pisco]]. Amplia es la cantidad de bebidas alcohólicas y refrescos que se pueden encontrar en la gastronomía del norte: [[pajarete]], [[cola de mono]], vaina chilena, [[serena libre]], mango sour, [[ulpo]], batidos de frutas, entre otros.
La cocina del norte ha sido formada del aporte de los productos de las culturas indígenas del [[altiplano andino]], los [[aimara]]s y [[atacameños]], quienes desarrollaron una intensa agricultura en base a la producción de maíz, papa, locoto, zapallo, oca, y en algunos sectores quinoa y papa; en ganadería se utilizó mucho la carne de llama y alpaca. También se encuentra la tradición mariscadora de los [[changos]] de la costa, que se mantiene hasta la actualidad con el consumo de bastantes platos en base a pescado y marisco. También fue importante la influencia de los [[diaguitas]] quienes ya desde tiempos precolombinos producían fermentaciones de [[algarrobo]] y otras semillas. En el norte chico, destacan los valles de la [[Región de Atacama]] que produce uno de los aceites de [[oliva]] más afamados del país, y junto a la región de [[Coquimbo]], mantienen la producción de uno de los [[licor]]es más problemáticos por su origen, el [[pisco]]. Amplia es la cantidad de bebidas alcohólicas y refrescos que se pueden encontrar en la gastronomía del norte: [[pajarete]], [[cola de mono]], vaina chilena, [[serena libre]], mango sour, [[ulpo]], batidos de frutas, entre otros.


=== Cocina de la zona central ===jr
=== Cocina de la zona central ===


Las recetas de la zona central, han tenido un variado aporte en su conformación; el aporte [[indígena]] con los productos de la tierra, como el maíz y diversas verduras, que han conformado conocidas recetas, como el pastel de choclo, el charquicán y las humitas. También cabe destacar las costumbres de los campesinos como lo es la del “ [[Huaso]] Chileno ”, y la influencia extranjera, principalmente europea desde la segunda mitad del siglo XIX, con la introducción de habitos como la "[[once]]" y el consumo del té por parte de los ingleses, o la introducción de cepas de [[uva]]s por franceses durante el mismo siglo. Destacan los mejores valles del país: Maipo, Maule, Curicó, Rapel y Colchagua, por poseer los mejores viñedos para la preparación del [[Vino chileno]], que ha tenido lugar entre los mejores del mundo.
Las recetas de la zona central, han tenido un variado aporte en su conformación; el aporte [[indígena]] con los productos de la tierra, como el maíz y diversas verduras, que han conformado conocidas recetas, como el pastel de choclo, el charquicán y las humitas. También cabe destacar las costumbres de los campesinos como lo es la del “ [[Huaso]] Chileno ”, y la influencia extranjera, principalmente europea desde la segunda mitad del siglo XIX, con la introducción de habitos como la "[[once]]" y el consumo del té por parte de los ingleses, o la introducción de cepas de [[uva]]s por franceses durante el mismo siglo. Destacan los mejores valles del país: Maipo, Maule, Curicó, Rapel y Colchagua, por poseer los mejores viñedos para la preparación del [[Vino chileno]], que ha tenido lugar entre los mejores del mundo.

Revisión del 23:31 2 ago 2010

Ceviche chileno
Botellas de Pisco chileno
Caldillo de Congrio
Paila marina.

La gastronomía chilena es producto de la combinación de la tradición indígena a lo largo de Chile, junto al aporte colonial español, combinando sus alimentos, costumbres y hábitos gastronómicos. Ha tenido aportes menores de cocinas europeas por parte de inmigrantes, como la italiana y alemana, pero en el siglo XX tuvo una importante y marcada influencia de la reconocida cocina francesa. Estos elementos conforman lo que se conoce actualmente como la cocina criolla de Chile, la cual destaca por su variado sabor y color, acompañada de bebidas alcohólicas como el vino y el pisco chileno.

