Alfarería en la provincia de Zaragoza
La alfarería en la provincia de Zaragoza (España), más allá de los precedentes arqueológicos datados con anterioridad a la romanización, reúne el conjunto de la obra artesanal producida con limitada o primitiva tecnología y tosca elaboración, en un contexto social familiar y para uso utilitario y funcional. A partir de estudios generales y trabajos de campo realizados en el siglo xx por etnógrafos como Natacha Seseña,[1]María Isabel Álvaro Zamora o Guadalupe González-Hontoria,[2] tiene precedentes documentales desde el siglo xviii en el Catastro de Ensenada (1752) y en las Memorias políticas y económicas de Eugenio Larruga (1792), y luego en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico (1846-1850) de Pascual Madoz.[3]
Historia
[editar]Destaca Seseña el «arcaísmo de la cantería manual», o decoraciones características como el “cordoncillo”, y los “pellizcos” o “peñones” (tradiciones cuyo origen se remonta quizá a la Edad del Bronce).[4] También resultan singulares algunas formas de la cantarería, en centros alfareros provinciales como Sestrica, Illueca, Jarque, o Tierga.[5] En el capítulo de la alfarería del vino deben mencionarse así mismo la cacharrería de barro compuesta por jarras, jarros y cantarillas vinateras, para el consumo de mesa.[6][7][8]
A pesar de la expulsión de los moriscos en 1610, es destacable el legado mudéjar en el campo de la azulejería y su aplicación en los recursos arquitectónicos usados en edificios religiosos, con ejemplos singulares como las iglesias de Maluenda o Tobed, o la basílica del Pilar en la capital de la provincia.[4][9]
Alfares más importantes
[editar]Entre los focos más productivos en el campo de la ollería (con centros aun activos), pueden destacarse los situados a lo largo de la vega del río Jalón (en el ámbito comarcar de Calatayud), y los alfares de cantarería de Muel,[10] activos desde el siglo xvi.[11]
Muel
[editar]Uno de los focos con mayor producción y variedad, tanto en alfarería de basto como en vajilla morisca de platos, escudillas, jarros, cantarillas, orzas, y cuencos. Excavaciones realizadas por José Galiay en192 y Luis María Llubiá en 1952, sitúan los primeros alfares y obradores fuera del recinto amurallado, junto al río Huerva y colindantes con el camino real a Zaragoza. El propio Llubiá llegó a documentar 128 alfareros desde 1575 hasta 1883.[12] Entre la amplia variedad de piezas estudiadas, la etnógrafa Álvaro Zamora cita las curiosas “escudillas de parto”, datadas ya entre los siglos xv al xvii, «usadas para dar caldo a las recién paridas: tazones semiesféricos con asas, que debieron de incluir algún tipo de vertedor que permitiese beber de ellas sin incorporarse del lecho».[13]
Capítulo aparte merecen las mencionadas lozas de Muel, cuya fama y tradición como artífices del reflejo metálico quedó documentada ya en 1585 en el relato del arquero Henrique Cock, miembro del séquito de Felipe II, a su paso por esa localidad.[14]
Sestrica
[editar]De la obra basta más antigua,[15] destacan las “terrizas y terrizones”, y especialmente las tinajas, de varias medidas, llegando a tener las de encargo hasta 300 o 400 litros de cabida.[16]
Lumpiaque
[editar]Seseña anota la obra documentada de alfareros en esta localidad desde el siglo xvii. Trabajaron en hornos cuadrados tanto exteriormente como en su interior,[17] y de su producción, destaca la orginalidad de sus cántaros de «cuerpo estilizado, abombado en su palte superior, cuello muy corto y moldurado, del que partía su única asa»,[12] que se llegó a fabricar en tres tamaños, para el agua, y con un modelo similar como cántaro para arrope. Otra pieza singular son los “terrizos”, barreños vidriados en su interior y decorados con cuatro bandas amarilla en el ala; sus seis tamaños se llamaban: lavamanos, hierbas pequeño, hierbas grande o fregadero, mondonguero y arrobero.[18] También se pueden citar las parras u orzas para conservas, similares a la de Miravet, en Tarragona.
Fuentes de Ebro
[editar]Foco alfarero ya documentado en 1509, de clara raíz mudéjar (cuya población morisca alcanzaba las 1.025 personas, y que fue expulsada en 1610),[18] su área de venta llegaba hasta Belchite. De la producción tradicional destaca la conservación de piezas tan originales como el ginebro, la calabacica, la pastora, el rallo y la botija chata.[19][20]
Alfares desaparecidos
[editar]Álvaro Zamora, González-Hontoria y Seseña mencionan alfarería provincial extinguida en una larga lista de localidades. Además de las ya mencionadas Illueca, Jarque o Sestrica, en la zona del Jalón,[15] pueden relacionarse aquí: La Almolda, en los Monegros, con tres alfares de reconocida producción hasta la década de 1950; Ejea de los Caballeros (y su cantarería similar a la producida en Las Cinco Villas); el foco cantarero de Lumpiaque; los trabajos a torno de Uncastillo, en el límite con Navarra; otras cantarerías importantes desde el siglo xvi,[15] como Daroca o Magallón,[a]
[21];[22] y olleros y cantareros establecidos durante siglos en María de Huerva,Villanueva de Gállego, Villafeliche,[10]Codos,[17]Almonacid de la Sierra,[b] Alberite de San Juan, Sos del Rey Católico, Bárboles, Morata de Jalón, Calatayud, Terrer,[12] Tobed, Santa Cruz de Grío, Encinacorba, Alpartir (también citada por Madoz), Torrijo de la Cañada, Villarroya de la Sierra, Santa Cruz de Moncayo, Alfamen, Gotor, Trasmoz, o Zaragoza capital, entre otros más improbables pero mencionados en los archivos provinciales.[23]
Continuidad y homenajes
[editar]El servicio del patrimonio cultural de la provincia pone en línea ejemplos de alfareros activos en Alhama de Aragón (tradicionalmente relacionada con la cerámica soriana de Tajueco); Ateca, Fuentes de Ebro y Zaragoza, capital.[24]
En los últimos años se han instalado varias esculturas en diferentes puentos de la provincia como Homenaje al alfarero. Así, las de Ateca y Villafeliche.[25][26]
Selección de piezas
[editar]-
Rallo de Magallón
-
Ataifor andalusí del siglo xi
Véase también
[editar]Notas
[editar]- ↑ Cuya producción del típico “botijo rallo”, acaparó gran parte de la producción de sus alfares o ('rallerías'), con muy diversa tipología imitada luego en la mayoría de las canterías aragonesas e incluso en algunos focos levantinos importantes como el de Agost, en Alicante.
