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El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) del Ministerio de Cultura del Perú es un espacio de conmemoración pedagógico y cultural que alberga la historia de violencia ocurrida en el Perú entre los años 1980 y 2000. El LUM se encuentra ubicado el distrito de Miraflores, Lima y fue inaugurado en diciembre del 2015 durante el gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso.
Antecedentes
[editar]Durante la Cumbre América Latina, el Caribe y la Unión Europea de 2008, que se llevó a cabo en el Perú, el gobierno alemán anunció una donación al estado peruano para la construcción de un Museo de la Memoria. El gobierno de Alan García rechazó inicialmente la oferta, pero aceptó la donación el 27 de marzo de 2009 y anunció la construcción de un museo dedicado a las víctimas del terrorismo vivido en el Perú, en el cual los grupos terroristas Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru se enfrentaron con el Estado peruano. De acuerdo con el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el terrorismo provocó cerca de 69 mil muertes entre 1980 y 2000.
Sobre el LUM
[editar]Una de las premisas básicas del LUM es constatar que las divergencias en las formas de ver y dar significado al pasado de violencia son parte de la realidad. No se pretende la uniformidad de todas las memorias o generar una unívoca. Lo que se busca desde el LUM es promover y aprender de estas memorias, de sus disputas y conflictividad, para crear nuevas formas de convivencia en el presente. Se asume el reto de tensar la diferencia, tomando su confrontación en el diálogo como punto de partida. En este sentido se sentaron los cuatro objetivos del LUM:
1. Albergar la historia de lo sucedido en el período de violencia iniciado en 1980, a partir de la irrupción del terrorismo, hasta el año 2000. Esto significa dar visibilidad a las causas de la violencia; impulsar la reflexión sobre la importancia del reconocimiento positivo de nuestra diversidad cultural; el respeto y la tolerancia, de cara a superar la exclusión y la intolerancia sistemáticas que posibilitaron que la gran mayoría de las víctimas se concentrara en identidades específicas (quechua- hablantes, campesinos, analfabetos, indígenas y mujeres).
2. Ser un espacio de reflexión, conmemoración e intercambio de nuestra identidad y de nuestra historia. Con esto se busca despertar conciencia sobre el error colectivo; reconocer la crueldad de los grupos terroristas y su ideología; la escasa presencia del Estado en las zonas rurales; la incapacidad del Estado para implementar una política contrasubversiva clara y, en corresponsabilidad con las fuerzas del orden, responder al terrorismo dentro de un marco constitucional y democrático; la indiferencia de gran parte de la población peruana (centralismo limeño) y los partidos políticos.
3. Convocar a todos, especialmente a los jóvenes que no vivieron el período de violencia de 1980 a 2000, pero también a las personas y comunidades que fueron víctimas y testigos en ese período; y así alentar el compromiso individual y colectivo, habilitando a la ciudadanía para enfrentar con fundamentos el pensamiento totalitario y cualquier acción de violencia, así como sus consecuencias morales, institucionales y materiales. Se busca propiciar el encuentro entre personas con diversas prácticas culturales como un reto y una oportunidad.
4. Generar un espacio vivo para tratar y enfrentar los problemas mencionados y promover la tolerancia, la democracia y el respeto de los derechos humanos ante la persistencia de la discriminación, exclusión e intolerancia en el presente. De esta manera, se busca aportar a la construcción de una nación que asuma como propios los valores de la democracia y el respeto de los derechos humanos. Concebir el LUM como un espacio vivo implica ser un espacio de diálogo en constante construcción y abierto a críticas, propuestas y sugerencias que enriquezcan su discurso.
Componentes
[editar]Los componentes del LUM se reflejan en un conjunto de servicios puestos a disposición de la sociedad. A través de ellos, se busca alcanzar los objetivos de la misión institucional del LUM.
Exposiciones
[editar]Exposición permanente
[editar]La exposición permanente, que abarca los tres pisos del edificio, está destinada a darle un enfoque adecuado a temas centrales y transversales del período de violencia que vivió el Perú entre las dos últimas décadas del siglo XX. Se utilizarán diversos recursos museográficos como la narrativa testimonial, textos, proyecciones, fotografías, exhibición de pertenencias personales de las víctimas, videos, infografías e instalaciones de arte.
Los contenidos específicos fueron desarrollados por el equipo curatorial, conformado por un grupo interdisciplinario de profesionales que buscó una perspectiva equilibrada en la narrativa museográfica. La elaboración del guion se fundamenta sobre las críticas, sugerencias y propuestas resultantes del proceso participativo, que reunió las opiniones de actores clave del período de violencia.
La fase de implementación de la muestra permanente comprendió una convocatoria abierta a los familiares de las víctimas a poder participar y asumir la construcción de un Lugar de la Memoria como la tarea colectiva que representa.