Historia

Al llegar los conquistadores al mando de Pedro de Valdivia, entablaron las bases de la futura alimentación criolla; entre los productos que trajeron están el trigo, los cerdos, pollos, vacunos, y ovejas. Estos ingredientes base se mezclaron y así; dieron origen a los platos más típicos de Chile. Según los historiadores, el menú durante la Colonia era muy nutritivo. El primer plato lo llamaban "de residencia", el cual podía ser carne, ave o pescado. Después seguían con "el guiso abundante" hecho de preferencia con choclos y papas. Al principio de la colonia comenzó a ser muy conocido, las humitas, la chuchoca, el pilco y el locro. También en la colonia nace la afición a las algas marinas como el cochayuyo y el luche que se servían acompañados de huevos duros. El pan era de tres clases: tortilla de rescoldo, pan español con mucha grasa y miga, y el pan chileno, aplastado y "cascarudo". Al final se servía de postre, frutas, en especial chirimoyas, frutillas y lúcumas. El almuerzo y comida terminaban con un agua de hierba, que podía ser de paico para el empacho y los problemas intestinales. En el siglo XVII las monjas dieron un gran impulso a la cocina colonial chilena. De ahí sale casi la totalidad de la repostería de la cocina chilena.

En el mismo siglo, llegaron provenientes de México el pavo y el ganso. De Jamaica las sandías y los melones escritos. Pescados y mariscos adquirieron nombres y apellidos; el pejerrey de Aculeo, el tollo y la Langosta de Juan Fernández, los erizos de Papudo, entre otros. El chocolate y el mate eran las bebidas más populares.

La cocina colonial chilena empezó a adquirir refinamiento a mediados del siglo XVIII, época de fiestas y saraos y las mesas comenzaron a adornarse con elegancia para el almuerzo y la cena. Los productos regionales dotaron a los cocineros criollos de apetitosas curiosidades. Combarbalá sus tortas. La Serena, el pavo mechado. Chanco, sus quesos y Chiloé su curanto.

La comida del pueblo era diferente a las que servían en las mesas aristocráticas. La primera estaba constituida de harina, charqui y porotos con sal y pimiento seco. En los días de fiesta el menú variaba. Carne asada al palo, guatitas, carbonada, cazuela, mote, pescado frito, chupe, empanadas y sopaipillas.

Llegaron entonces al país, el y el café que dejaron en segundo plano la costumbre de beber mate. Los vinos chilenos adquirieron fama y el pueblo chileno se aficionó a la chicha de uva.

La cocina chilena adquiere una fisonomía definida durante la Patria Vieja y la Nueva. A partir de la fecha que marca el inicio de la independencia de España, el 18 de septiembre de 1810, en las mesas criollas se comienza a festejar el acontecimiento con empanadas, chicha y vino tinto. El caldo de vaca con ají, espesado con chuchoca, se convierte en un manjar tradicional de los campos del Valle Central chileno.

El tratamiento de la caza (venados y conejos), con salsas de frutas reciben el influjo alemán. Entre las recetas autóctonas es conocida la preparación del conejo con maní. Italia aporta sus pastas a la tradición gastronómica chilena.

El menú se hace abundante y variado. Carne de cerdo salada, mezclada con papas, cebollas, repollos y arvejas. El pueblo se aficiona al puchero y al charquicán y de postre, melones, vino y sandía. En la Patria Nueva, los inviernos se endulzan con picarones. Al iniciarse la época portaliana, la gastronomía ensayada en tiempos de la colonia es ya asimilada por el pueblo. Alcanza jerarquía de plato típico el arrollado: carne cocida en trozos, revuelta con huevos y envuelta en malaya o cuero de chancho. Otros platos favoritos de esos tiempos eran la huañaca: gordura de vaca con harina tostada, el encebollado de huevo, los miltrines o aparejos, las papas achicharronadas, el pebre de cebollas crudas y tomates, las pantrucas, el guiso de mote y el locro falso. En bebida ganó popularidad el ulpo, junto a la gloriada o cordial, agua caliente con azúcar quemada.

Durante el siglo XX, la cocina chilena desarrolló fuertemente el gran aporte de la gastronomía francesa recibida a finales del siglo XIX, se manifestó en variados guisos, chupes, pucheros y postres, preparaciones recopiladas por varias autoras del país. Se hace patente sobre todo en los pescados; corvina a la mantequilla negra, el congrio Margarita o las "omelettes" que remplazan la tortilla española de papas en este afrancesamiento de la oferta.