- ↑ Cuya ollería se puede ver en el catálogo de la Hispanic Society of America, y que, como avisa Seseña, Madoz cita en 1849.
Referencias
[editar]- ↑ Seseña, 1997, pp. 134-141.
- ↑ González-Hontoria, 2004, p. capítulo Aragón.
- ↑ «Catastro de Ensenada (facsímil)». pares.mcu.es. Consultado el 05.03.2021.
- ↑ a b Seseña, 1997, p. 122.
- ↑ Seseña, 1997, p. 123.
- ↑ Seseña, 1997, pp. 209-216.
- ↑ Manrique, Emilio (2012). «Las pichelas aragonesas». La cerámica en el mundo del vino y del aceite: actas, coordinado por Teresa Álvarez González. Ana Rosa Abadía y Domenec Guimerà. p. 98-115. Consultado el 6 de febrero de 2019.
- ↑ Romero Vidal, Alfonso. «Barro y vino. Una buena amistad con más de seis milenios de tradición». XV Congreso anual de la Asociación de Ceramología (en español/inglés). Consultado el 29 de diciembre de 2016.
- ↑ Álvaro Zamora, 1999, p. 69.
- ↑ a b Vossen, 1997, p. 280.
- ↑ (26 de enero de 2007). «El Taller Escuela de Cerámica de Muel». Diput. prov. Zarag. Consultado el 28 de marzo de 2021.
- ↑ a b c Seseña, 1997, p. 137.
- ↑ Álvaro Zamora, 1980, p. 149.
- ↑ Álvaro Zamora, 1981, p. 118.
- ↑ a b c Seseña, 1997, p. 134.
- ↑ Álvaro Zamora, 1999, pp. 24-26.
- ↑ a b Álvaro Zamora, 1980, pp. 146 a 158.
- ↑ a b Seseña, 1997, p. 139.
- ↑ Álvaro Zamora, 1999, p. 35.
- ↑ Vossen, 1997, p. 278.
- ↑ Álvaro Zamora, 1980, p. 150.
- ↑ Jiménez Salmerón, Jesús (septiembre, 2013). «Magallón, los últimos maestros». Amigos de la tierra/Amics de la terrissa. Consultado el 31 de diciembre de 2015.
- ↑ Seseña, 1997, p. 141.
- ↑ Enrique Fernández , Josefa. «Alfareros tradicionales en la provincia de Zaragoza». etno.patrimoniocultural.aragon. Consultado el 28 de marzo de 2021.
- ↑ (2007). «Doble homenaje entre cántaros». elperiodicodearagon.com (Zaragoza). Consultado el 28 de marzo de 2021.
- ↑ Moreno Cutando, Luis (09.2007). «Homenaje al alfarero». esculturaurbanaaragon.com. Consultado el 28 de marzo de 2021.
Bibliografía
[editar]- Álvaro Zamora, María Isabel (1981). Léxico de la cerámica y alfarería aragonesas. Zaragoza: Libros Pórtico. ISBN 84-85264-40-1. Consultado el 29 de marzo de 2021.
- Álvaro Zamora, María Isabel (1999). La alfarería popular aragonesa. Zaragoza: Fundación CAI. ISBN 84-88305-84-2. Consultado el 29 de marzo de 2021.
- Álvaro Zamora, María Isabel (1980). «La cerámica en el ciclo humano (la amplia funcionalidad de la cerámica aragonesa)». antropologiaaragonesa. Zaragoza. pp. 146 a 158. Consultado el 29 de marzo de 2021.
- González-Hontoria, Guadalupe (2004). Las artesanías de España. Tomo IV: Zona central norte (Castilla y León, La Rioja y Aragón) (en español). Serbal. pp. 24-25. ISBN 84-7628-459-4.
- Seseña, Natacha. «Aragón». Cacharrería popular (en español) (1997 edición). Madrid: Alianza Editorial. pp. 152-155. ISBN 84-206-4255-X.
- Vossen, Rüdiger; Seseña, Natacha; Köpke, Wulf (1975). Guía de los alfares de España. Madrid, Editora Nacional. p. 223. ISBN 84-276-1293-1.
Enlaces externos
[editar]- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Alfarería en la provincia de Zaragoza.