La obtención de la Copa Vila 1908 constituyó el primer título oficial de Primera División para Rosario Central. El conjunto canalla exhibió un gran rendimiento, doblegando a todos sus rivales, coronándose en este torneo.[1]
Rosario Central había comenzado su participación en torneos oficiales en 1903, disputando copas de carácter nacional. En 1905 se creó la Liga Rosarina de Fútbol, que determinó la creación de un torneo que en sus primeros dos años fue considerado de Segunda División, por lo que Central, al igual que Atlético del Rosario, no pudo presentar su equipo titular, mermando así sus chances en esta competencia. En 1907 se disputó la Copa Vila, el primer torneo considerado de Primera División por la naciente asociación. Debido a la gran cantidad de futbolistas que poseía, Central presentó dos equipos en el torneo (al segundo de estos conjuntos se lo denominó Central Extra). Así dividió sus jugadores y nuevamente relegó chances a la hora de obtener el título. En 1908 el equipo se fortaleció definitivamente y lo demostró de manera inapelable en el campo de juego. El arco fue ocupado por Victorino Pisso; la pareja de marcadores centrales estuvo compuesta por el legendario Zenón Díaz y Grant; en la línea media lo hicieron Juan Díaz (hermano de Zenón), Mackenzie y Wilson; la ofensiva fue integrada por el creciente goleador Harry Hayes, Palling, Vázquez, Recanzone y Woods. A principios de ese año el mediocampista Charles Thompset había sufrido la amputación de una pierna debido a un accidente laboral. Sus compañeros le prometieron ganar el campeonato en su nombre, y así lo hicieron.[2]
El andar del cuadro auriazul por el torneo no tuvo fisuras. Debió enfrentar a cinco rivales en partido y revancha, venciendo en todos, y convirtiendo 48 goles. El debut estaba programado ante Argentino (actual Gimnasia y Esgrima de Rosario), pero el encuentro fue suspendido debido a intensas lluvias. Así el primer partido fue ante Tiro Federal, goleándolo 7-0. Siguieron a este encuentro dos victorias ajustadas ante Provincial y Atlético, enfrentando luego a Newell's. Con este rival comenzaba a gestarse la actual rivalidad, ya que ambos clubes eran habituales animadores de los torneos rosarinos. Central se puso en ventaja 2-0, pero Newell´s empató. Posteriormente se produjo una invasión al campo de juego por parte de hinchas de Central, ofuscados por un supuesto mal desempeño del árbitro. El encuentro se suspendió, y posteriormente la Liga decretó la nulidad del mismo, estableciendo su reedición. Además los dirigentes acordaron destinar la recaudación del partido para beneficio del accidentado exfutbolista canalla Thompset. Un mes más tarde volvieron a verse las caras y Central vapuleó al elenco rojinegro 9-3. Se jugó en la cancha de Argentino y el árbitro, llamado Campell, fue traído desde Buenos Aires. Central continuó su marcha demoledora y llegó al noveno partido con la posibilidad de coronarse, jugando ante Newell's. El triunfo centralista fue por 3-0, habiéndose jugado nuevamente en cancha de Argentino, bajo el arbitraje de Gualterio Buchanan. Así Central estiraba su ventaja a 3 puntos faltando una fecha por jugarse, asegurándose el título. Cerró la campaña derrotando a Argentino 4-1, en el encuentro suspendido de la primera fecha.[3][4][5]