También en este siglo se desarrolló una característica «comida rápida chilena», como los famosos Barros Luco y el Barros Jarpa, ambos toman sus nombres de un ex-presidente y un ministro del país; además de las variedades del hot-dog como el completo, hecho con salsa americana o chucrut, tomate y mayonesa, el italiano que lleva su nombre por los colores de la bandera de ese país compuesto con tomate, mayonesa y palta y el As, que es una especie de hot-dog pero con carne de lomo picada a la plancha en vez de salchichas.

Herencia culinaria

Una mesa chilena con Cazuela y variadas ensaladas.
Marraqueta, uno de los panes mas consumidos en Chile.

La herencia culinaria criolla fue trasmitida de las generaciones, mediante recetas guardadas en cuadernos o tarjetas, que permanecieron por años como un secreto de las diferentes familias, hasta el momento en que alguien las recopilaba en tomos y las publicaba. A mediados del siglo XIX, se comenzaron a redactar en las imprentas, las viejas recetas de las monjas y familias, que serían la base de la gastronomía nacional con el pasar del tiempo.

La historia señala que en la mitad del mismo siglo (XIX) en que se publicaban los primeros tomos de importantes recetas culinarias, aparecieron en Santiago y Valparaíso varios libros de recetas, destacando El libro de las familias, que eran publicaciones que contenían manuales de cocina, economía doméstica, repostería, confitería y dos curiosos manuales de salud y lavandería.

Al comenzar el siglo XX, la Enciclopedia del hogar de la Tía Pepa, del chileno Rafael Egaña es considerado un clásico de la cocina chilena en donde se juntaron varias recetas de principios del siglo, principalmente de las dedicadas a aves y caza, con suculentas preparaciones de pollos, gallinas, gallos, pavos y pavas, patos, perdices, tórtolas, pichones, gansos, torcazas y zorzales, entre otros.

El libro de recetas La Negrita Doddy, que tiene como modelo un libro del importante Julio Grauffé, cocinero de Jockey Club de París 1; principalmente se recopilaban infinidades de recetas de la cocina francesa, inglesa, alemana, española e italiana.

El novísimo manual del cocinero práctico chileno, era una colección de postres y guisos de importantes cocinas europeas, para el especial uso de las dueñas de casa. Estas tres últimas ediciones de principios de siglos, tuvieron éxito y numerosas reediciones. Pero más reediciones (hasta la década de 1960) tuvo el importante libro 365 recetas de cocina práctica. Una para cada día, (1900), recopilado y firmado por María Cenicienta.

Cerca de estos tiempos, surge en los años 30’, Lucía Vergara Smith con la publicación de varias recetas, quizás la más importante, el Manual de cocina vegetariana chilena (1931), donde la autora selecciono preparaciones de guisos naturistas, sopas de verdura, entradas de huevos y verduras.

En la década de 1930, se imprimen dos nuevas publicaciones que terminan con el tradicional libro de recetas tipo folleto y comienzan a aparecer libros de mejor estilo y muy buenas ediciones, en las cuales destacó la influencia del refinamiento de la gastronomía de Francia. El primer libro, fue publicado por la escritora Marta Brunet, titulado como La hermanita hormiga: tratado de arte culinario: recetas de guisos, dulces, menús, etc.: instrucciones para la buena disposición de la mesa con ilustraciones, mediante el cual se preocupaba de dar instrucciones para la buena disposición de la mesa y contenía guisos y una amplia variedad de dulces artesanales; el segundo, publicado en 1935 y titulado como La Buena Mesa de Olga Budge, quien junto a su esposo Aguntin Edwards, vivió bastante tiempo en Europa por el trabajo diplomático de él. En su vuelta a Chile, publico en con este libro su experiencia junto a la gastronomía internacional, sobre todo de la cocina francesa. En la década del 50’, apareció un interesante folleto, el cual contenía las recetas de un importante restaurante santiaguino, que daban cuenta la influencia francesa en la cocina chilena, recopiladas por el chef Carlos Arandade , titulada con el nombre de Famosas recetas del Hotel Crillón 2, excéntrico lugar donde la influencia de la cocina francesa marcó su apogeo en la cocina chilena de mediados del siglo XX.