Exposiciones temporales
[editar]El propósito de las exhibiciones temporales recae en complementar información, profundizar los temas tratados en el guion museográfico de la muestra permanente y trabajar otras temáticas referentes a la memoria, derechos humanos e inclusión social. Se ha considerado que este componente sea un aporte importante y diferenciador para el visitante, que le permita acceder a otras versiones y formas de representación sobre el período de violencia que el LUM trata.
La propuesta anual de exposiciones temporales será evaluada por el equipo curatorial, a la cual podrán concursar diferentes profesionales e instituciones vinculados al tema de memoria, arte, derechos humanos e inclusión social.
Educación
[editar]La pedagogía es un elemento transversal a todos los componentes antes mencionados. A través del enfoque pedagógico del LUM, se busca promover la reflexión y el análisis crítico de los procesos sociales, principalmente entre jóvenes. El LUM plantea, entre sus propósitos principales, constituirse como un espacio educativo. Además, por sus lineamientos y objetivos, este componente busca fortalecer principios de democracia, sensibilización y promoción de los derechos humanos.
Documentación e investigación
[editar]Este componente se concibe como una plataforma que otorgue voz a los miles de testimonios y documentos acumulados durante el período de violencia (1980-2000). A través del Centro de Documentación e Investigación del LUM, se recalca la importancia del valor documental, así como la urgencia de preservación, clasificación y catalogación; de manera que la información resulte permanentemente accesible.
El LUM será un referente de acceso a bibliografía digitalizada, material audiovisual, archivos de audio, información en general sobre las décadas de violencia 1980-2000 e investigaciones de temas de derechos humanos o afines. A la fecha se cuenta con un total de 4233 archivos aportados por diversas instituciones y personas.
Actividades culturales y académicas
[editar]Actualmente el LUM es ya un espacio abierto a diversas actividades culturales y académicas, como: seminarios, obras de teatro, proyección de películas, recitales, ciclos de documentales entre otras, que permiten abordar desde diversos enfoques temáticas vinculadas a la memoria histórica, los derechos humanos y la inclusión social. Las actividades permiten ahondar con más detalle temas que no han sido tratados con tanto detenimiento en las exposiciones. Además, abren el debate público e incentivan tanto la creatividad como la intervención del visitante, quien tendrá la oportunidad de expresar sus ideas en un espacio de tolerancia y diálogo.
Edificio
[editar]El 27 de enero de 2010 se convocó el concurso público arquitectónico para el proyecto Lugar de la Memoria. Con un jurado internacional conformado por Rafael Moneo (España), Kenneth Framptom (Reino Unido), Francesco Dal Co (Italia), Wiley Ludeña y José García Bryce (Perú), se logró convocar alrededor de 350 estudios de arquitectura nacionales e internacionales.
El jurado dio su veredicto el 5 de abril de 2010, con cinco finalistas: en el quinto lugar Manuel Flores Caballero, en el cuarto Javier Artadi Loayza de Artadi Arquitectos, en el tercer puesto Luis Longhi Traverso de Longhi Arquitectos y en segundo lugar María Paz Ballén de la Puente, Mariana Leguía Alegría y Nelson Munares Liñán de Yncluye Arquitectos. La propuesta ganadora fue creada por el estudio de arquitectos Barclay & Crousse. de los arquitectos peruanos Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse, quienes trabajaron en torno al rol de un edificio público en la ciudad.
Al respecto, Jean Pierre Crousse afirma: “Quisimos dejar constancia de la importancia de la arquitectura en la transformación urbana y, sobre todo, en la interacción ciudadana. Por ello, nos esforzamos por desarrollar al máximo la función de inclusión social del edificio: el Lugar de la Memoria le regalará a la ciudad un espacio de uso público, un espacio abierto para actividades culturales, que invita a los ciudadanos de a pie a participar de sus muestras, a apropiarse de él. Es importante que el público interactúe con el espacio como lo hace con la muestra”.
El proyecto arquitectónico, en su exterior, tuvo como principal norte la generación de nociones positivas relacionadas con la memoria. En esta línea conceptual, se trabajó en la armonización con el territorio: su contexto geográfico y urbano. El LUM se integra al paisaje recuperando la memoria de la Costa Verde, con su conformación de farallones y quebradas, adaptándose a los elementos característicos de la zona como el canto rodado y la vegetación oriunda de carrizales.
Gracias a la solidez del concepto y las cualidades del diseño, el proyecto ganó la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires en octubre de 2013. En diciembre de 2014, la edificación fue reconocida en la XVI Bienal de Arquitectura Peruana, cónclave profesional en el que obtuvo el “Hexágono de Oro”, máxima distinción arquitectónica en nuestro país. Asimismo, en el mes de noviembre del 2016 obtuvo el premio Oscar Niemeyer en la XX Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito.