Pena Lopesa
En la Pena Lopesa, situada en la parroquia de O Val entre los municipios de Narón y Valdoviño, se encuentran los restos de un antiguo castro costero de la Edad de Hierro y de una fortaleza medieval, ambas han desaparecidas debido a la progresiva erosión marina del acceso que la mantenía unida a los Montes de Vilaquinte. Se mantiene unida a tierra mediante un istmo de difícil acceso, con paredes verticales de 42 metros de altura.
En las inmediaciones, a poca distancia, se encuentra la isla del Castro de Santa Comba.
Leyendas
[editar]En las eras antiguas de los mouros un Rey mouro custodiaba en la Pena Lopesa un fabuloso tesoro. Se cuenta que cuando salía a cazar por los montes de Vilarquinte giraba las herraduras de su caballo para engañar a reyes enemigos que querían robarle.
Un día, estos reyes iniciaron el asedio de la Pena Lopesa acampando en el monte, frente al castillo. El asedio duró siete años y el Rey mouro casi a punto de rendir el castillo por el hambre, ofreció a los pájaros la última medida de trigo que le quedaba. Consternados y agotados los sitiadores, levantaron el asedio y se marcharon pensando que el Rey tenía comida para muchos años más.
Excavaciones arqueológicas
[editar]El asentamiento no fue excavado, aunque se realizaron pequeños sondeos. Se encontraron piezas de cerámica, características de la zona, y clavos de construcción.
Desde Pena Molexa sale un sendero bien señalizado con senderos costeros que conduce a la playa de Pena Lopesa. El descenso está desaconsejado. Solamente durante la marea baja se puede llegar a pie después de bajar por los acantilados.
Un pequeño arroyo llega al mar donde está el istmo del fuerte.