En 1943, Eugenio Pereira Salas, publica Apuntes para la historia de la Cocina Chilena, que narra la conformación de la gastronomía nacional dividida en capítulos: Los comienzos de la cocina hispano-aborigen; la abundancia barroca criolla; el ilustrado y goloso siglo XVIII; la cocina en la Patria Vieja y en la Patria Nueva; las postrimerías del siglo XIX y la "belle époque" gastronómica. Es quizás la mejor obra que contiene toda la información de la conformación de la historia de la cocina criolla chilena, y a la actualidad ya ha sido editada cuatro veces.

La olla deleitosa. Cocinas Mestizas de Chile, escrita por la antropóloga Sonia Montecino, fue premiada por el Gourmand World Cookbook 3 como el mejor libro de la historia culinaria de Latinoamérica 2005. Este reconocimiento se suma al que recibió en Chile por el Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile, el año 2004, y en el que participan notables periodistas especializados chilenos, como Augusto Merino, César Fredes o Daniel Greve.

Variedad

Producto de la extensa geografía de Chile, las recetas son muy variadas, pero se pueden diferenciar tres macro zonas gastronómicas:

  • Gastronomía del Norte de Chile
  • Gastronomía del Centro de Chile
  • Gastronomía del Sur de Chile

De todas ellas la cocina ha recibido el aporte de los diferentes aborígenes a lo largo del país, sus diferentes costumbres y productos; pescados, mariscos, carnes y aves con diferentes preparaciones y condimentaciones, y que van de la mano de la influencia extranjera que ha originado una amplia gama de postres y bebidas. Un producto en que la cocina chilena ha sabido sacarle el máximo partido y utilizarlo en múltiples platos, es nada menos que el preciado maíz o choclo como se le conoce en Chile, y también la papa y el poroto son materias primas provenientes de la cocina indígena. Entre platos dignos de nombrar a base de lo anterior, están la crema y el pastel de choclo, las humitas y guisos a base de papas, la carbonada, el charquicán y los porotos con zapallo.

Los españoles trajeron al continente las carnes, como las de chancho (cerdo) y vacuno, de donde surgieron preparaciones como el chancho a la chilena, chupe de guatitas (callos), costillas de cerdo con ají, arrollados de carne, lengua en salsa picante, entre otros platos.

La gastronomía típica de la Isla de Pascua está basada principalmente en pescados y mariscos, en especial la langosta. Al igual que en el sur de Chile, el curanto es la comida tradicional de la isla. Se acompaña con papas sin pelar y el "poe", un budín dulce hecho con harina, zapallo y plátanos.

Cultivos originarios y productos populares

Papas
Quinoa
Murtilla o murta (Ugni molinae)

A lo largo de Chile se pueden apreciar frutas y legumbres cultivadas desde tiempos milenarios, así como en otros sectores de Sudamérica. Destacan en recetas, como en importantes negocios de exportación. Entre los más conocidos están los siguientes:

  • Aceituna: Aunque el olivo proviene de Europa, las aceitunas de Azapa, en Arica se consideran una variedad de origen chileno, y son reconocidas en todo Chile.
  • Chirimoya: Nativa del área subtropical de los Andes, Chile ha realizado estudios para conocer su comportamiento, aunque no es nativa de Chile es uno de los principales países donde se consume.
  • Choclo: Este cereal plantado por las tres grandes imperios de la América precolombina (Imperio Maya, Azteca e Inca), también se cultivó en los sistemas de terrazas de los atacameños, y por los intercambios comerciales entre los pueblos se extendió hacia el sur hasta llegar a ser conocido y cultivado por los mapuches y huilliches.
  • Murta o murtilla: Este exquisito fruto, recolectado por el pueblo mapuche desde antes de la llegada de los españoles, tiene un preciado valor en el área de gastronomía, principalmente para hacer mermelada y un licor llamado murtado o enmurtillado.
  • Palta: Se cultivaban diferentes tipos de palta en Chile desde los tiempos precolombinos; la palta de cáscara negra es de origen chileno, la cual se cultivaba en La Cruz y el Valle del Maipo. Chile es el tercer productor mundial de palta después de Estados Unidos y México.
  • Papa: (nombre científico Solanum tuberosum) es una especie perteneciente a la familia de las Solanáceas, originaria de América del Sur. Es un ingrediente muy importante en los distintos tipos de platos típicos. En Chile se encuentran diferentes variedades, sin embargo el centro de origen más importante es el Archipiélago de Chiloé; la gastronomía de esa zona la tiene como parte fundamental de casi todos sus platos.
  • Quínoa: quinua, quínoa, quinoa o kinwa (Chenopodium quinoa) es un pseudocereal de la familia Chenopodiaceae que se produce en los Andes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y del Perú además de los Estados Unidos, siendo Bolivia el primer productor mundial seguido del Perú y los Estados Unidos. En Chile fue cultivado por los aimaras y atacameños; ellos aportaron las distintas variedades de este producto a la cocina del Norte Grande de Chile.

