Todos están muertos es una película española de drama con toques de comedia y realismo mágico estrenada en 2014, ópera prima de la directora valenciana Beatriz Sanchís y protagonizada por la actriz Elena Anaya .[1][2][3]
Lupe fue una estrella relevante del rock español en la década de 1980, pero ahora calza bata y zapatillas y ha dejado atrás la fama, los conciertos y el éxito. No se atreve a salir de casa y es su madre, Paquita, una mujer de origen mexicano quien se ocupa de ella y de su nieto adolescente. El problema es que a Paquita se le acaba el tiempo y no quiere morirse sin antes arreglar varios asuntos pendientes.[4]