Productos Marinos

Los picorocos, un crustáceo propio de Chile.
Cochayuyo, el alga mas consumidas en el país.

Un elemento característico del ámbito culinario chileno es la variedad y calidad de pescados y mariscos, favorecida por la situación geográfica en que se encuentra el país. Entre otros productos están el pulpo, lenguado, albacora, bacalao, cochayuyo, merluza, corvina, palometa, raya, mero y atún. El congrio colorado, negro o dorado se toma frito, al horno, o en un delicioso y popular guiso, conocido como Caldillo de congrio, que mereció una oda del gran poeta chileno Pablo Neruda.

La Corriente de Humboldt provoca a que la oferta del marisco sea muy amplia y cualificada como la de pescados: locos u orejas marinas, langostinos, ostiones, gambas, erizos, machas (almejas), cangrejos gigantes, centollas, camarones, ostras, langostas, percebes, picorocos, incluso anguilas que son parecidas a los chanquetes.

A lo largo de Chile se encuentran miles de especies. Sólo en la costa de La Serena y Coquimbo se encuentra una gran variedad de especies de peces; en el consumo de mariscos, los erizos y los picorocos (percebes), ambos prácticamente son ajenos a la cocina de casi todas las demás naciones, productos que a futuro pudiesen llegar a constituir propuestas novedosas en el mercado exterior. Otros casos importantes lo revisten la presencia de las langostas de Juan Fernández (preparadas bajo el nombre de "Perol de Langosta"), la centolla, el mejillón, el krill austral, etc. En el sur están las ostras gigantes, las navajuelas y el huepo de Chiloé. En fin, el mar chileno da una amplia calidad y variedad productos marinos a la gastronomía nacional y al mercado exterior, ya que Chile es uno de los principales países exportadores en el mundo de productos del mar, ocupa el segundo lugar mundial en la exportación de harina de pescado y el primero en la exportación de salmón de alta calidad y libre de contaminación (30% del mercado mundial), sobrepasando a Noruega en el 2006; actualmente una importante fuente de riqueza por la exportación a Japón, Estados Unidos, incluso a Europa; de igual forma es importante la cría de truchas.

Cocinas por regiones

Almejas a la Parmesana
Ajiaco.
Curanto en plato.
Típicas onces sureñas con kuchen de murta.

Cocina de la zona norte

La cocina del norte ha sido formada del aporte de los productos de las culturas indígenas del altiplano andino, los aimaras y atacameños, quienes desarrollaron una intensa agricultura en base a la producción de maíz, papa, locoto, zapallo, oca, y en algunos sectores quinoa y papa; en ganadería se utilizó mucho la carne de llama y alpaca. También se encuentra la tradición mariscadora de los changos de la costa, que se mantiene hasta la actualidad con el consumo de bastantes platos en base a pescado y marisco. También fue importante la influencia de los diaguitas quienes ya desde tiempos precolombinos producían fermentaciones de algarrobo y otras semillas. En el norte chico, destacan los valles de la Región de Atacama que produce uno de los aceites de oliva más afamados del país, y junto a la región de Coquimbo, mantienen la producción de uno de los licores más problemáticos por su origen, el pisco. Amplia es la cantidad de bebidas alcohólicas y refrescos que se pueden encontrar en la gastronomía del norte: pajarete, cola de mono, vaina chilena, serena libre, mango sour, ulpo, batidos de frutas, entre otros.

Cocina de la zona central

Las recetas de la zona central, han tenido un variado aporte en su conformación; el aporte indígena con los productos de la tierra, como el maíz y diversas verduras, que han conformado conocidas recetas, como el pastel de choclo, el charquicán y las humitas. También cabe destacar las costumbres de los campesinos como lo es la del “ Huaso Chileno ”, y la influencia extranjera, principalmente europea desde la segunda mitad del siglo XIX, con la introducción de habitos como la "once" y el consumo del té por parte de los ingleses, o la introducción de cepas de uvas por franceses durante el mismo siglo. Destacan los mejores valles del país: Maipo, Maule, Curicó, Rapel y Colchagua, por poseer los mejores viñedos para la preparación del Vino chileno, que ha tenido lugar entre los mejores del mundo.

Cocina de la zona sur

Esta región ha tenido un gran aporte de la Cocina Mapuche, que aporto productos como los porotos, el maíz,papas, zapallos, al merquen, y también la gallina mapuche, la única gallina sudamericana precolombina, con la que se preparaban cazuelas antes de la llegada de los españoles; otro importante aporte es la Cocina Chilota característica por sus grandes variedades de papas, además de los platos a base de mariscos y pescados que constituyen parte importante en la gastronomía del sur del país; en Angelmó existe el mercado mas surtido a nivel nacional en lo que respecta a productos marinos; en tal mercado se puede consumir curanto en olla o pulmay, sierra cancato a las brasas, caldillo de mariscos, empanadas de mariscos.Algunos licores que se pueden encontrar en esta región son el licor de oro, la chicha de manzana, el muday, el murtado, entre otros.

Es importante destacar la influencia de la colonización alemana que hubo en el sur de Chile durante el siglo XIX, y su cocina se ha mezclado con materiales típicos de la zona, creando, lo que muchos gourmets han denominado, "maravillosa combinación" entre la comida alemana y mapuche. Lo que mas se ha mantenido de la cocina alemana es su repostería, y claro ejemplo de ésto son los Strudels y Kuchens de murtilla o murta. Las onces sureñas son casi siempre acompañadas por algún postre germano.

Repostería

Alfajor.
Pan de Pascua.

En el siglo XVII, las monjas dieron un gran impulso a la repostería colonial chilena, y de allí proviene la explicación de que hasta hoy día vale la expresión "hecho con mano de monja", para decir que un postre es exquisito.

Fue una época pródiga en esta faceta culinaria hasta entonces desconocida. Las religiosas imitaban con pastas y almendras, desde los más delicados dulces hasta frutas naturales, servicios de mesa, vasos e incluso servilletas. A estas imitaciones se les llamo "contrahechos" de las monjitas, llegando a ser tan perfectas que muchas veces llevaron al engaño.

De sus manos surgieron los dulces de alfajor, las sustancias, los duraznitos de la virgen, el dulce de membrillo, el manjar, entre muchos otros, y constituían los regalos típicos de las navidades coloniales.

También la influencia española de la repostería judeo-morisca, marcó su herencia gastronómica con recetas como los alfajores, el manjar (similar al dulce de leche), huevo mol, aloja de piña o de papaya, las compotas y frutas en almíbar elaboradas con frutas autóctonas, sin olvidar los frutos de sartén como los buñuelos y picarones.

Otras recetas conocidas y bastante consumidas, son el Pan de Pascua, sobre todo en epoca navideña; los dulces de la ligua, la leche asada, el chumbeque, el brazo de reina y empanadas dulces.

Comida rápida chilena

Sopaipillas en dos de sus presentaciones: secas, y pasadas en chancaca.

En el siglo XX se ha desarrollado una característica «comida rápida chilena»; este tipo de comida se estila vender en locales pequeños de comida llamados fuente de soda o en locales de venta ambulante. Entre los sandwiches más antiguos están los famosos Barros Luco que consiste en un sándwich de queso derretido con carne a la plancha y el Barros Jarpa que a diferencia del anterior lleva queso derretido y jamón, ambos toman sus nombres de políticos chilenos. Otros son:

  • Aliado (jamón y queso frío)
  • York (jamón y huevo frito),
  • Americano (carne de vacuno, huevo frito, jamón y queso caliente),
  • Chacarero (lonjas delgadas de carne frita, porotos verdes cocidos fríos, rodajas de tomate y ají verde picado),
  • Lomito (lonjas delgadas de lomo de cerdo, rodajas de tomate, chucrut, palta y mayonesa),
  • Chemilico (carne de vacuno, cebolla y huevo, fritos),
  • Churrasco italiano (lomo de vacuno, palta, tomate y mayonesa),
  • Ave Mayo (pechuga de ave molida, mezclada con mayonesa o pimentón, y/o con tomate, palta), la variedad que es mezclada con pimentón es conocida también como Ave Pimentón.
  • Fricandela (una albóndiga de 250 g, chucrut y mayonesa),
  • As (la base es pan de hot dog y carne de vacuno frita, con mayonesa. Puede llevar tomate, palta, chucrut, etc.)
  • El Hot Dog, o completo tiene las siguientes variaciones:
    • Especial (salchicha y mayonesa),
    • Completo (salchicha, chucrut, tomate picado, palta, mayonesa, mostaza),
    • Atómico (igual que el anterior, más salsa de ají picante),
    • Italiano (salchicha, tomate, mayonesa y palta),
    • Dinámico (salchicha, palta, salsa americana, salsa verde, tomate y mayonesa),
    • Chaparrita (salchicha, queso caliente, envueltos en masa horneada)

Otros platos de comida rápida de este tipo, es el Pollo a las brasas, conocido en Chile desde antaño como "Pollo Spiedo", el cuál es muy popular por su forma rápida de adquirirlo. Las sopaipillas, los picarones, los calzones rotos, las empanadas de queso, el pan con chicharrones, las manzanas confitadas entre otros, se estila venderlos en forma ambulante en la calle.

Este tipo de comida, sobre todo la que expende en la calle, es consumida con frecuencia por gran parte de la gente, por sus bajos precios y por la falta de tiempo para cocinar en casa; pero al ser comidas altas en grasas y glúcidos, ha provocado el aumento de la obesidad en la sociedad chilena, problemas de salud que está afectando cada día a más personas.

Bebidas

Botella de licor de oro
Archivo:S4021096.JPG
Galería de vinos chilenos.
El té negro, es una infusión de gran consumo en Chile.

En Chile, desde el siglo XVII, la gente se aficionó mucho al consumo de la chicha y el vino, este último es conocido en todo el mundo por su cuerpo, aroma y calidad, lo que le ha llevado a obtener varios premios mundiales. Otra bebida muy consumida es el pisco chileno fermentado de los viñedos de la región de Coquimbo y Atacama, con una denominación de origen muy problemática con el Perú.

Una de las bebidas alcohólicas nacionales es es la piscola, que incluso tiene un día en su conmemoración; también esta el terremoto, consistente en vino con helado de piña; otro a base de vino es el jote, y en la zona de sur se encuentran el muday, el murtado, y el licor de oro que se produce en Chiloé. Hay bebidas dulces no alcohólicas de consumo popular, como el típico mote con huesillo, el plátano con leche, el batido de piña, los camotes en almíbar, la macedonia, o el ponche de fruta. En el norte hay una mayor variedad de bebidas conocidas, como lo son, los aperitivos (mango y papaya sour), el cola de mono, la vaina chilena, serena libre, y variados batidos de frutas, como el mango, maracuya, guayaba entre otros.

El mate y el té

El mate, fue hasta el siglo XIX, de bastante consumo en Chile, y de un modo peculiar, ya que a diferencia de lo que sucedía en los otros estados del Cono Sur, en Chile la infusión se preparaba casi siempre con el «palito» y no con la hoja de la yerba mate. Pero en el siglo XIX empezo a aumentar el consumo de , costumbre que evidencia la gran influencia británica que recibió este país, especialmente en el siglo antes descrito. Desde ese entonces el té reemplazó al Mate, que antes era la bebida caliente mas consumida por los chilenos. Con la masificación del té como bebida preferida de la sociedad chilena, vino también la tradición de "las onces", que vendría a ser como el high tea inglés, instaurandose como la reunión familiar mas importante del día y reemplazando a las largas tardes de mate, o "comadreos", donde se juntaban familias y amigos a conversar tomando mate; esta tradición de comadreo sigue vigente en el sur de Chile, aparte de las onces.

Véase también

Enlaces externos